Dí­a Mundial del Teatro

El sueño de Hécuba

27 de marzo, Dí­a mundial del Teatro: «¿No es admirable que este actor, sólo en una ficción, en una pasión soñada, pueda sujetar de tal modo su alma (…) y toda su actitud ajustada en formas a su concepto? ¡Y todo ello por nada! ¡Por Hécuba!» (Hamlet. Acto II, escena XI).

Como cada año or esta fecha, 27 de los corrientes, autores, actores y espectadores de todo el mundo celebramos el Arte que ha consagrado a Eurípides, Terencio y Esquilo, a Shakespeare y a Lope de Vega, a Calderón, Tirso y Moratín, a Antonin Artaud, Stanislavski, Beckett o Max Aub, a Arrabal, a Sastre y a Nieva, a Pirandello y Bernard Shaw, Eugene O´Neill y Tennessee Williams. Cada año esperamos observar desde cualquier rincón a la Nora de Ibsen cerrando de golpe la puerta al salir de su Casa de muñecas y haciendo tambalear las acomodadas conciencias burguesas. Asistimos afligidos a Margarita Gautier, que se muere de tisis mientras el romanticismo pone sus cimientos para enaltecer la moral y la virtud. Luego llegará el tío Vania y le romperá los esquemas a más de uno. David Mamet, Harold Pinter y otros más destrozan los juguetes de navidades pasadas e idean nuevas normas. Vemos al bruto Kowalski sudando, en mangas de camisa, y oímos su grito desesperado ¡Stella, Setella! justo en el momento en que la delicada Blanche DuBois, que siempre ha confiado en la bondad de los extraños, se deja llevar por sus fantasías y sus añoranzas. Al torcer la esquina Marco Antonio nos presenta el cadáver de Cesar, cuando lejos, en Fuenteovejuna, Señor, se preguntan airados, pero ¿quién mató al Comendador? y ¿por qué? Don Latino “se quita el cráneo” ante las damas cubriendo con su propia capa a un Max Estrella sentado en mitad de la acera. Dos desconocidos harapientos esperan ansiosos a Godot como quien espera a Dios. Nada hay nuevo bajo el sol y, sin embargo, todo está por escribir, todo por redescubrir. Donde Arlequino enredaba, la Poncia serena y pone orden. Donde Goldoni parodia, Lorca denuncia sin piedad. Donde Artaud crea y construye una 4ª pared, Brecht se acerca a nosotros a través del distanciamiento. A lo largo de los siglos, autores, actores y personajes han recogido de infinitas formas y en infinidad de lugares las pasiones y deseos, los anhelos y esperanzas de millones de espectadores: el Teatro clásico griego y romano, los Corrales de Comedias, el Teatro No, el Kabuki japonés, el Teatro de la Opera de Pekín o la danza balinesa. Títeres y marionetas, pasacalles y romerías, e incluso procesiones de Semana Santa guardan una relación directa en sus escenificaciones, al igual que la liturgia de la misa cristiana o los ritos judíos o musulmanes donde se comentan los libros sagrados. Celebremos este día acudiendo a los escenarios durante todo el año. Esto no es más que un llamamiento, salgamos a la calle, tomemos al asalto los Teatros, los Cafés, las Avenidas, porque esto no es más que una exaltación, un arrebato, una lujuria, pues toda la vida es sueño y el Teatro sueños son.

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