Y que, en consecuencia, la gente progresista debe «votar útil», es decir, votar a las fuerzas de izquierdas con posibilidades de entrar en el parlamento andaluz (PSOE o IU) a fin de impedir esa mayoría absoluta del PP. ¿Pero de verdad ese es el voto útil para el 90% de la población?
Quienes ahora quieren que fijemos toda nuestra atención en el objetivo de impedir la mayoría absoluta del PP, se cuidan muy mucho de mostrar la otra parte, la parte oculta, de la ecuación: que vuelva a gobernar el PSOE. ¿Pero es que no sabemos ya quién es el PSOE de Griñán y Chaves, por mucho que ahora puedan querer disfrazarse con un ropaje de izquierdas, ofreciendo posibles alianzas de gobierno o acuerdos de mayorías parlamentarias con Izquierda Unida? «Aquí estamos los de abajo y los de arriba, se disfracen con ropajes de derechas o de izquierdas» ¿Acaso no han sido los gobiernos de PSOE los primeros en plegarse a los dictados de Obama y Merkel? ¿No ha sido Zapatero, con el pleno respaldo de Chaves y Griñán, los que han empezado el programa de ajustes y recortes que les ordenó el FMI y Bruselas, ensañándose incluso con los más débiles congelando las pensiones? ¿No llevan 30 años gobernando nuestra comunidad sin sacarnos de los mayores índices de paro, pobreza y exclusión social, mientras la más repulsiva corrupción inunda la Junta de Andalucía?Quienes plantean este dilema, (“mejor resignarse a que vuelva a gobernar el PSOE, porque si no vendrá el PP y será peor”) quieren meternos en una trampa mortal. No debemos dejarnos encerrar en ella. Con respecto a lo esencial, ejecutar fielmente los mandatos del FMI y de Bruselas y gobernar al servicio de banqueros y multinacionales, no existe la más mínima diferencia entre PSOE y PP. Ambos no son otra cosa que la pata izquierda y derecha del modelo bipartidista gracias al cual Washington y Berlín pueden imponernos sus mandatos e intereses. ¿Por qué tendríamos nosotros que apoyar, directa o indirectamente, que gobiernen unos u otros? Creer que reforzando a la fuerzas parlamentarias situadas a la izquierda del PSOE le obligaremos a dar un giro sustancial a su política, se ha demostrado una y otra vea una pura entelequia y el mas inútil de los votos. Como acertadamente dijo una vez Ignacio Sánchez-Gordillo, alcalde de Marinaleda, “quien pacta con el diablo acaba en el infierno”. En el actual modelo bipartidista no hay derechas o izquierdas que valgan. Aquí estamos los de abajo y los de arriba, se disfracen con ropajes de derechas o de izquierdas. El 90% de un lado y la ínfima minoría de banqueros y multinacionales por otro. Y lo que necesitamos los de abajo es una alternativa que luche por unir en un frente amplio a ese 90% que vemos atacados de manera feroz nuestros intereses y un programa de redistribución de la riqueza, de ampliación de la democracia y de defensa de la soberanía nacional. Esa es nuestra candidatura y ese es nuestro programa. Apoyarlo, difundirlo y extenderlo, hacer que gane fuerza política y electoral y se abra paso entre la gente, esto es lo único verdaderamente útil para los intereses del 90% en estas elecciones.