El Rey y los sindicatos

EL Rey recibió ayer conjuntamente en el palacio de la Zarzuela a los secretarios generales de los dos sindicatos españoles mayoritarios, Ignacio Fernández Toxo, líder de CC.OO. y Cándido Méndez, máximo responsable de la UGT. El dramático momento económico, con una cifra de paro que se acerca a los 5,7 millones de personas, la posible petición de un segundo rescate suave a Bruselas para hacer frente a las dificultades financieras y las perspectivas que la recesión se alargue al menos hasta el año 2013 centraron la conversación, si bien no había una agenda cerrada. La reunión respondía tanto al interés de don Juan Carlos, que citó a los líderes sindicales, como de ellos mismos, que querían transmitir al Rey sus posiciones. La cita se tiene que evaluar pues positivamente tanto por su oportunidad en la delicada coyuntura en que se enmarca, como porque ratifica el normal funcionamiento de las instituciones precisamente cuando más necesario se hace el diálogo entre todos los actores políticos, económicos y sociales del país.El encuentro en pleno agosto vino precedido de otras dos importantes reuniones de los líderes sindicales celebradas durante el mes de julio: la que mantuvieron con la canciller alemana, Angela Merkel, el día 5, y con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el día 26. El papel de arbitrio y moderación del funcionamiento regular de las instituciones que la Constitución atribuye al Rey se ve reforzado en unos momentos en que los sindicatos preparan movilizaciones para el otoño en contra de las reformas económicas del Ejecutivo y en un contexto de lógica preocupación social no exenta de tensiones. Precisamente, el Rey presidió un Consejo de Ministros deliberativo previo a la reunión ordinaria del Gabinete que aprobó, el 13 de julio pasado, el mayor ajuste económico de la historia de la democracia española con el fin de reducir el déficit en unos 65.000 millones de euros. Este hecho, que se inscribe también en el normal funcionamiento de la actividad de la Corona de acuerdo con lo establecido en la Carta Magna, motivó en su día algunas críticas de los sindicatos a Rajoy, a quien acusaron de utilizar la figura del Monarca en su provecho.