Salud

En el paí­s de los ciegos…

Uno de los aspectos que más se están difundiendo del nuevo gobierno de Obama es la intención anunciada de reformar el sistema sanitario norteamericano. Aunque la situación de una gran parte de la población en EEUU traspasa el umbral de la precariedad más absoluta y el sistema en su conjunto entraña una realidad sangrante, el espacio mediático no debe servir para minimizar comparativamente las urgentes demandas que el conjunto de la sociedad española y los profesionales de la sanidad hacen, a gritos, y desde hace años.

Lo que es verdad, es verdadEEUU es uno de los aíses del mundo con mayor gasto sanitario y, al mismo tiempo, existen más de 45 millones de personas – prácticamente el 20% de la población – que no tienen ningún tipo de asistencia médica. El gobierno federal se gasta anualmente 740.000 millones de dólares, un 24% del presupuesto, y sin embargo una pequeña infección de oído puede costarle a cualquier norteamericano una media de 1.000 dólares.A mediados de los 80 se impuso el “libre mercado” en la sanidad, reservando los servicios “Medicare” y “Medicaid” para los mayores y las personas con mayores dificultades económicas para costearse el reguero de seguros privados que plagan el país.Pese a ligeros intentos – como el de Hillary Clinton – de retocar el modelo, nada se ha movido que no sea para aumentar los ingentes beneficios de aseguradoras que actúan a escala internacional – St. Paul, la mayor aseguradora médica de EEUU, más conocida por su reciente implicación en el sumario del Yack-42 que instruye juez Marlaska -.De lo que hay que hablar En España existe un déficit aproximado de 3.000 médicos, que de no resolverse en la próxima década podría llegar a transformarse en 25.000. Pero lo más escandaloso es que se presente como un problema de déficits y no de modelo, como se hace a la hora de hablar de EEUU.Cierto es que el sistema sanitario español es estudiado en muchos países y que su cobertura social y desarrollo ha sido y es ejemplo internacionalmente. Pero lo que es el resultado de las exigencias populares y de la fuerza organizativa de se tuvo en su momento, no puede utilizarse para acallar las demandas, ni en comparativa bisectriz con el peor servicio sanitario de los países desarrollados.Actualmente existen 900 profesionales de la sanidad en las listas del INEM, y más de 1.700 médicos españoles trabajan en la sanidad del país vecino, Portugal. Algunos incluso ejercen en un hospital de Vigo y cruzan la frontera para hacer guardias y horas extras.¿Qué pensaría si el médico que le atiende, mientras le ausculta, le confesara que cobra 900 euros al mes?Campillo trabaja en un hospital luso: "La política de universidades y de plazas ha sido una chapuza total. Independientemente del color político, las comunidades autónomas han montado sus reinos de Taifas y no hay movilidad"Pese a que desde la Conferencia Nacional de Decanos se empeñen en aventurar la solución con el aumento de plazas en las facultades – se prevé hasta 1.200 más – no se habla del corazón del tema. Una sanidad pública diseñada en función del saldo final. Y no del de pacientes curados, o ciudadanos que no enferman – por aquello de la medicina preventiva -.Hace 8 años fue sonada la denuncia del Dr. Alejandro Arís – médico responsable de introducir el corazón artificial en España -; siete pacientes habían muerto en su hospital antes de que les llegara el turno para operarse según las listas de espera… hace 8 años.

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