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La financiación autonómica no sólo se ha convertido en uno de los principales problemas del gobierno de Zapatero, sino sobre todo en un grave problema para el país, ya que lleva camino de abrir una nueva escalada de endeudamiento y derroche de recursos públicos.
Zaatero está metiendo al país en un auténtico berenjenal prometiendo a cada uno lo que quiere oír. Prometió al presidente de la Generalitat, José Montilla, que Cataluña recibiría una financiación per càpita “por encima de la media nacional” de las demás comunidades y que el nuevo modelo de financiación “colmará las necesidades de Cataluña”. Al presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñan, que Andalucía será la comunidad “que más inversión reciba del Estado en los próximos años”. A Francisco Camps, el presidente del Consll de la Comunidad Valenciana, a través del vicepresidente de política territorial, Manuel Chaves, que recibirá más dinero según los criterios de población. A Galicia le ha prometido primas por el reconocimiento de su dispersión territorial. A Canarias y Baleares por la insularidad. A Castilla y León por su extensión geográfica. A Extremadura y Asturias las compensará por sus bajos niveles de renta…“¡Nadie va a perder dinero!” Proclama el virrey Chaves en nombre de Zapatero. Pero nadie sabe cómo será posible dar a unos (Cataluña o Andalucía) más que a otros o “por encima de la media” sin que “nadie pierda”.Abierta la espita de las concesiones a Cataluña, y en el marco de una brutal recesión económica, nadie quiere verse perjudicado por la resolución de este imposible. Pero Zapatero ya ha dado muestras de lo que nos espera al aprobar en el Consejo de Política Fiscal y Financiera que las comunidades autónomas aumenten el déficit del 1% que fija la ley hasta el 2,5%. O sea más del doble. Es decir, está dispuesto a tirar de seguir endeudando al Estado para satisfacer las reivindicaciones de las castas políticas y las burguesías burocráticas que gobiernan en cada territorio.Una cosa segura: más endeudamientoZapatero nos ha endeudado para dar dinero a la banca y los grandes monopolios. Y ahora para poner más dinero en manos de las castas locales insaciables. Porque no nos engañen diciendo que es para mantener la sanidad, educación o mejorar la justicia. ¿Acaso no sabemos en qué se lo están gastando, en qué privilegios tienen, a quienes les dan ayudas y subvenciones, o qué “informes” pagan?Para mejorar los presupuestos de sanidad, educación, dependencia, atención a los parados y familias en el límite de la pobreza, etc. no es necesario recurrir a endeudarnos e hipotecar nuestro futuro; bastaría con pegar un tajo a los gastos de las autonomías, al despilfarro, los gastos innecesarios y la corrupción, ahorrando miles de millones de euros para esos fines. ¿Pero acaso están dispuestos a recortarlos? Las castas políticas locales en el poder son como los drogodependientes, un auténtico sumidero de fondos públicos, cuanto más les eches más necesitan. Y eso es lo que ha aprobado el gobierno de Zapatero, ¡más dinero, más droga! para ellos; y para nosotros, la inmensa mayoría del país, más endeudamiento del Estado, más deuda y sus intereses que habremos de pagar de nuestros bolsillos, de nuestros impuestos y de nuestro crecimiento futuro.Montilla y el tripartito han puesto tope al gobierno, el 15 de julio, para tener resuelto el problema. Nadie sabe cómo resolver el sudoku, pero una cosa ya es segura, saldremos debiendo más dinero.