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El toreo de España con la austeridad

Al igual que los toreros de su país, Mariano Rajoy se enfrenta a una bestia peligrosa. El paquete de austeridad anunciado por el presidente del Gobierno español y sus colegas el pasado viernes tiene como objetivo reducir el déficit presupuestario de su país del 8,5 al 5,3% del PIB. No imponer este draconiano presupuesto para España supondría una violación del objetivo que se ha acordado con la UE.Para ser justos con el señor Rajoy, nunca se le debería haber puesto en esta posición. La UE debería haber permitido a Madrid elevar el objetivo al 5,8% – como el señor Rajoy había exigido. La deuda pública de España es una de los más bajas entre los países desarrollados. Demasiado austeridad podría reducir el crecimiento y aumentar el riesgo de que Madrid no alcance su objetivo de todos modos.Las medidas de austeridad para el 2012 ascienden a 27.000 millones de euros. Alrededor de 15.000 millones de la reducción del déficit que está por venir será en forma de recortes de gastos, y 12 mil millones de euros de las medidas de recaudación de ingresos.Hay dudas sobre si este ahorro propuesto se alcanzará en realidad. No será fácil llevar a cabo el recorte del 17% de los presupuestos de los ministerios, y la decisión de congelar los salarios del sector público está condenada a crear oposición. Más allá del presupuesto propio de Madrid, el gobierno central está empeñado en la búsqueda de la contención del gasto por las regiones, pero esto ha sido difícil en el pasado.La composición de los recortes es también desconcertante. Dada la magnitud del paquete, estaba claro que todos los gastos, incluyendo las áreas políticamente sensibles como la salud y la educación, tienen que tomar su parte en el dolor. Pero los recortes en el ministerio de trabajo pueden poner en peligro reformas vitales mediante la reducción de recursos destinados a la readaptación profesional y otras políticas activas del mercado laboral.Por el lado de los ingresos, el gobierno se apoya en una amnistía fiscal, una sola vez, para recaudar 2.500 millones, pero no está claro si ese dinero jamás encontrará su camino hacia las arcas del gobierno. Mostrando tanta clemencia a los evasores de impuestos también puede animar a otros a no pagar todos sus impuestos en el futuro.La decisión de Madrid de aumentar la carga fiscal sobre las empresas mediante la reducción de las desgravaciones del impuesto de sociedades también es dudosa. Esto podría hacer más difícil atraer la inversión que el país necesita para reanudar el crecimiento. Una mejor idea hubiera sido aumentar los impuestos sobre el consumo.Este presupuesto corre el riesgo de exacerbar las tensiones sociales, sin crear las condiciones que permitan rebajar la prima de riesgo de la deuda española. Mientras que la UE es culpable de la imposición de una innecesaria austeridad , el presupuesto del señor Rajoy podría haber sido mejor diseñado.

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