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En épocas de crisis las desigualdades se polarizan más y recaen – con mayor fuerza – sobre los sectores habituales. La clase trabajadora, las personas más precarias… y las mujeres, especialmente aquellas con recursos limitados. ONU Mujeres ha advertido de ello durante la crisis del coronavirus: «Las desigualdades de género empeoran ante cualquier crisis y esto incluye que aumenten los niveles de violencia sobre las mujeres».
Una pandemia de carácter mundial ha confinado a millones de personas en sus hogares, pero no para todos las cuatro paredes de su casa son un lugar seguro donde refugiarse. Hay mujeres para las cuales su mayor peligro no reside en el contacto exterior, ni en una tos o apretón de manos, sino en el lugar donde come, duerme, vive; a metros de ellas, con una puerta permanentemente cerrada a la huida.
En estos momentos en los que miles de personas mueren al día por un virus que mantiene en estado de alarma a la población, todo lo demás adquiere un carácter secundario. Las mujeres, acostumbradas a permanecer en segundo plano, desaparecen de nuevo. Siempre hay cuestiones más importantes que su felicidad o propia supervivencia: niños a su cargo, personas mayores a las que cuidar, una paz familiar que mantener. Ahora a esto se suma una prioridad mundial, una urgencia sanitaria como no ha habido en años. No hay tiempo para pensar en ellas mismas, no se lo pueden permitir. Sus necesidades vuelven a borrarse ante las necesidades colectivas.
Las mujeres que normalmente tenían una psicóloga a la que acudir, un grupo con el que compartir lo que les sucedía, hogares de amigas a los que huir cuando todo se ponía más feo, ahora ven transformarse esta ayuda a la vía telemática, con el peligro añadido de que el agresor, detrás de la puerta, pueda oír su socorro.
También existen las mujeres que aún no habían conseguido verbalizar lo que les sucedía, darle un nombre al miedo cuando estalló la crisis. Las que estaban a punto de conseguir decir en voz alta “esto no es normal, ¿verdad?” en medio del difícil proceso de entender qué está sucediendo. Ahora ese miedo es asumido e interiorizado de forma más profunda, es una dificultad añadida en estos momentos turbulentos en los que no hay nada más urgente que el virus.
El Gobierno de España, en respuesta a este agravante que supone el confinamiento para algunas mujeres, ha puesto en marcha un Plan de Contingencia durante el estado de alarma con medidas para prevenir y ayudar a las víctimas de violencia de género. Ha declarado como servicio esencial todos los servicios de asistencia integral a las mujeres maltratadas, con lo cual, los centros de acogida, los servicios municipales especializados (psicólogas, abogadas, trabajadoras sociales), los teléfonos de ayuda y las Fuerzas de Seguridad continúan en funcionamiento para protegerlas y ofrecer una salida.
José García Molina, subdirector general de logística de la Policía Nacional, anunció que hay 1.624 personas detenidas desde que comenzó el estado de alarma por violencia machista. Por su parte, las llamadas al 016 han aumentado un 20% durante el estado de alarma en España, siendo mayor la cifra en otros países: en México ha sido del 60% y en Francia un 30%. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han pedido colaboración vecinal para detectar casos «que se nos escapen», y llaman a utilizar los teléfonos de emergencia cuando se oigan gritos y llamadas de auxilio. En el caso de los servicios de atención a las víctimas, un total de 5.600 mujeres han sido atendidas a través de los Puntos Municipales del Observatorio Regional de Violencia de Género en estas semanas. De ellas, 240 contactaron por primera vez con estos recursos.
La guía de actuación para mujeres que estén sufriendo violencia de género creada por el Ministerio de Igualdad se puede encontrar aquí: http://www.violenciagenero.igualdad.gob.es/informacionUtil/covid19/home.htm
En ella, se aconseja a las mujeres sobre cómo actuar en caso de sufrir maltrato y la forma de acceder a la ayuda y protección que continúa en marcha durante el estado de alarma.
Para información general y asesoramiento: el teléfono 016 y elemail 016-online@mscbs.es
Asesoramiento jurídico: De 08.00 a 22.00 horas todos los días de la semana.
Servicio TELESOR: www.telesor.es
Servicio de videointepretación SVISUAL: www.svisual.org
Apoyo psicológico por WhatsApp: 682916136, 682508507.
Situaciones de emergencia: 112, 091 Policía Nacional, 062 Guardia Civil.
En caso de que no se pueda realizar una llamada está disponible la APP ALERTCOPS, desde la que se enviará una señal de alerta a la policía con la localización de la persona que pide ayuda.
En la guía aparecen diferentes recomendaciones según si la persona vive o no con su agresor y recuerdan que las mujeres que sufran violencia de género pueden salir de su domicilio para acudir a los recursos policiales, judiciales o de otro tipo disponibles sin posibilidad de sufrir una sanción. En el caso de no poder abandonar el domicilio en el que se convive con el agresor por carecer de otro lugar en el que resguardarse, los centros de emergencia y de acogida continúan funcionando y se puede acudir a ellos.
Por su parte, la Comunidad de Madrid lanza la campaña Tú no te quedes en casa dirigida a las mujeres víctimas de violencia de género para comunicar los recursos que están a su disposición: el teléfono 012, plazas disponibles en los centros de acogida y asesoramiento de forma telefónica y telemática en los 54 puntos municipales del Observatorio Regional de Violencia de Género.