La televisión vasca, ETB:

El Telebatzoki

En marzo de 1983, hace nada más y nada menos que 26 años, la izquierda parlamentaria vasca, a iniciativa de Euskadiko Ezquerra, acusaba al PNV de «claro nepotismo» en la selección de personal contratado para la televisión autónoma vasca, que entonces aún pertenecí­a a Radiotelevisión Española.

La articipación de destacados miembros del PNV como únicos accionistas de una empresa que realizaba los doblajes para la televisión vasca y la selección a dedo del personal contratado eran las principales críticas. De “escándalo político” lo calificó entonces el portavoz de EE, y el hecho es que la realidad superaba cualquier ficción. Porque Iñaki Anasagasti –el que fue durante años la voz del PNV en Madrid- por entonces miembro del Consejo de Administración del Ente público, era a la vez accionista de la empresa Eresoinka, la encargada de producir los doblajes para la televisión vasca. Empresa que se constituyó en 1982 con un capital social de 300 mil pesetas con seis únicos accionistas a partes iguales (o sea con una “arriesgada” inversión de 300€ por cabeza): Sabin Zubiri, gerente de la editorial Iparraguirre, propiedad del diario Deia –la hoja parroquial del PNV- y padre de Bingen Zubiri, director administrativo de la televisión vasca por designación; Iñaki Anasagasti; su hermano; Gorka Aguirre, sobrino del que fue lendakari Jose Antonio Aguirre y yerno del entonces Consejero de Interior Luis Retozala; Juan Antonio Arcelay e Iñaki Goiri Barrón. Además del escándalo de la empresa de doblajes (que creció desde las 300 mil pts a 400 millones en menos de 10 años, una multiplicación por 1.333), ninguno de los contratados como personal de la televisión autonómica habían pasado ninguna prueba previa y entre ellos el parlamentario de EE citaba algunos ejemplos como el contrato de conserje a un alcalde del PNV o a la mujer de otro alcalde peneuvista como telefonista. En cuanto a la selección del personal, que estuvo en manos de Luis Aramberri -nombrado jefe de informativos y persona de confianza para el PNV- se dio el caso de que cuando llegó el director de la radiotelevisión autonómica vasca, Antón Areizaga, se encontró con que no podía nombrar a nadie por propia iniciativa ya que todos los directivos habían sido previamente designados. Estos primeros pasos de la andadura de ETB sirven como muestra del origen y naturaleza del ente autonómico, y a la vez pone de manifiesto cómo, entonces, la izquierda abertzale vasca aún no había sido devorada por la telaraña tejida por los Arzallus-Ibarretxe y se manifestaba crítica con el tinglado iniciático del PNV. Lo que podría considerarse anécdota de hemeroteca, vale para evidenciar cuál ha sido y sigue siendo la norma de una televisión pública tratado por el aparato peneuvista como un “telebatzoki” de su propiedad, que no retransmite el mensaje de Navidad del Rey o acumula denuncias por la emisión de programas infantiles que educan activamente en el odio a España y en los valores del nacionalismo étnico. El presente artículo no pretende cuestionar la calidad y profesionalidad de los trabajadores de la televisión pública vasca, sino defender su libertad. El blanco es la orientación y dirección política del ente público, que está dedicada a convertirla en un omnipresente altavoz del régimen vasco y un lucrativo negocio para sus acólitos. Prueba del dominio del aparato del PNV sobre la televisión autonómica es el hecho de que su último director general hasta 2007, Andoni Ortúzar, es hoy el presidente del PNV en Vizcaya, mano derecha de Iñigo Urkullu. Preguntado por el periódico El Correo sobre lo que pensaría cualquier persona acerca de la conveniencia de que un señor pase directamente de dirigir la televisión pública a presidir el partido que controla dicha televisión, Ortúzar contesta: “Si esa persona viviera en Euskadi se daría cuenta de que es una cosa normal. En otros países la frontera entre lo personal y lo político están más marcadas”. Toda una declaración de cómo los jeltzales del PNV identifican lo público con su propiedad sobre el caserío. En la actualidad un total de 6 productoras se reparten los contratos de ETB: 3 Koma. En 2007 facturó 2,8 millones de euros para ETB. Programas: Ordu Txikitan, Horrelakoa da Bizitza, Oh Happy Day. Propietarios: Koldo Anasagasti. Antiguo director de producción y director de la ETB. Director del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Baleuko. Facturó 2,6 millones de euros para ETB. Programas: Políticamente Incorrecto, Betizu, Pelotari, “Olentzero y la hora de los regalos” (Película). Propietarios: Hermanos Barinaga. Karmelo Vivanco. Pausoka. 3,1 millones de euros para ETB. Programas: Goenkale y Vaya Semanita. Propietarios: Pedro Luis Ruiz Aldasoro, ex gerente de La Gaceta del Norte. Orio. 1,7 millones de euros para ETB. Programas: Mihiluze, Satúrela, múltiples documentales. La dirige el cineasta Unai Ibarbia. La productora se define como “ligada al mundo del euskera en particular y al de la cultura euskaldun en general.” Hostoil. 5,3 millones de euros para ETB. Programas: Martín, Klikowsky y Date el bote. Propitarios: Globomedia. K2000. 8,5 millones de euros para ETB. Programas: Pásalo. Kalaka, Vuelta de Tuerca. Propietarios: Mediapro. Hasta hace poco pertenecía al BBK y Deia. Ahora es de una productora –Mediapro- propietaria de La Sexta y el periódico El Público, a la que desde muchos medios se atribuye muy buena sintonía con Moncloa y alternativa a PRISA. EiTB cuesta a todos los vascos 424.383 euros diarios. El Gobierno vasco, pese a la crisis, ha elaborado un presupuesto expansivo para poner en marcha un nuevo canal de televisión para el próximo verano (ETB-4) y la consolidación de ETB-3, íntegramente en euskara, presupuesto con un enorme déficit subvencionado por la consejería de Cultura y costeado por los ciudadanos vascos. La subvención que representa el 76% del presupuesto de EiTB que para 2009 es de 201 millones de euros supone el desembolso de 154,9 millones; o lo que es lo mismo, 424.383 euros diarios. La promoción del esukera a través del nuevo canal, supone un aumento del 8,44% del presupuesto de ETB, 13 millones de euros, mientras que los responsables del ente estiman que sufrirán un descenso en los ingresos publicitarios del 15%. En términos generales, Euskal Telebista únicamente obtendrá el 15% de su presupuesto a través de ingresos propios. Y como en todos los frentes que anteriormente hemos analizado, la opacidad sigue marcando cualquiera de los ámbitos públicos. Uninforme del Tribunal Vasco de Cuentas sobre fiscalización de la administración del País Vasco, concluye que las principales deficiencias encontradas en la revisión de la contratación de personal por parte de las sociedades públicas descansan en la falta de la publicidad que establece como obligatoria la legislación vigente. En el caso de ETB se señala la falta de notificación al Consejo de Administración de 54 puestos cubiertos mediante libre designación. “Libres designaciones” que el aparato de los Arzallus-Ibarretxe entiende que sólo pueden corresponderse con personas de su más estricta confianza, a ser posible con vínculos de sangre. Un Caserío televisado, montado por 30 años de régimen, con capacidad para manejar presupuestos multimillonarios, que ha creado el tejido social vinculado al régimen y que repite y difunde las consignas que lo alimentan.

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