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Cuanto más al detalle se estudian los resultados electorales, mayor es el varapalo recibido por Zapatero en estas europeas. El PSOE ha perdido la friolera de 708.612 votos. Y desde las generales de 2008 ha perdido el 11,75% de sus apoyos electorales, y ahora representa un 5,13% menos del cómputo total de votos que hace un año.
¿Ha recibido Zaatero el castigo por una gestión de la crisis caracterizada por los multimillonarios planes de rescate a los bancos, y el abandono de los ya casi cinco millones de parados?Parecería lógico pensar así. Pero la realidad nos coloca ante un aprieto.Canarias es, junto a Andalucía, la comunidad con mayor índice de paro, y sin embargo es la única donde, quizá por el tirón de un candidato canario como López Aguilar, el PSOE ha cosechado más votos que en las anteriores europeas.Euskadi es el lugar de España donde el número de parados se ha incrementado a un mayor ritmo desde el inicio del año. La crisis tardó en llegar, pero cuando ha hecho su aparición ha revestido efectos más virulentos. Y, paradójicamente, en Euskadi es donde el PSOE ha resistido mejor la sangría generalizada de votos.Nadie puede dudar que ha actuado poderosamente la necesidad de reforzar a un nuevo gobierno vasco, presidido por Patxi López pero respaldado por el PP, que ha sido capaz de desalojar a Ibarretxe.Y esta es precisamente la lógica que asoma detrás de la importante pérdida de votos del PSOE.¿Dónde ha bajado más el PSOE? Donde, de la mano de la línea Zapatero, más se han comprometido con la disgregación.El PSC –cabeza de un tripartito con Carod Rovira que ha constituido una auténtica “vía catalana a la disgregación- ha pasado de ser el principal granero de votos socialistas a constituir su mayor agujero. El partido de Montilla se ha dejado en estas elecciones 205.346 votos, el 22,63% de su apoyo electoral.Chavez –que se sacó de la manga un nuevo estatuto que proclamaba de forma surrealista a Andalucía como nación- ha visto como en Andalucía el PSOE se dejaba 100.000 votos, mientras el PP ganaba 200.000.En Madrid, donde UPyD emerge con más fuerza enarbolando la defensa de la unidad desde la izquierda, los socialistas se han vuelto a dar otro batacazo, perdiendo 136.007 votos.Y, por último, tras perder la Xunta el pasado marzo, loselectores gallegos han vuelto a castigar a un PSG que formó con el BNG un bipartito excluyente, privándole del 10,49% de los votos.La geografía de la pérdida de votos del PSOE coincide casi milimétricamente con la del avance del viento popular en defensa de la unidad.