Música

El WOMEX y las Alternativas Independientes

A finales de los años 90 empezó a gestarse en Alemania lo que poco después se convertirí­a en la mayor Feria musical del planeta: WOMEX – Worldwide Music Expo -. La primera edición tuvo lugar en Sevilla en el 2003.

Desués fue interrumpida hasta el 2006 con tres ediciones consecutivas en la misma ciudad. La evidente capacidad organizativa y centralizadora del evento ha permitido que surjan una ingente cantidad de propuestas musicales de todos los rincones del planeta, iluminadas por el foco internacional de la producción musical. ¿Lo que no suena, no existe? Por una parte la propia estructura del evento da de por sí inmensas posibilidades. Para la edición de este año se tiene hasta abril para presentar las propuestas a diferentes niveles: conciertos, proyecciones, tertulias, asesoramiento… Los 7 Samuráis es el nombre que se le ha dado al jurado seleccionado cada año para determinar la programación. Los elegidos podrán tener 45´ de representación musical, un espacio de debate sobre tendencias, tecnologías, cultura y política, tradición… se imparten clases magistrales por parte de especialistas de todo el mundo, así como un servicio tutorial de 90´ de visita. Hasta 6 entrevistas de 15´ con catedráticos de la prensa, la producción, distribución, publicidad, imagen y música, administración… Los problemas llegan con el “canut”, la parte económica. Los participantes deben costearse todos los gastos, así como un depósito de inscripción que aumenta a medida que se pasan las fases de clasificación, lo que restringe una parte importante de los posibles participantes. Esto abre dos problemas. El primero es que desde luego la “independencia económica” no es garantía de calidad en ningún caso, pero si condición necesaria de su desarrollo. Es decir, si la elaboración está dirigida por criterios estrictamente artísticos o principalmente comerciales. Un artista debe vender, en el mercado y en los conciertos. La diferencia la marca si el beneficiado es el artista, o sea quien produce la música, o no. Y el segundo es que en España, por ejemplo, existen cientos de festivales “independientes” de los que es difícil inventariar estadísticamente su origen. Sencillamente porque el término independiente se usa en el mercado para un tipo de música, no para un tipo de gestión. Lo que si es cierto es que la oportunidad que ofrece el WOMEX es indudable e insondable, así como la cantidad de iniciativas que en los cinco continentes se vienen desarrollando siguiendo su estela; el Mohito Festival en Sudáfrica, el Porto Musical en Brasil – conferencia internacional de la música -, la primera Ciudad de la Música de la UNESCO en Sevilla, la Iniciativa de Música en Asia Centra “Aga Khan”, emisiones WOMEX en colaboración con Mondomix, la colaboración en los Premios de la BBC Radio 3 o la colaboración creando nuevos festivales por todo el mundo. Por lo tanto hay que celebrar el impulso que la música recibe teniendo como leivmotiz países y regiones con un renacido protagonismo en las últimas décadas – Brasil, Sudáfrica, Asia Central, Europa del Este… – como demuestra también el origen de los más de 1.200 grupos que han participado o el destinatario del premio WOMEX 2008; el grupo Muzsikás (Hungría). Queda pues redoblar los esfuerzos por crear redes independientes que aúnen las cientos de alternativas realmente independientes que existen en nuestro país, y que no queden en pequeños fogonazos o trayectorias musicales de las que solo se resalta que “siguen ahí”, no que lo hacen por haber mantenido su independencia.

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