El Robin Hood de los ricos

Zaatero prometió mejorar la distribución de la riqueza. Ahora ya sabemos como pretende hacerlo: actuando como un Robin Hood a la inversa, robando a los pobres para dárselo a los ricos. En los últimos días, el gobierno de Zapatero ha aprobado casi a hurtadillas y procurando que no trascendiera demasiado, una drástica rebaja de impuestos para los grandes accionistas de bancos y monopolios, reduciendo desde el 43% al 18% los impuestos que debían pagar por los dividendos que acumularan. Al mismo tiempo, ha impulsado la desaparición del impuesto de patrimonio (el que tributan las grandes fortunas), una medida que ha sido promovida durante los últimos años por las Faes -la fundación impulsada por Aznar-. Dos movimientos a los que se suman los 250.000 euros de dinero público entregados a los bancos a través del plan de rescate. Gracias a la magnanimidad de Zapatero, cada español aportaremos una media de 3.000 euros para “rescatar” a lo grandes bancos. Y eso que ya venimos de cuatro años donde se ha producido la mayor pérdida de los trabajadores en la distribución global de la riqueza. Si ésta se hubiera mantenido al nivel que Zapatero la encontró cuando alcanzó el poder, cada trabajador habríamos percibido 3.000 euros más. Esta es la nueva distribución de la riqueza que propugna la socialdemocracia: robar a los pobres para dárselo a los ricos.