Inmigración

El submundo de los centros de internamiento

«Dan golpizas, nos insultan, nos vejan… Yo no soy ningún delincuente. Soy un obrero de la construcción que no tengo papeles. Pero jamás en recibido un maltrato similar», y nos es todo, seis folios de auxilio, narran y cuentan diferentes maltratos desde un interno argelino al que le rompieron un brazo, intimidaciones en medio de la noche con insultos y humillaciones, suministración de sedantes en la comida.

Este manuscrito que udo salir fuera por un “conducto poco ortodoxo” da la alarma de lo que puede estar ocurriendo en los centros de internamiento para inmigrantes (CIE) sin papeles donde pueden estar confinados hasta 40 días, para ser expulsados a su país. El régimen de los CIE no está regulado por Ley Orgánica. Tampoco hay efectiva vigilancia de lo que ocurre en su interior: es la Policía exclusivamente que se ocupa de ello. Ahora que el mensaje ha llegado a la Fiscalía de Madrid, iniciará una investigación del centro.Según informa el manuscrito hay personas que se niegan a ser expulsadas porque tienen hijos y mujer que comen de ellos. Algunos han sido sometidos a chalecos de fuerza hasta el punto de ser amordazados y drogados para deportarlos. Uno de ellos plantea “el objetivo es que la gente se canse, se sature, esté bajoneada y diga. <Yo me vuelvo a mi país>”.Hace unos días salió la noticia de las condiciones del internamiento de jóvenes, un documento del Defensor del Pueblo donde aparecían de nuevo toda una serie de maltratos e ilegalidades. Esta vez la alarma ha saltado antes de llegar al mismo. Es no es un caso aislado sino que se repite siempre que se dan centros de internamientos y en la mayoría de los casos en centros de control privados, ya sea niños, ancianos. Es un problema estructural. Que nos enfrenta a dos problemas, uno la necesidad de que las paredes de estos centros deberían ser transparentes, con paredes de cristal.Y el segundo más específico, la deriva que está cogiendo la política de inmigración, en la época de bonanza económica, los inmigrantes sin papeles han sido relativamente perseguidos, y de ellos se han extraído cantidad de plusvalías, sector construcción, invernaderos… En tiempos de crisis son población sobrante. El peligro de inició de entrada con la aprobación de estos mismos centros de internamiento, los nazis empezaron a llamar así los luego centros de exterminio. La última alarma es la pretensión de aprobar una regulación que criminalice la acogida, cuidado y hospitalidad para con los forasteros. De hacerse sometería a cuantiosas multas a los colaboradores con la inmigración sin papeles, ONG, congregaciones religiosas o ciudadanos.

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