Cómic

El viaje de Darwin

El relato histórico biográfico es un género que actualmente goza de gran aceptación en el medio cinematográfico -con el éxito de los denominados biopics-, pero que siempre ha sido muy difí­cil de digerir en el cómic. José Fonollosa se atreve a rendir su particular tributo al hombre que cambió la historia de la humanidad. La sugerente figura de Charles Darwin y el apasionante proceso por el que nació una de las teorí­as más importantes y fundamentales de la historia de la ciencia es un escenario tan atractivo como peligroso para un autor que no ha practicado el género, pero Fonollosa demuestra una inteligente prudencia y sentido común a la hora de abordarlo. Un cómic que se convierte en instrumento didáctico para los adolescentes, y en motivo de interés por la historieta para los más mayores.

En esta obra, recientemente ublicada por Planeta DeAgostini para aprovechar el tirón del Día del Libro, Fonollosa sabe como nadie trasladarnos a la vida del importante científico. Con escenas casi cinematográficas, nos va mostrando el viaje por todo el globo, de un joven Darwin, que está en plena efervescencia en su evolución como naturalista; forjando las bases de su futura Teoría de la evolución de las especies, que cambiaría para siempre el pensamiento de la humanidad sobre nuestra propia evolución y orígenes. Fonollosa encuentra rápidamente el lenguaje apropiado para ilustrar esta historia. De clara influencia francobelga, es un estilo gráfico sin alardes, pero muy personal, sin complicadas composiciones, pero con una estructura narrativa más que adecuada para un relato plagado de fechas, lugares y acontecimientos históricos. El volumen que nos ocupa es la primera entrega de una serie, y se centra en el trayecto entre Plymouth y Rio de Janeiro. El autor realmente consigue convertir un texto historiográfico con un elevado contenido de teoría científica, en un relato apasionante que tenemos la necesidad de continuar leyendo, de ahondar en esa tensión personal entre creencias y ciencias que el joven Darwin tiene que afrontar. Porque es en este punto de la narración donde la obra alcanza su máximo interés, el eje del conflicto es este enfrentamiento interno al que se ve constantemente sometido el joven Darwin, preso de su férrea educación religiosa. Un conflicto que él superó con éxito, pero que sigue lamentablemente vigente en nuestros días. El Viaje de Darwin es un cómic que demuestra una vez más la versatilidad de un lenguaje como el de la historieta, capaz de hacernos reír, o de hablarnos de banalidades sin fin; pero también de transmitir como ningún otro medio relatos cargados de interés histórico e incluso científico.

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