Los acontecimientos polí­ticos eclipsan la crisis humanitaria en Madagascar.

El pueblo de Madagascar solos ante la crisis.

Como sucede siempre en el ámbito internacional, el imperialismo y sus secuaces como dadores de «ayuda» y árbitros de sus ingerencias, los pueblos siempre pagan con la misma moneda, hambre, pobreza, y sentir que no cuentan ni para sus gobiernos ni para el siempre omnipresente imperialismo. «Es como la población de Madagascar debí­a ser castigado por las consecuencias de la crisis polí­tica», dijo a IRIN Xavier Leus, Coordinador Residente del Sistema de las Naciones Unidas en Madagascar.

Ante el cambio de régimen con la aarición del golpe de Estado, con lo que debilitó las estructuras gubernamentales y económicas del país a principios de este año, la comunidad internacional ha respondido por la separación. Algunos organismos regionales como la Unión Africana y el Desarrollo del África Meridional suspendieron su participación de Madagascar, y los donantes se han retirando rápidamente al país de cualquier ayuda no humanitaria. La comunidad humanitaria en Madagascar se unió para lanzar un "llamamiento urgente" para conseguir la suma de 36 millones el 7 de abril, tres semanas más tarde, la llamada parece haber caído en oídos sordos, los donantes no se han comprometido ni a un sólo millón de dólares.En diciembre de 2008, el sistema de advertencia (EWS), del Gobierno de Madagascar se refirió a la necesidad de proporcionar ayuda alimentaria a 150 000 personas, asoladas por la sequía persistente y las tasas de malnutrición, a los que se añaden las consecuencias de los huracanes y tormentas tropicales, y la inseguridad alimentaria. Hoy en día, las necesidades se están convirtiendo rápidamente en inmanejable. Difícil temporada de huracanes, pero los tres huracanes que han azotado desde enero de 2009 han causado inundaciones en todo el país, el desplazamiento de varios miles de personas y alrededor de 30 muertes. El riesgo se incrementa por el hecho de que Madagascar se encuentra actualmente en temporada de la cosecha principal (mayo / junio), que debido a la escasez de precipitaciones, apenas se espera que la producción nacional de alimentos sea de gran ayuda.Pero ahora a consecuencia de la crisis política, la capacidad de las autoridades (especialmente a nivel descentralizado) y los donantes para trabajar con el gobierno han desaparecido.

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