Rafaela Carrasco creó su propia compañía en 2002, año en que ganó los principales premios del XI Certamen de Coreografía de Danza Española y Flamenco.. Ha sido directora del Ballet Flamenco de Andalucía y ha trabajado con maestros como Matilde Coral o Mario Maya.
Se lanzó a crear porque quería cambiar el flamenco y ha contribuido a hacerlo mejor. Empeñada en la investigación y en la integración de otras disciplinas, ha creado un espacio artístico en el que se han formado algunos de los mejores profesionales de nuestro país.
En la misma entrevista, Rafaela Carrasco reconoce que no consigue ‘entrar en Madrid’ y nos habla del espejismo de la seguridad que se supone que aporta tener compañía propia. Parece que por mucho que crezca el reconocimiento, en el arte siempre hay que tener buenos nudillos para llamar a las puertas.
Toda nuestra admiración y nuestros nudillos dispuestos para llamar juntos. Eso también es Foros21. Muchos nudillos y muchas puertas reunidas para abrir puentes.
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¿Cómo has recibido el Premio Nacional, que tiene una naturaleza tan relevante?
Hay un reconocimiento de mi trayectoria y tantos años de creación de espectáculos, de premios a trabajos concretos. Cada uno lo recibe de una manera, pero a estas alturas de mi vida profesional es un reconocimiento a una labor de más de 20 años de creación, aunque llevo muchos más interpretando.
Siento que se aplaude una línea de trabajo con respecto a la creación coreográfica desde el flamenco, y la intención de dejar una huella en las próximas generaciones. Hay muchos profesionales que han pasado por mi compañía y ahora son gente de prestigio con la suya propia.
¿Por qué dices que la danza es la hermanita pobre de las artes escénicas? Es difícil acudir a un espectáculo y no salir conmovido.
Es paradójico, porque la danza remueve, y si nos metemos en el flamenco sabemos que por norma, aunque depende da la propuesta, conmueve al espectador. Sin embargo los teatros no se llenan y es la excusa que ponen los programadores.
La danza no está donde debería estar ni tiene el sitio que le corresponde en las programaciones. El público tiene que acostumbrarse a consumir la danza, porque se abarcan muchas disciplinas. Se hacen espectáculos que compiten a escala mundial con los mejores del mundo. En Francia cualquier pequeña ciudad tiene un teatro y una programación de danza que llena las salas.
La danza no tiene el sitio que le corresponde’
En España tenemos muy poca programación y estamos sujetos a festivales, con suerte, si entra algo de flamenco. Son como guetos en los que nos meten un tiempo y luego hasta el año que viene. No hay una programación para los teatros nacionales, una visibilidad de la danza que llegue al espectador que no está acostumbrado a consumirla. Por eso hay tantos estereotipos. Y luego necesitamos público joven y eso se hace con la educación. Un programa educativo y espectáculos en los que después el público se quede a charlar con el coreógrafo o con la compañía.
Necesitamos crear público y tener un proyecto a corto y medio plazo. La cultura siempre es de lo último y lo primero que se recorta. Hasta que la política no se dé cuenta de que la cultura es necesaria para el crecimiento del ser humano esto no va a cambiar.
Lo de debatir con la compañía es extraordinario. ¿Qué crees que descubre la gente como particular en tu trabajo, en obras como ‘Nocturna’?
Hay muchos sitios en los que después de la función hay encuentros con la compañía o el director y es importante porque hay que descubrir al público que detrás de una obra hay un año de trabajo. Es desolador que la gente vaya a ver un espectáculo y lo disfrute, pero entienda que ese es nuestro día de trabajo. Es enorme el esfuerzo que es necesario para poner en pie una obra. Yo ahora estoy empezando a trabajar para un espectáculo que espero que esté listo para septiembre del año que viene.
Eso es parte importante de lo que aporto. La necesidad que yo tenía de crear, cuando monté la compañía en el 2002, era para hacer una interpretación personal de la coreografía desde el flamenco. La danza contemporánea ha tenido una gran apertura, pero es mundial y con mucha investigación. El lenguaje coreográfico del flamenco, no el lenguaje en general del flamenco que es muy distinto, era solo nacional. Yo no soy transgresora porque vengo de la tradición, pero tengo una personalidad en el movimiento, en mi forma de bailar… hablo del concepto coreográfico del flamenco. Eso sí me parecía que era demasiado ordenado y previsible. Me inquietaba que en la danza contemporánea pasaban muchas cosas con muchos mundos a la vez, un concepto de la escena que se diferenciaba mucho del flamenco. Empecé a investigar, y es la linea que abrí con mi compañía.
‘Me parecía demasiado previsible, y decidí investigar’
Ha pasado mucha gente distinta por la compañía y son muchos espectadores los que ha visto mi trabajo. Hoy en día la danza mas vanguardista del mundo es el flamenco porque ha estado siempre en movimiento y adaptación a la sociedad y al mundo. Creo que sin duda es el género mas vanguardista.
¿Es algo que está en el ADN del flamenco y luego depende de la creación que se desarrolle o no?
El Flamenco nace de la mezcla de muchas cosas, y en un largo periodo, de finales del siglo XVIII a mediados del XIX. Es entonces cuando se constituye formalmente el flamenco. Un caldo formado por muchos ingredientes que se reconoce y que nace en esa mezcla de culturas, de danzas, de lírica, de forma de componer las letras. De alguna manera, al ser ese su origen, forma parte de su ser mismo esa forma de integrar cosas sin perder su propia identidad, sino enriqueciéndola. Por eso de reacomoda y adopta nuevas formas que las hace suyas. No ha pasado lo mismo con el folclore nacional, con una enorme riqueza que no se ha movido de igual manera.
He leído en una entrevista que estas buscando un local de ensayo. ¿Así están las cosas?, ¿cuál es el cuello de botella de la danza?
Hay muchos puntos débiles. Tengo un estudio privado que es donde me meto para crear. De hecho, hay ayudas a producción, algunas a gira, pero no hay para infraestructura. Cuando decimos que tenemos compañía estable es una fantasía. No hay compañías estables, no hay infraestructura económica para mantener un equipo de trabajo. Vamos sobreviviendo por producciones.
No hay teatros que te dejen o espacios donde puedas probar, investigar, con la incertidumbre de qué va a pasar en un estreno, porque no lo has podido probar. Lo has imaginado y luego, por suerte, ves que funciona porque por intuición has sabido verlo, y con los años tienes esa habilidad. Pero no puedes equivocarte porque ya estás en el estreno. Que puedas probar escenografías, trabajar con los músicas, probar un fondo u otro…
‘No puedes equivocarte porque ya estás en el estreno’
Luego pasa que no consigo entrar en Madrid capital. Supongo que es eso lo que has leído. Es difícil. Llevas toda la vida trabajando y demostrando una labor de creación de compañía, y parece que sigues estando en el mismo lugar que hace 20 años porque tienes que estar peleándote para que te den una semana antes del estreno para probar y hacer dos ensayos generales con publico, o sin, para ver el resultado de la obra.
En este número sois cuatro mujeres las que sois protagonistas. ¿Crees que las mujeres aportáis algo distinto en la creación e interpretación por ser mujeres, por todo lo que supone eso a contracorriente?
Sin duda. Es algo genético que no viene de un día para otro. Lo veo en mi misma con mi madre, con lo que le tocó vivir, una vida de mucha dificultades, analfabeta del conocimiento reglado, pero sabia de la vida.
Yo no puedo quejarme. He tenido mucha suerte, muy trabajada claro, pero nunca me he sentido amenazada, rechazada o violentada por ser mujer. Y siendo eso así, siento que hay limitaciones absolutas como la conciliación que es extraordinariamente complicada. Tener hijos lo cambia todo y a muchas cosas tienes que decirle que no. Yo tengo la suerte de tener una marido-padre maravilloso, pero hay unos años que estás tú o estás tú. No es que sea malo, es que tienes que aprovechar al máximo el tiempo, tiene que ser productivo, y tienes que descargar esa parte emocional de frustración en la creación, porque tu ser absoluto se expresa en ella. Es una carga genética, y la realidad de lo que vives que se expresa en tu creación. No es que sea mejor pero hay que apreciar y valorar esa diferencia.