Crisis Euskadi

El sector de nacionalismo democrático tiene un plan

Josu Jon Imaz, presidente de Petronor (ex presidente del PNV), presentó ayer a Pedro Luis Uriarte, ex consejero del BBVA y ex consejero de Hacienda del PNV. Hombre clave con una pata en los principales núcleos de poder económico y otra en los centros de poder polí­tico. Ahora actual presidente de Innobasque (consejo vasco de innovación) planteó ayer en el desayuno informativo de «Forum Europa. Tribuna Euskadi» ante una nutrida representación del mundo polí­tico, empresarial e institucional, lí­neas de un plan de acción para Euskadi, donde propone olvidar las aventuras soberanistas para que la crisis no les barra y es más poder saldarla colocándose en «la Copa de la liga Económica»

Primero estableció un diagnóstico, la economía atraviesa una crisis rofunda, que todavía no ha tocado fondo y hay que esperar que siga decreciendo, hay que ponerse en lo peor. Es a nivel mundial, pero en España va a afectar particularmente. Y que esta crisis tendrá consecuencias geoestratégicas muy importante. Es decir dependiendo de los pasos que uno de, al final de la crisis estará colocado en un sitio o en otro.En las crisis siempre hay "vencedores y vencidos" y en este sentido Euskadi tiene singulares capacidades para ser vencedores". Comparó la situación con el Atletic de Bilbao y la necesidad de superar varias eliminatorias para llegar a "la final de la Copa en Economía". Para ello no ha de caer en una recesión profunda, crecer en 2009 más que la UE, que el decrecimiento del PIB en el País Vasco sea como mínimo un 33 por ciento mejor que el de la economía española y que el paro en Euskadi sea menor que en el resto del Estado. Desde ahí mantener el PIB per cápita entre los tres más alto de los estados de la UE y de las 17 comunidades autónomas, así como lograr que su tasa de pobreza sea menor que en el resto de España. La línea general es "innovar Euskadi es transformar Euskadi y viceversa" y desde ahí "abordar un "intenso programa de transformación de la economía y de la sociedad" y la estrategia consta de digamos tres patas: pensar de forma diferente, utilizar los capitales y las capacidades y actuar con visión global, pero son perder el "sentimiento de pertenencia". La idea es poner en marcha un nuevo modelo de crecimiento y para ello hace falta superar la "fragmentación actual", impulsar sectores emergentes y dejar lo que se hace bien y potenciar el sistema educativo y universidades como "claves".El sector pragmático del nacionalismo vasco (democrático frente a etnicista) arrinconado en los últimos años por los Arzalluz e Ibarretxe y sus aventuras soberanistas, no solo tienen una respuesta a dar ante los acontecimientos actuales sino que dan sus primeros pasos en capear una situación, donde el nacionalismo excluyente va por primera vez en Euskadi en democracia a perder el poder.

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