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El público siempre tiene la razón

Una encuesta de Metroscopia ha puesto encima de la mesa dos datos significativos respecto a las costumbres y la valoración de los españoles en cuanto a la piraterí­a y el cine español. Lo primero es una contradicción que desde la misma Metroscopia se señala: la diferencia entre la opinión – el 72% de los españoles están de acuerdo en que se persiga la piraterí­a – y los hechos. Y lo segundo es el rechazo por parte del público a una gran parte de los contenidos producidos por nuestra industria cinematográfica – dramas sociales, las pelí­culas intimistas y las de posguerra -, al mismo tiempo que se reclama protección por parte de la Administración frente a la majors norteamericanas y se defiende la calidad de nuestros artistas. El público ha hablado y siempre tiene la razón, ¿no?

Los esañoles comprenden y comparten la protección del trabajo de un artista y, sin embargo, sólo en el 2007 se produjeron 1.200 millones de descargas “ilegales” de música; el 2008 ha ido increcendo y sin contar cine y obras literarias. Lo que quiere decir que no se percibe como un acto delictivo, sino todo lo contrario. Evidentemente la gente no se ha vuelto esquizofrénica… están con los artistas, no con los “propietarios”. Recientemente el presidente de la Federación de Asociaciones Productoras de Audiovisuales de España – FAPAE -, Pedro Pérez, situaba a España como "la vergüenza de Europa y casi del mundo" – una de cal -, defendiendo al mismo tiempo la construcción de un tejido industrial que permita alcanzar el balance positivo del sector – una de arena -. Y con estas declaraciones contrastan también los datos de la encuesta de Metroscopia. Según sus datos el 61% de los españoles califica el cine español como "bueno o muy bueno" e incluso opina que ha mejorado en los últimos años. Sin embargo la cuota de pantalla sigue la linea descendente: En el 2007 el cine español disfrutaba de 15,8 millones de espectadores – un 13,47% de cuota de mercado -, pasando al 2008 con 14,3 millones – 13,18% -. En los primeros meses del 2009, los espectadores suman tres millones, y la cuota de mercado apenas supera el 9,12%. El público reclama otros contenidos, otras condiciones de competencia en el mercado respecto a los grandes monopolios cinematográficos y distribuidores, y una mayor promoción que “cuide” a los espectadores. En esto parece que el nuevo presidente de la Academia, Alex de la Iglesia, está de acuerdo.Si las entidades de gestión de derechos ejercieran la misma insistencia en defender al cine español de la industria norteamericana que para reclamar de los bolsillos de los ciudadanos el pago de cuotas y cánones, otro gallo nos cantaría. Y si en ese proceso se fijara como primordial el objetivo de crear una industria cinematográfica independiente y rentable – tomando como única vara de medir la calidad de los contenidos, la cantidad de espectadores en condiciones de competencia igualitaria -, los criterios cambiarían, las estructuras también, y la cantidad de espectadores sobretodo.

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