Entrevista a Cristina Hoyos

El Romancero Gitano en el Folies Bergere

Vuelve a interretar una obra de Lorca. Federico nos evoca al enigma ¿que es lo que hace que sus imágenes a todos hieran, a todos hechice, desde la Alhambra a nuestras antípodas culturales en Japón? La obra de Federico está llena de metáforas y a la vez es muy del pueblo, él, siendo muy andaluz, era a la vez el más universal de nuestros poetas, siempre me he preguntado cuantas emociones habrá despertado a todos los que han leído y releído su obra… Volvemos a Federico, al color de sus palabras, al calor de sus frases y la belleza de su contenido penetra en nuestras almas. Romancero se leerá (y bailará) hoy, ayer y siempre, cada vez con una nueva visión o un nuevo enfoque, pero su espíritu permanecerá siempre. Lorca decía que para que el duende apareciera era necesario sentir a la muerte. ¿No esta Romancero gitano así como toda su obra poética recorrida por esa particular concepción del amor y la muerte, como algo inseparable? Lo que tiene Romancero Gitano es su diversidad, van apareciendo la vida y la muerte, el amor y el desamor, lo alegre y lo amargo, el deseo, la envidia, la esperanza… Elegimos 10 de los 15 poemas y se va viendo por ejemplo la infancia y la muerte en el “Romance de la luna, luna”, el juego lujurioso del aire y el cuerpo en “Preciosa y el aire” el deseo en “La Monja Gitana”, las rencillas ancestrales en “Reyerta”, un alegre y desenfadado adulterio en “La Casada Infiel”, la envidia y otra vez la muerte en “El Camborio”, el racismo en “La Guardia Civil” y el dolor hondo y espeso en “La Pena Negra” ¿Esa lucha entre el deseo y la ley que aparece en sus romances no es lo que hoy nos hace movernos, saltar? No debemos olvidar la época en la que Federico escribió sus poemas y todo lo que el vivió y como murió… se dice que justo antes de matarlo le dijeron: “por rojo, por poeta y por homosexual” (esto último se lo dijeron más fuerte) figúrate… qué de estas tres cosas era es malo… se sigue muriendo por la libertad… ¿Por qué habéis elegido el “Romance Sonámbulo” como hilo que une toda la obra? El Romance sonámbulo estuvo siempre ahí, en el montaje, y su letra venía bien en muchos palos, en muchos estilos, fuimos escuchando las composiciones y nos dijimos ¿porqué no? Este es nuestro hilo conductor… Baila el Romance de la Pena Negra ¿Cómo se interpreta a un personaje como Soledad Montoya? Soledad está tan perdida que incluso se busca a sí misma, cuando dice “vengo a buscar lo que busco, mi alegría y mi persona…” está buscando su paz, su pasado, su presente, su futuro… ¿cómo lo interpreto? Intento meterme en el personaje desde que escucho los primeros acordes de la guitarra, todo es triste, todo es agrio… lo bailo y lo hablo con la madurez y el peso que te dan los años, no creo que pudiera haberlo hecho igual mucho más joven, con menos movimientos intento transmitir más y desgraciadamente hay muchas ‘Soledad Montoya’ por el mundo. Háblenos de las coreografías, son muy arriesgadas Mi forma de coreografiar no se si es arriesgada o no, intento que tengan mi sello. Yo no quiero explicar un poema con grupos que hacen círculos, semicírculos, líneas o transversales, intento explicar con movimientos y expresión lo que Federico quiso decir con palabras, para lo que empleo grupos coreográficos, si he de contar una pena con 8 chicas no las pongo a todas a hacer lo mismo, mientras un grupo por ejemplo reza, otro se desespera y el otro golpea el suelo. En Romancero jugamos con la escenografía, con las luces, hay una especie de violación, una pelea con cuchillos y navajas, un juego amoroso muy fuerte, el Camborio tiene 3 caídas como en la vía Dolorosa, la Guardia Civil se echa sobre los gitanos… los poemas son tan fuertes que no nos podíamos quedar a medias tintas ¿Qué destacaría de la música de Pedro Sierra? A cada poema, a cada romance, el ha sabido darle un estilo, una gracia, una profundidad distinta y aunque hay un hilo argumental, el que en un poblado gitano los viejos cuentan las historias para que no se pierdan, cada romance tiene un tratamiento distinto. Es tan buena la colaboración que ya estamos preparando con él un nuevo espectáculo. Vuelve a trabajar con José Carlos Plaza, con quien interpretó Yerma, ¿Que destacaría de su trabajo? Trabajar junto a José Carlos es todo un lujo, es uno de los mejores directores de este país y con el me ilusiono, disfruto, aprendo… nos dirige a todos divinamente y nos explica cada cosa que tenemos que sentir. El es un gran conocedor de la obra de Federico, y cada metáfora, cada frase, cada palabra nos la va contando, deshojando, destripando de forma que hacemos nuestro cada romance. Este es nuestro segundo trabajo junto y ahora estamos inmersos en el montaje de lo que será el tercero. Trabajar con el es un regalo que me ha dado la vida, en cierta manera aprendemos juntos, es un gran profesional, pero yo, que soy coleccionista de amigos (de buenos amigos) tener a José Carlos entre ellos me siento afortunada.

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