Selección de prensa nacional

Elecciones gallegas y vascas: lo que está en juego

El inicio oficial de la campaña de las elecciones gallegas y vascas dominan hoy todo el panorama informativo nacional y autonómico. Todos los medios coinciden en un punto: la incertidumbre de la respuesta de los electores ante unas elecciones que por primera vez en la historia de la democracia se desarrollan bajo los efectos de una crisis de la profundidad y la dimensión de la actual. Si por regla general las encuestas preelectorales no son demasiado fiables, en estas condiciones todaví­a menos.

Con resecto a las elecciones gallegas, la incertidumbre se multiplica por el papel decisivo que en las anteriores tuvo la movilización masiva del voto urbano, justamente el más castigado por el paro y el rápido deterioro de las condiciones de vida de buena parte del pueblo trabajador en esta primera etapa de la crisis. El equilibrio de fuerzas tan ajustado que rige la política gallega, donde el cambio de signo de un solo diputado da o quita el gobierno hacen todavía más imprevisibles los resultados. Con respecto a las vascas, por el contrario, parece que el clima electoral por el que existe la oportunidad histórica de que las fuerzas nacionalistas –con la extravagante adherencia de IU– pierdan por primera vez en 30 años la mayoría parlamentaria, es prácticamente irreversible. Y, aunque como dice el editorial de El País, “la hora de la verdad no sonará el 1 de marzo, sino semanas después: cuando culminen las negociaciones entre partidos para conformar mayorías viables para los próximos cuatro años”, todo lo que no sea un gobierno encabezado nuevamente por Ibarretxe y su línea nazifascista, constituye una derrota histórica para el nacionalismo etnicista y excluyente enquistado en Ajuria Enea (y a lo que ve también en el PNV) desde las elecciones del 98. Editorial. El País VOTAR EN PLENA CRISIS Las campañas para las elecciones en Galicia y en el País Vasco del 1 de marzo se iniciaron ayer bajo el signo de la incertidumbre: en ambos casos la situación está muy abierta, lo que hace pensar que la campaña será más decisiva que otras veces. Y en las dos campañas se pondrá a prueba por primera vez el efecto electoral de la fuerte crisis económica. Los sondeos indican que la coalición entre socialistas y nacionalistas del BNG está en condiciones de repetir mayoría, pese a que el PP conservará con toda probabilidad la primera plaza. Que se confirme o no ese resultado depende en buena medida de que se mantenga un nivel de participación alto (…) Y ello depende a su vez de la capacidad de movilización que demuestren socialistas y nacionalistas en las zonas urbanas (…) La crisis y el paro han frenado la progresión de los socialistas, claramente reflejada en las generales de 2008: entonces funcionó el efecto Zapatero, pero está por ver si la campaña es capaz de reactivarlo. También está por ver hasta qué punto influirá en los resultados la otra crisis: la del PP, con alguna ramificación gallega. En el País Vasco, y con independencia de qué partido ocupe la primera plaza, los resultados parecen augurar el fin del ciclo soberanista iniciado hace una década con el Pacto de Lizarra, y que coincide con el periodo de presidencia de Ibarretxe (…) Ello llevó a la política vasca a callejones sin salida y al PNV a perder apoyos y aumentar su dependencia de los aliados (…) el aparcamiento del discurso soberanista de Ibarretxe y el paso a primer plano del discurso de la buena gestión económica, en contraste con la de los socialistas en el conjunto de España (…) ese discurso ha perdido credibilidad con los últimos datos de la economía vasca (…) En todo caso, la tendencia general es hacia una vuelta al autonomismo clásico (…) Esa tendencia puede tener diversas expresiones según cuál sea el partido con más escaños, PNV o PSE. Pero si se mantiene el equilibrio que auguran las encuestas, la hora de la verdad no sonará el 1 de marzo, sino semanas después: cuando culminen las negociaciones entre partidos para conformar mayorías viables para los próximos cuatro años. EL PAÍS. 13-2-2009 Editorial. ABC LO QUE ESTÁ EN JUEGO Los últimos sondeos publicados por el CIS describen un panorama electoral muy condicionado por un estrecho margen de diferencias entre los partidos en liza. La encuesta nacional recoge un empate entre PP y PSOE que ratifica la solidez de su electorado fijo -en torno al 40 por ciento- y su dependencia de un bloque de votos oscilantes, de los que es previsible que respondan en futuros comicios, conforme a la evolución de la crisis económica. La estrechez de diferencias se reitera en los sondeos previos para el País Vasco y Galicia. Las elecciones vascas pueden provocar un cambio histórico en su Gobierno, porque el CIS augura una mayoría parlamentaria no nacionalista que estaría formada por PP, PSE e incluso UPyD, la formación liderada por Rosa Díez, que podría conseguir un escaño a costa de los populares. En todo caso, estos partidos sumarían, según el CIS, 38 escaños y podrían poner fin a la hegemonía nacionalista. La condición para este cambio histórico es que los socialistas realmente tengan voluntad de hacerlo, pero no habrá cambio si Patxi López decide pactar con el PNV (…) La alternativa es trasladar al PNV a la oposición y dar la oportunidad al único programa de gobierno que nunca se ha aplicado en el País Vasco, que es el de la lealtad al estatuto de Guernica y a la Constitución. Además, la instalación de un gobierno no nacionalista desmontaría de manera decisiva la coartada histórica y victimista de ETA, siempre beneficiaria de la complicidad política que le ha prestado el PNV. Evidentemente, el otro factor de cambio es el mantenimiento del PP, cuyo electorado en el País Vasco es homogéneo y firme, aunque UPyD podría drenar votos cuya utilidad dependerá de que finalmente acceda al parlamento de Vitoria. En otro caso, sólo restaría votos principalmente al PP. En Galicia, la única incógnita es si el PP logrará o no la mayoría absoluta (…) El CIS vaticina unos porcentajes de voto bastante similares a los de 2005, lo que probablemente volverá a poner en manos de la emigración el diputado decisivo. En Galicia se simplifican las opciones: la única alternativa es el PP. Y frente a este partido, a los gallegos se les ofrece una coalición que se ha caracterizado por la metamorfosis nacionalista de los socialistas, dando carta blanca a las propuestas más extremistas del BNG, y por una política de derroche continuo de fondos públicos en lo que constituye uno de los episodios más denigrantes de la política autonómica. La crisis económica es un factor oculto que puede desbaratar cualquier prospección electoral, sobre todo entre electores desideologizados cuyas preocupaciones básicas son el empleo, la vivienda y el futuro inmediato de sus familias. Obviamente, también estas elecciones autonómicas tienen una proyección nacional, porque, en mayor o menor medida, examinarán las estrategias de PSOE y PP como gobierno y oposición y las respuestas políticas de cada partido a los principales problemas de la sociedad española. Ni Rajoy ni Zapatero tienen razones para minusvalorar los resultados de las elecciones gallegas y vascas. ABC. 13-3-2009 Bilbao. El Correo PRONÓSTICO ABIERTO Las elecciones al Parlamento vasco del próximo 1 de marzo, cuya campaña oficial se ha iniciado hoy, constituyen una oportunidad para la expresión de la voluntad ciudadana que ninguna persona con derecho a voto debería desperdiciar (…) El debate entre autonomismo y soberanismo, que se ha adueñado de la escena vasca durante los últimos diez años, habría acaparado también esta campaña electoral si la crisis no hubiese irrumpido con tanta virulencia en nuestra economía y en miles de hogares de Euskadi. Los dirigentes políticos acostumbran a referirse, sin demasiada convicción, a la necesidad de abordar ‘los problemas que preocupan a la gente’. Pues bien, esta vez no tienen escapatoria. Deberán pronunciarse de manera precisa sobre las respuestas que, a lo largo de la próxima legislatura, habrían de darse a la crisis económica y a sus secuelas sociales en el marco del autogobierno vasco y a cuenta del Concierto Económico. Deberán precisar en qué cambiarían la actuación económica y las políticas sociales del Ejecutivo de Vitoria. Qué modificarían en cuanto a la intervención en materia de vivienda, de infraestructuras, de educación o de innovación. Y deberán exponer en qué se diferencian sus planteamientos respecto a los de los demás contendientes (…) En medio de un panorama plural, el pulso entre Juan José Ibarretxe y Patxi López centra la liza electoral sin que se pueda vaticinar quién de los dos logrará la compañía de más electos en la Cámara vasca. La pugna entre la continuidad que representa el primero y el cambio prometido por el segundo decantará a una amplia mayoría del electorado sin que tal bipolaridad deba exclusivizar la campaña. Pero ello dependerá también de que las demás formaciones en concurso -PP, EA, EB, Aralar y UPD- reclamen su cuota de atención con propuestas solventes y con posiciones claras respecto a la gobernabilidad de Euskadi, incluidas sus preferencias en cuanto a las alianzas postelectorales. EL CORREO. 13-2-2009 Santiago de Compostela. El Correo Gallego GENERAR ILUSIÓN ENTRE LOS ELECTORES Todas las campañas electorales son duras. Hace cuatro años menos casi cuatro meses en esta misma página hablábamos de que se iniciaba la campaña más dura. Aquellos días se visualizaba un cambio en Galicia, había un clima de confrontación enconada en Madrid y los rescoldos del 11-M estaban en plena ebullición (…) Ahora los tres grandes partidos gallegos vuelven a tener idénticos objetivos pero vistos desde otro ángulo. PSdeG y Bloque tienen que sumar para mantener el poder. El PPdeG, como siempre, está obligado a agarrarse a una mayoría absoluta para poder retomar la senda de Manuel Fraga. Cuatro años después hay un condicionante de capital importancia: España está en recesión. Es la consecuencia directa de una crisis económica pero, de seguro, modificará comportamientos de un buen número de ciudadanos. Eso lo saben los políticos y por ello buena parte de esta precampaña se centró en la situación de nuestro país. En estos próximos quince días se elevará el tono de ataques y defensas. Las variables de desempleo (el problema que, según el CIS más preocupa ahora a los gallegos) y la falta de liquidez de las familias vuelven a manejarse en una campaña (…) Es algo que afecta, y mucho, al día a día de los votantes. Por eso lo que se diga los próximos pueden ayudar a decantar posiciones. En este arranque convendría hacer un llamamiento para encarar los problemas de los ciudadanos, no de los partidos; ofrecer soluciones, no conflictos políticos. Es decir, que primen las propuestas y los proyectos frente a las descalificaciones, el insulto y las acusaciones. Realismo frente a la demagogia (…) Corren tiempos complicados y por eso buscan políticos que tengan liderazgo para poder salir, y cuanto antes, de la crisis económica. Por eso estas decisiones son muy importantes. Es el reto. Ofrecer soluciones, generar ilusiones y olvidarse del juego sucio. Por espíritu democrático EL CORREO GALLEGO. 13-2-2009 Vigo. El Faro de Vigo CRÓNICA POLÍTICA Javier Sánchez Así que, abierta la campaña electoral –la propiamente dicha: la otra lleva semanas a toda máquina– con un sondeo del CIS que demuestra que será decisiva, falta saber cómo la enfocarán los partidos para pescar en aguas de los indecisos los votos que necesitan. Aguas caudalosas, porque el Centro estima alto el porcentaje de los que aún no saben a quién respaldarán si es que deciden acudir a las urnas el día 1. En este punto, y antes de proseguir, conviene fijarse en otro dato de los sondeos: por primera vez en mucho tiempo hay posibilidad real, aunque lejana, de que cambie el panorama parlamentario tripartito, y al PP, PSOE y Bloque se una otra fuerza. Es muy difícil, habida cuenta el mínimo que fija la ley para conseguir acta, pero hay quien lo cree positivo para el país, entre otras razones porque pondría fin a la anomalía de que Galicia sólo pueda ser gobernada por mayorías absolutas: la solitaria del PP o la resultante de la suma de los otros. A partir de ahí, y sin perder de vista la advertencia de que la única encuesta que sirve es la del recuento electoral, los sondeos -el del CIS es de enero, antes de los líos de Madrid- demuestran en Galicia un escenario rígido, que la variación de escaños será mínima y que lo que suba un socio es casi lo que baje el otro. Y a falta de la emigración, los expertos de la Xunta habrán de hacer milagros para convencer de que eso es lo que esperan, si bien la permanencia en la Xunta haría superfluo el análisis. En el otro lado, los resultados permiten al PP mantener la fe, porque creen -y no les falta razón- que vivir al borde de la mayoría absoluta les da esperanzas de caer de ese lado y volver al Gobierno. Cierto que todos los sondeos hechos hasta ahora salvo uno apuntan a que seguirá donde está y eso es significativo, pero queda dicho que las encuestas tienen el valor que tienen y sirven para lo que sirven: ya se verá. Hay otro aspecto de la encuesta del CIS que convendrá analizar más a fondo en su momento y que se refiere a la opinión de los consultados sobre la conveniencia de que se repita o no el Bipartito. De todo el trabajo que se conoció ayer es la parte más abierta -aparte de significativa- y por lo tanto la que se debería trillar en la campaña electoral, aunque eso suponga para el líder del PP el riesgo añadido de acudir al debate a tres al que está citado. El motivo parece simple: él es quien más tiene que ganar, en teoría, y ya se sabe que el que quiera ranas habrá de mojarse el culo. Con perdón. ¿O no…? EL FARO DE VIGO. 13-2-2009

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