Arte

El satí­rico Juan Gris

Conocemos el Juan Gris parisino, con sus bodegones de guitarras españolas, violines y botellas al más puro estilo cubista. Sin embargo existe toda una historia anterior. Un joven Gris casi desconocido que deslumbra como ilustrador de prensa humorí­stica y satí­rica en las principales revistas del modernismo europeo. Y que, sin pelos en la lengua, alzaba la voz contra las injusticias y tomaba posición por la clase obrera a través de sus insolentes viñetas diarias. La exposición «Juan Gris, ilustrador. 1904-1912», rescata del olvido originales inéditos de esta época.

Durante los ocho años en los que se dedicó a dibujar ara las principales cabeceras españolas y francesas, Gris realizó unas 800 ilustraciones, dibujos, caricaturas y viñetas de las que tan sólo quedan un centenar de originales. La mayoría de estas obras han sido rescatadas la colección privada del empresario catalán establecido en París, Emilio Ferré, y pueden ser contempladas hasta el 14 de junio en la Fontana d’Or de Girona.De ese centenar pueden verse en en esta exposición hasta 61 ilustraciones, la mitad inéditas y descubiertas recientemente, como los 13 dibujos publicados entre 1908 y 1911 en la revista alemana Sporthumor. Uno de los alicientes de la muestra es la posibilidad de confrontar las viñetas con la página de la publicación donde fueron impresas originalmente, entre ellas Blanco y Negro, Papitu, La campana de Gràcia, Le Cri de Paris, Le Charivari, Le Rire, L’Assiette au Beurre o Le Témoin.Esta comparación entre los originales y las publicaciones nos permite percatarnos de la censura a la que frecuentemente era sometido Gris por su irreverencia crítica. Su sarcasmo era extremo y en ocasiones se consideró que había ido demasiado lejos, como cuando critica la guerra entre España y Marruecos o el genocidio armenio. Destaca también alguna de sus viñetas del publicadas el Primero de Mayo, en las que comparaba las justas exigencias de los obreros, con las condiciones de las prostitutas parisinas de lujo: “Los obreros reclaman lo mismo que ofrece a usted este viejo, encantadora Mimí. La jornada mínima y el salario máximo.”Las ilustraciones, realizadas en tinta china, carboncillo y lápiz, van acompañadas de comentarios y diálogos a pie de página que Gris escribió de su puño y letra, y que en algunos casos no llegaron a publicarse por su "incorrección política". Son dibujos fustigadores, mordaces, críticos con la vida social, los políticos, los funcionarios, el mundo económico y financiero.El interés de esta muestra es doble: Por el valor histórico y artístico que supone recuperar el trabajo de uno de nuestros mejores pintores de vanguardia, contemporaneo de Picasso o Braque; pero también por la vigencia que conserva el contenido de sus viñetas, que bien podrían ser publicadas mañana mismo en cualquier revista como El Jueves.

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