El PSOE, en estado de alarma

«Todos en la Moncloa y en Ferraz admiten que el desgaste del presidente del Gobierno por la crisis económica es evidente e inevitable, a lo que se suman unos recortes sociales y unas reformas económicas que están generando mucha contestación en sus propias filas. Y con unas perspectivas electorales tan sombrí­as que algunos presidentes autonómicos, alcaldes y lí­deres territoriales reclaman que Zapatero deje de enredar, tire la toalla y abra paso a un nuevo liderazgo en el PSOE.»

En la dirección del PSOE, en todo caso, confían en que el 22-M haya ocos cambios. “Desde 1995 el resultado de las municipales y autonómicas es muy estable”, auguran. Según los estrategas de Ferraz, la marca PSOE mantiene el pulso, es la imagen de Zapatero la que está por los suelos, y si bien los sondeos colocan al PP más de diez puntos por encima, las encuestas de 1996 también detectaron esa brecha y, al final, el PP sólo ganó por los pelos. (LA VANGUARDIA) LA VERDAD.- Bajo las pancartas ‘Listas de espera, bajas y jubilaciones sin cubrir, ¿y esto no te afecta a ti?’ o ‘Por la defensa de la Sanidad Pública’, miles de empleados públicos, convocados por los sindicatos por CSIF, Sterm-Intersindical, ANPE, SATSE, UGT y CCOO, gritan al unísono ‘Manos arriba esto es un atraco’, ‘Valcárcel, cretino baja el sueldo a tu sobrino’ o ‘Menos corrupción y más Educación’. EL MUNDO.- LA COINCIDENCIA entre el planteamiento expresado por Zapatero el miércoles pasado en el Congreso, anunciando que habrá que impulsar nuevas medidas para «corregir los desequilibrios de la economía española», y el programa de reformas que hoy defiende en nuestras páginas Javier Arenas -número tres del PP y alter ego de Rajoy- debería obligar a socialistas y populares a llegar a acuerdos. En el fondo, ambos están reclamando un gran pacto de Estado que permita a España salir del agujero Opinión. La Vanguardia El PSOE, en estado de alarma, llama a los barones a cerrar filas Juan Carlos Merino “¡Nunca habíamos estado tan mal!”, se lamentó el pasado lunes en la ejecutiva federal del PSOE, ante José Luis Rodríguez Zapatero, un joven dirigente socialista. “No es verdad”, replicaron varios miembros más veteranos. “Hemos pasado momentos mucho peores”, le aclararon. Muchos socialistas, desde luego, se reconocen en estado de alarma. Lo declaran todas las encuestas y sondeos electorales. Todos en la Moncloa y en Ferraz admiten que padecen un muy mal momento, que el desgaste del presidente del Gobierno por la crisis económica es evidente e inevitable, a lo que se suman unos recortes sociales y unas reformas económicas que están generando mucha contestación en sus propias filas. Y con unas perspectivas electorales tan sombrías que algunos presidentes autonómicos, alcaldes y líderes territoriales reclaman que Zapatero deje de enredar con el debate sobre su sucesión, tire la toalla y abra paso a un nuevo liderazgo en el PSOE. Una demanda que cobra fuerza en amplios sectores socialistas, como acaba de esgrimir el veterano sociólogo José Félix Tezanos. En la Moncloa y en la dirección de Ferraz, no obstante, la situación les lleva a reclamar un cierre de filas para no desestabilizar más a Zapatero. El secretario de organización socialista, Marcelino Iglesias, insistió ayer en este aspecto y pidió paciencia al partido, en especial a los barones, para conocer si Zapatero repetirá como candidato en las elecciones generales previstas para marzo del 2012. Iglesias pidió un voto de confianza en la actuación del secretario general del PSOE, recordando que ha demostrado que “administra bien sus tiempos” y subrayó que en el partido no está abierto el debate sucesorio, ni siquiera el debate sobre si Zapatero debe hacer pública su decisión cuanto antes. También la portavoz del comité electoral del PSOE, Elena Valenciano, aseguró ayer que Zapatero es el único candidato que baraja la ejecutiva y recordó que llevó dos veces al PSOE a la victoria electoral. Junto a la tesis de la recuperación económica, la dirección socialista trata de relativizar las dificultades actuales recordando que han vivido momentos muchos peores. Algunos se remontan a la noche del golpe del 23-F de 1981. Otros rememoran con un escalofrío cuando, en 1992, el juez Marino Barbero ordenó el registro del cuartel general socialista, por el caso Filesa que determinó la financiación irregular del partido. Y, más reciente, hay quien señala el atentado de ETA en la T4, en diciembre del 2006, que dinamitó el proceso de paz, como el peor momento del mandato de Zapatero. Pero estos días, todos en el Gobierno y en el PSOE se refugian en 1995, en un intento de no dejarse vencer por el desánimo. “En 1995 hubo una debacle del PSOE en las elecciones municipales y autonómicas”, recuerdan. Supuso el gran salto del PP, que se convirtió en la fuerza política más votada, mientras el PSOE se desangró y perdió los gobiernos autonómicos de Madrid y Valencia. Y un año después, en las generales de 1996, Felipe González perdió las elecciones y las llaves de la Moncloa, pero no hubo un desplome del PSOE como temían. Fue “la dulce derrota”. “Después de la debacle de 1995, en las generales de 1996 casi ganamos. Nos quedamos a 300.000 votos”, apuntan las fuentes del Ejecutivo. De hecho, algunos en el PSOE lo atribuyen a que dieron por perdidas las elecciones de manera anticipada. “El único que quiso ganar fue Felipe”, recuerdan. Y aseguran que no se va a repetir, que pese a las poco halagüeñas perspectivas de las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo –temen perder Castilla-La Mancha, y las ciudades de Barcelona y Sevilla–, no saldrán a perder las generales. El ambiente social también es muy diferente, dicen los veteranos dirigentes, pese al drama del paro y la crisis. “En las municipales de 1995 los vecinos no te venían a hablar, sino a insultar. ¡Yo salía a la calle y me llamaban chorizo! –explica un dirigente que concurrió a aquellas elecciones–. Ahora, se muestran preocupados, pero no hay una situación de absoluto descrédito del partido.” En la dirección del PSOE, en todo caso, confían en que el 22-M haya pocos cambios. “Desde 1995 el resultado de las municipales y autonómicas es muy estable”, auguran. Según los estrategas de Ferraz, la marca PSOE mantiene el pulso, es la imagen de Zapatero la que está por los suelos, y si bien los sondeos colocan al PP más de diez puntos por encima, las encuestas de 1996 también detectaron esa brecha y, al final, el PP sólo ganó por los pelos. LA VANGUARDIA. 27-12-2010 Murcia. La Verdad “¿Dónde está el dinero” gritan miles de manifestantes por las calles de Murcia Alicia Negre Miles de personas, unas 4.500 según la Policía Local y entre 4.000 y 7.000, según los sindicatos, han participado en la concentración que ha tenido lugar este lunes a las puertas del Palacio de San Esteban -sede del Gobierno regional- y en la posterior manifestación que ha recorrido el centro de Murcia por la Gran Vía Escultor Salzillo y la avenida Teniente Flomesta hasta la Consejería de Economía y Hacienda. La movilización ha transcurrido sin incidentes destacables, salvo algún forcejeo entre manifestantes y la treintena de agentes antidisturbios de la Policía Nacional que protegían el Palacio de San Esteban, así como el lanzamiento de huevos contra la fachada de la sede de la Administración autonómica y el portal de la casa del presidente regional, Ramón Luis Valcárcel, situada en el trayecto que han recorrido los participantes. Bajo las pancartas ‘Listas de espera, bajas y jubilaciones sin cubrir, ¿y esto no te afecta a ti?’ o ‘Por la defensa de la Sanidad Pública’, miles de empleados públicos, convocados por los sindicatos por CSIF, Sterm-Intersindical, ANPE, SATSE, UGT y CCOO, gritan al unísono ‘Manos arriba esto es un atraco’, ‘Valcárcel, cretino baja el sueldo a tu sobrino’ o ‘Menos corrupción y más Educación’. A la altura del portal de la casa de Valcárcel, los manifestantes han protagonizado una sentada y han hecho sonar pitos y bocinas, al tiempo que tiraban petardos y arrojaban huevos contra la puerta mientras gritaban con las manos en alto pidiendo la dimisión del presidente regional, y cantaban consignas tales como ‘En este piso está nuestro dinero’, ‘Como el de Ramoncito, queremos un pisito’, y ‘Del piso de Valcárcel no nos moverán’. En el lugar se ha citado más de 30 policías nacionales. Las movilizaciones se han reanudado hoy tras los incidentes ocurridos la pasada semana ante la Cámara de Comercio de Murcia, la vivienda del presidente regional, Ramón Luis Valcárcel, y la Asamblea Regional. Las organizaciones sindicales CSIF, Sterm, Anpe, Satse, UGT y Comisiones Obreras son las que han realizado el llamamiento a los empleados públicos de la Comunidad. LA VERDAD. 27-12-2010 Editorial. El Mundo Acuerdos hoy para abonar el pacto de Estado mañana LA COINCIDENCIA entre el planteamiento expresado por Zapatero el miércoles pasado en el Congreso, anunciando que habrá que impulsar nuevas medidas para «corregir los desequilibrios de la economía española», y el programa de reformas que hoy defiende en nuestras páginas Javier Arenas -número tres del PP y alter ego de Rajoy- debería obligar a socialistas y populares a llegar a acuerdos. En el fondo, ambos están reclamando un gran pacto de Estado que permita a España salir del agujero, justo lo que EL MUNDO ha venido solicitando desde el inicio de la legislatura. PSOE y PP encuentran en el calendario la mayor discrepancia para acordar las reformas económicas. Los populares entienden que, dado que esas reformas van a tener que aplicarse en los próximos años, lo oportuno es convocar ya elecciones. Por eso Arenas insiste en que Zapatero es «un tapón que impide el gran pacto de Estado que ofrecerá Rajoy». Pero dado que el presidente del Gobierno ya ha anunciado que piensa agotar su mandato y ésa es una facultad suya -la Carta del Director de ayer se hacía eco de su tan discutible como legítimo argumento de que llamar a las urnas «sería un mensaje de debilidad a los mercados»-, el PP se equivocaría si se cruzara de brazos a esperar 15 meses antes de empezar a impulsar los consensos. En ese tiempo el país corre el riesgo de ser machacado por la crisis. Una cosa es que haya que realizar en el futuro cambios que obliguen a una reforma constitucional -como la revisión del modelo autonómico o de la Ley electoral-, para los que sí habrá que aguardar a la nueva legislatura, y otra bien distinta que no puedan ir fraguándose entre tanto consensos sobre asuntos de alcance más limitado y concreto. Y si PSOE y PP ya coinciden en ampliar el cálculo del periodo de las pensiones y en poner fin a las prejubilaciones injustificadas, lo lógico es que se pongan de acuerdo en otros asuntos donde sólo hay diferencias de matiz. Es el caso de la jubilación a los 67 años. Arenas pide que, antes que nada, se consiga que la edad real de jubilación se ajuste a la legal, porque ahora los españoles se están jubilando «a los 63, no a los 65». Pero no se entendería que, por esas diferencias, los populares dieran la espalda a un modelo que es el que funciona en la mayoría de países europeos y que hay que afrontar por puro realismo. Sería absurdo que el PP impulsara una nueva reforma de pensiones dentro de unos meses cuando ahora tiene la posibilidad de pactar sus líneas maestras. Apoyar a Zapatero en las reformas que plantea tras dos años y medio en los que no supo darse cuenta de la gravedad de la situación es ayudar a sentar las bases de la recuperación. Tal y como hemos publicado en Mercados, se calcula que, en el año que ahora acaba, el descrédito de nuestra economía ha provocado la pérdida de 115.000 millones de euros entre lo que se ha volatilizado en la Bolsa y la huida de capital de fondos de inversión. Rajoy debería ser el primer interesado en respaldar las reformas, incluso desde un punto de vista egoísta, porque eso le permitiría, en un futuro, recoger un país en mejores condiciones. Además, es obvio que algunas de las medidas que hay que poner en marcha son antipopulares y que es el Gobierno y no la oposición el que acabará pagando la factura ante los ciudadanos. Es seguro que habrá que esperar a 2012 para intentar cerrar un pacto de Estado sobre el que construir la España del siglo XXI, pero en espera de ese gran consenso de mañana bien se pueden alcanzar acuerdos hoy que sirvan para abonar el camino y salvar el match point que nuestro país se juega en los mercados cada vez que le toca colocar su deuda. EL MUNDO. 27-12-2010

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