La mosca tsé-tsé cuesta miles de millones de dólares a los agricultores africanos cada año.

El vuelo de la pobreza.

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 60 millones de personas que habitan en zonas subdesarrolladas de África, están expuestas a adquirir esta enfermedad. Según datos de la década de los años 80, cada año se producen unos 20.000 nuevos casos de tripanosomiasis humana africana (aunque se piensa que las cifras reales deben ser mayores) y la OMS calcula en unos 300 a 500.000 el número de afectados por la enfermedad. La enfermedad en animales domésticos y particularmente en ganado es un obstáculo importante en el desarrollo económico de las áreas rurales afectadas.

La enfermedad del sueño amenaza a millones de ersonas en 36 países del África sub-sahariana. La THA, prácticamente erradicada en la década de los sesenta, ha resurgido en proporciones epidémicas debido a las guerras, los movimientos de población y el derrumbe de las estructuras sanitarias. Ahora, más de 500.000 personas están infectadas, una cuarta parte de las cuales morirá este año. Pero, a pesar de ello, la tripanosomiasis sigue siendo una enfermedad prácticamente invisible, quizás la más olvidada de todas, porque la padecen personas pobres en zonas remotas, y las empresas farmacéuticas consideran que no existe ningún beneficio económico potencial en el desarrollo de medicamentos para combatirla A pesar de la virulencia de la enfermedad, no ha habido prácticamente ninguna mejora significativa en su tratamiento durante 50 años, a excepción de la eflornitina (conocida como DFMO), que dejó de producirse en 1995 por su baja rentabilidad.Las enfermedades tropicales desatendidas afectan a cerca de 1000 millones de personas, y en particular a las poblaciones pobres residentes en zonas de clima tropical y subtropical. Más del 70% de los países y territorios afectados por estas enfermedades tienen economías de ingresos bajos o medios-bajos. Estas enfermedades reciben poca atención y se ven postergadas en las prioridades de la salud pública porque los afectados carecen de influencia política. Las poblaciones más pobres, residentes en zonas rurales remotas, barrios suburbanos marginales o zonas de conflicto, suelen ser las más afectadas por estas enfermedades, que persisten cuando hay pobreza y se concentran de forma casi exclusiva en las poblaciones pobres del mundo en desarrollo. Entre ellas se encuentran el cólera, dengue/dengue hemorrágico, dracunculosis (gusano de Guinea), enfermedad de Chagas, esquistosomiasis, filariasis linfática, helmintiasis transmitidas por el suelo, leishmaniasis, lepra, oncocercosis, tracoma, la enfermedad del sueño, úlcera de Buruli…

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