Visita del delegado de Merkel a Madrid

El sí­ntoma y la enfermedad

Poniendo así­ de manifiesto el irrelevante peso polí­tico que concede a nuestro paí­s, sólo un escalón por encima del de Grecia, donde enví­a a funcionarios de su ministerio de Hacienda. La oleada de indignación provocada por la visita ha tenido una de sus mayores expresiones en las declaraciones del lí­der de Izquierda Unida.

Cayo Lara denunció el viaje de Kaubel como una “injerencia intolerable” por parte de Berlín, y como una “vergonzosa renuncia a los principios democráticos de la soberanía nacional” por parte de Rajoy. No podemos estar más de acuerdo con él. Pero hay que sacar consecuencias.

«No se puede luchar contra los recortes sin levantar la bandera de la defensa de la soberanía nacional» La visita de Kaudel no es más que un síntoma, el acceso febril que revela la verdadera enfermedad, que no es otra que la creciente entrega de la soberanía nacional por parte de la clase política del modelo bipartidista. Y su secuestro cada vez mayor por parte de las dos grandes potencias con capacidad de intervención y control e intereses de dominio sobre nuestro país: EEUU y Alemania.Ese es el centro de todo lo que ocurre hoy en España. Si hay una reforma laboral extremadamente agresiva es porque Washington, a través del FMI o de su embajador en Madrid, no han cesado de presionar para exigirla. Si hay recortes sin fin o reforma de la Constitución es porque Berlín necesita asegurar el cobro de la deuda para los bancos alemanes. Por eso hoy, en España, no es posible luchar consecuentemente contra los planes de recortes y ajuste sin levantar al mismo tiempo la bandera de la defensa de la soberanía nacional como la clave de todo. El camino que los países que están creciendo y desarrollándose (desde Brasil hasta Argentina, pasando por Ecuador, Turquía, Sudáfrica o Islandia) están mostrándonos al resto del mundo desde que estalló la crisis.

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