Entrevista a Nazanín Armanian

“El pueblo iraní es muy consciente de sus derechos y tiene una enorme tradición revolucionaria”

Nazanín Armanian es una escritora y politóloga iraní exiliada en España desde 1983 y una de las mayores expertas en la geopolítica de Oriente Medio y el Norte de África de nuestro país. Sus artículos en su blog Punto y Seguido son de lectura obligada para quien quiera comprender, con datos, tesis claras y desde una posición nítidamente antiimperialista, los acontecimientos del mundo islámico.

Estamos hablando de Irán y de Oriente Medio, siempre en el punto de mira de EEUU. ¿Cuál es el papel de EEUU en todo esto?

Irán es una nación desde hace 1.300 años. EEUU ha utilizado los sistemas sociales tribales de Libia o Siria para dividir y enfrentar, y provocar falsas primaveras árabes. En Irán esto no es posible, no existen estructuras tribales.

EEUU no puede intervenir en Irán igual que en Libia o en Siria. Si pudieran, ya lo habrían hecho. Washington no tiene embajada en Teherán desde hace 40 años. No emprenden una agresión militar abierta y directa contra la Irán porque no puede hacerlo. Lo que hace EEUU es hostigar, desgastar el potencial económico de Irán, condicionarlo y lastrar su desarrollo. Porque en el plano militar -también por las sanciones y el acuerdo nuclear, que impiden al país comprar armas avanzadas hasta pasados 15 años- la capacidad de Teherán no puede medirse con la de Riad o Tel Aviv, armados hasta los dientes por Washington.

La estrategia de Washington es desmantelar los Estados fuertes y potentes de la zona para convertirlos en mini-Estados o Estados fallidos más vulnerables a su injerencia y controlables a largo plazo. Actúa así incluso con sus aliados, por ejemplo instigando el enfrentamiento entre A. Saudí y Qatar para luego arbitrar.

La creación de la OTAN sunní es una realidad. Es una gran amenaza para la nación iraní, pero también para Turquía y otros países de la zona. También para los pueblos de los propios países sunníes, porque serviría para aplastar los levantamientos populares

A tu juicio, las recientes protestas en Irán tienen esencialmente su origen en la propia lucha de clases del país. ¿Estamos ante un asunto fundamentalmente interno?

Si, así es. EEUU no tiene nada que ver con el origen de las protestas populares, aunque van a intentar aprovecharse de ellas. Parece que si un país que es enemigo de Washington hay protestas, hay que buscar conspiraciones como causa única, y que en ese país ya no hay lucha de clases.

La República Islámica es un régimen de corte medieval, y al mismo tiempo un país capitalista, dirigido por una derecha islamista, con un nacional-chiísmo al estilo del nacional-catolicismo de Franco. Pero al mismo tiempo en Irán hay un fuerte arraigo de la lucha por las libertades, de tradición revolucionaria. Hemos hecho tres revoluciones en el s.XX para derrocar a regímenes injustos y para exigir democracia política y económica.

Pero la Revolución contra el Shah fue secuestrada por los reaccionarios. En el 83 prohibieron la totalidad de los partidos políticos y sindicatos. También empezaron el saqueo a mano armada de las arcas públicas, en un país que tiene la primera reserva de gas del planeta y la cuarta reserva de crudo del mundo. Contra este saqueo del país y esta opresión política hubo varias rebeliones, como la de 2009 contra Ahmadineyad, que fue aplastada. Muchas fuerzas de izquierdas la consideraron simplemente una «revolución de colores» instigada desde EEUU. No fue así.

Ahora no se trata de la pequeña burguesía de los estudiantes universitarios, es el pueblo hambriento. El propio régimen confiesa que el 48% de la población vive bajo el umbral de la pobreza, en uno de los países más ricos del planeta. Este pueblo ya no puede aguantar más y estalla.

Pero este estallido ocurre en medio de una ausencia total de fuerzas y organizaciones progresistas -que han sido asesinadas- dentro y fuera de Irán, por lo que ese levantamiento no tiene liderazgo ni línea. Y en medio de un Oriente Medio con siete guerras abiertas y una militarización sin precedentes.

Afirmas que en estas protestas, aunque como en veces anteriores hay estudiantes que exigen libertades y reformas democráticas, predominan las consignas de los asalariados empobrecidos, de obreros y campesinos. ¿Qué exigen?

Al problema secular de los campesinos sin tierra, de los jornaleros pobres, se añade la sequía brutal de los últimos años. Millones de campesinos, muchísima gente de las zonas rurales han emigrado a unas ciudades en las que no hay industria -ni siquiera como en España un sector servicios- que sea capaz de absorber a todos esos desocupados. Masas empobrecidas viviendo en los extrarradios -igual que ocurrió en la época del Shah- y el régimen no ha hecho nada para aliviar esto.

La burguesía que predomina en Irán es una burguesía compradora-vendedora, no es una burguesía industrial con mentalidad emprendedora, tienen una mentalidad atrasada. Ahora que se han levantado parte de las sanciones, ¡lo que han hecho es dedicarse a importar productos que ya se producen en Irán!. Han cerrado más fábricas, dejando a cientos de miles de trabajadores parados, sin seguro de desempleo, sin darles una alternativa.

Muchísima gente esta harta, y tienen razones, porque ya no hay pan para llevar a casa. Es más: el precio del pan se disparó antes de las protestas. La carestía de la vida es uno de los detonantes. Estamos ante una crisis estructural, de legitimidad del régimen. Desde el punto de vista político, económico, social, religioso, ideológico y hasta de género.

En cuanto a la lucha entre las dos fracciones dentro del régimen -los «halcones» del líder supremo, por una parte, y el sector más «moderado» representado por Rohaní- ¿que correlación de fuerzas dirías que había? ¿Y cuál ha quedado?.

Antes de las protestas la gente seguía creyendo a Rohaní, que antes, durante y después de las elecciones ha dicho muchas veces que «no haré de sargento, sino de economista”. Y en parte sí ha intentado hacer algunas reformas, pero ha tenido dos grandes problemas.

Por un lado el sector «ultra» no le ha dejado. Los militares y los ayatolás controlan la totalidad de la economía del país, y funcionan como organizaciones mafiosas. Su capacidad de sabotear los esfuerzos de los moderados y reformistas es considerable.

Y el segundo problema es EEUU. Washington no ha cumplido su parte del Acuerdo Nuclear, que venía a decir: «los iraníes renuncian a la bomba atómica, y a cambio los norteamericanos les dejaremos entrar en el mercado mundial y les levantaremos las sanciones”. Muchos países europeos están firmando contratos megabillonarios con Teherán, pero no tienen -por las restricciones norteamericanas- un sistema bancario para meter dinero en Irán o para sacar los beneficios, están trabajando con crédito.

Esto ha hecho que todas las espectativas levantadas por Rohaní de que el acuerdo nuclear iba a haber pan, trabajo, riqueza y empleo… no se han cumplido. Y la decepción ha sido monumental.

A todo esto se suma la creciente agresividad de la administración Trump contra el país. Ahora es posible que al cerco económico se añadan provocaciones militares. Ahora es posible que las fuerzas militares iraníes, que están en Irak o en Siria choquen frontalmente con las fuerzas militares de EEUU en esos mismos países.

One thought on ““El pueblo iraní es muy consciente de sus derechos y tiene una enorme tradición revolucionaria””

  • Desde luego es otra visión, aunque en lo fundamental, el poder de los ayatolás y como no, las injerencias del Imperio yanki, son, como sabemos, el eje por donde sangran las libertades y desarrollo de ese pueblo luchador…Muy interesante!!

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