SIDA, más que una enfermedad

El protocolo no escrito

Nos está diciendo dos cosas. Primero, que la camaña para detectar seropositivos para ser clientelizados por las farmacéuticas entre las personas sanas genera un pool de personas que pueden y deben vivir en secreto su situación. El pasado 1 de diciembre, a raíz del Día Mundial de la lucha contra el Sida, se estimaba que en España hay 120.000 y 150.000 seropositivos, y un 30% de ellas no han sido diagnosticadas y desconocen su estado serológico. No se trata de defender el derecho de salir de ningún armario, sino de impedir que la condición sanitaria salga del ámbito médico-enfermo con las consiguientes consecuencias: un seguro de vida que no te haces, un crédito denegado, un despido fulminante o, sencillamente, que no te atiendan como es debido (o que no te atiendan) en la sanidad. Es bastante probable que las 113 llamadas (sobre 150.000 seropositivos) no indiquen que haya muy poca estigmatización sino que el propio interesado no da pie a que la haya o que puede haber muchos casos que no se denuncian. Miedo, precaución. Segundo, que una sale a la luz pública, lo que se presenta como consultas al observatorio, en realidad muchas de ellas encierran casos de denegación de auxilio, en el caso sanitario (su equivalente en el resto de casos) que debiera ser tramitado ante el defensor del paciente para su trámite judicial. Entre las consultas que relata el periódico El País está la de una chica de 19 años a la que le denegaron una limpieza bucal en el dentista, aunque la más llamativa es el caso. Pero la que llama más la atención es el protocolo no escrito que funciona en los hospitales madrileños por el que los enfermos de sida son relegados a los últimos lugares de la cola de espera en los quirófanos. El mundo al revés, tal como denuncia un afectado: “"Es absurdo. ¿Quieren decir que no están seguros de la limpieza de los equipos entre paciente y paciente? Porque entonces yo, que tengo el sistema inmunitario peor, quiero ser el primero, y no arriesgarme a que me peguen algo. Y si no es así, no tiene sentido". Algo así no es posible sin estar planificado y ordenado. Se denuncia desde ciertos ámbitos la desinformación promovida por la Iglesia Católica sobre el uso del condón mientras se pide a las autoridades facilitar la realización de la prueba del VIH de forma rápida, gratuita y anónima. Sin embargo, la realidad es que es cada vez es mayor el control sobre la vida de la gente de monopolios y estado, y más difícil el anonimato. Lléguese hasta el final en la denuncia pública y judicial de quién ha elaborado el protocolo no escrito. De lo contrario, esa es la prueba de que la discriminación y la estigmatización está escrita en el BOE y no en las Sagradas Escrituras.

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