Se multiplica el rechazo al PP y al PSOE

El rechazo al bipartidismo supera todos los lí­mites

Cada nueva encuesta es peor que la anterior para Rajoy y Rubalcaba. Cada vez que los ciudadanos pueden expresarse manifiestan un mayor rechazo al «bipartidismo de los recortes». Incluso en feudos históricos como en Valencia, donde la fidelidad de voto al PP actuaba a modo de dique de contención, se ha producido un vuelco imprevisible hace pocos meses.

Si se celebraran elecciones ahora, la suma de PP y PSOE sólo alcanzaría el 53,8% de los votos. En 2007 llegó a suponer el 88,3%.

Según la última encuesta publicada, el PP perdería 14,7 puntos respecto al resultado obtenido en las generales celebradas hace menos de un año. «Nos encontramos con una sociedad hastiada de un bipartidismo que acata con sumisa resignación la oleada de recortes impuesta por el FMI y Merkel»

Hasta el 71% de los encuestados suspenden al gobierno. Y al 84% Rajoy le inspira “poca o ninguna confianza”.

El PP se quedaría hoy con solo el 29,9% de los votos. Hay que retroceder hasta 1989 para encontrar un resultado tan negativo.

Y quienes más le dan la espalda son sus propias bases. Hace un año, el PP mantenía una fidelidad de voto del 90%. Ahora ha bajado hasta el 51%. La mitad de sus votantes abandonarían hoy a Rajoy.

El rechazo se extiende hasta el PSOE, que cae más abajo del suelo alcanzado el 20-N, perdiendo 4,8 puntos.

Y la valoración de Rubalcaba es incluso peor que la de Rajoy. El 76% lo suspende, y al 90% le inspira “poca o ninguna confianza”.

Quienes aumentan notablemente su intención de voto son los partidos que se oponen a los recortes y a los abusos del bipartidismo. Izquierda Unida obtendría un 12,6% de los votos, seis puntos más que en las generales. Y UPyD subiría hasta el 10,2%, con lo que casi doblaría el 5,9% que le auguraban las encuestas el pasado mes de junio.

Es muy significativo el resultado de la encuesta de Metroscopia para la Comunidad Valenciana.

Los muros que habían protegido al PP en uno de sus graneros de voto más fieles parece que empiezan a romperse.

Si se celebraran hoy elecciones, el PP no solo perdería la mayoría absoluta. Se dejaría 13 de sus 55 escaños, reduciéndose su apoyo en 15,1 puntos respecto a las últimas autonómicas. Y 19,1 puntos respecto al techo electoral alcanzado en 2007.

¿Subiría, por fin, el PSOE en Valencia?

Nada de eso. El PSPV perdería 8 de sus 23 escaños. Se quedaría por debajo del 20%, la cifra más baja de su historia.

Y, de nuevo, los votos que abandonan a los dos grandes partidos buscan las opciones que más se han significado en la lucha contra los recortes y la tenaza del bipartidismo.

Compromís y Esquerra Unida doblarían sus escaños. Y UPyD haría una fulgurante aparición, pasando de cero a seis escaños.

La radiografía política que nos ofrecen las encuestas, tanto en Valencia como en el conjunto de España, no puede ser más clara.

Nos encontramos con una sociedad hastiada de un bipartidismo que acata con sumisa resignación la oleada de recortes impuesta por el FMI y Merkel. Y que busca desesperadamente otras opciones.

Estamos recorriendo el mismo camino que Grecia. Y no solo por la salvaje intensidad de los recortes.

En el país heleno, la sumisión de las dos grandes fuerzas políticas provocó su hundimiento electoral.

Pero, al mismo tiempo, el pueblo griego fue capaz de levantar una alternativa, plasmada en Syriza, la coalición antihegemonista que estuvo a punto de ganar las últimas elecciones.

Esto es lo que hace falta hoy en España. Una alternativa de unidad que canalice todo el descontento.

El aumento de la intención de voto de algunos partidos por separado no será suficiente para quebrar el dominio del bipartidismo.

El aumento del rechazo social a Rajoy y Rubalcaba nos ofrece unas condiciones favorables. Pero es necesario dar un paso adelante. Que permita crear una “Syriza española”, donde pueda verse reflejado el 90% de la población que sufre los recortes. Desde los votantes de izquierdas hasta las bases del PP que están retirando el apoyo a Rajoy.

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