Cargando...Según la NASA, el Sol se encuentra en un estado de quietud que no se ha visto desde 1916. Los vientos solares se han reducido en un 20%, y no hay manchas solares en su superficie. Las manchas solares aparecen cada 11 años de forma ciclica durante casi 200 años, pero en 2008 parece haberse roto ese ciclo.
El viento solar, consistente en las artículas de radiación emitidas por el Sol, desplazaban a los rayos cósmicos en su camino a la Tierra, además de ser los causantes de perturbaciones en las redes eléctricas y de telecomunicaciones. La debilidad de este viento solar hace que los rayos cósmicos incidan con mayor inteEnsidad en la Tierra, lo que supone un riesgo para la salud de los astronautas de la Base Espacial. Por otro lado, esta “quietud” solar se traduce también en una menor irradiación y brillo, detectando descensos tanto en la radiación visible como la infrarroja y la ultravioleta. Esta situación preocupa considerablemente a los científicos, ya que no les permite predecir cuándo tendrán lugar los máximos solares ó cimas de alta actividad que llegan a durar de tres a cuatro años, con las consiguientes consecuencias en las redes de electricidad y la comunicación, una situación que puede llegar a magnitudes catastróficas, donde los gobiernos pueden perder el control de la situación. Seria como volver a vivir a principios del siglo XX, e incluso a la Edad Media: sin ordenadores, ni teléfonos móviles, ni satélites, ni Internet,… La dependencia de los hombres a estos avances tecnológicos es cada vez mayor, y la influencia de la actividad solar es clave para su mantenimiento.