Beneficia al PNV, juntándolo al PSOE

El PP confunde el blanco

El Partido Popular (PP) ha confundido el blanco principal en el Paí­s Vasco, que es la camarilla de Ibarreche, Arzalluz y sus secuaces, dominante en el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y que ocupa el poder autonómico en dicha comunidad. Este blanco es el que debe concentrar las condenas y las denuncias de todos los demócratas y constitucionalistas tanto en Euskadi como en el resto de España. El PP ha decidido meter en el mismo saco al PNV y al Partido Socialista de Euskadi (PSE). Ha decidido señalarles por igual como «responsables» de los «principales problemas» que sufre el Paí­s Vasco, entre ellos, la crisis económica y «la imposición lingüí­stica». Lo ha hecho público aprovechando que secretario general del PP, Iñaki Oyarzábal hací­a la presentación de una nueva campaña de publicidad sobre el uso del euskera. Pasó a acusar a jeltzales y socialistas de «escenificar una falsa confrontación» porque, según vaticinó, ambos partidos «pactarán» después de las elecciones del 1 de marzo.

Señalar que tanto el PNV como el Partido Socialista Obrero Esañol (PSOE) son responsables de la actual situación del País Vasco, e incluso, de la futura, pronosticando en el mismo inicio de la precampaña electoral autonómica vasca que formarán un gobierno conjunto, es el mejor servicio que se les puede hacer a los siniestros representantes del régimen de terror, de miedo y de silencio reinante actualmente en Euskadi. Afirmar que la línea dominante en el PSE-PSOE, representada por Patxi López, que se encuentra en la oposición en el parlamento vasco, que no tiene responsabilidades de gobierno en Ajuria Enea, está en el mismo saco que el partido que ejerce el poder nacionalista, etnicista y obligatorio, a través del gobierno autonómico, es decir, el PNV es confundir a los ciudadanos vascos, y de toda España, sobre la importancia de desalojar a los responsables de la gravísima situación política vasca donde las libertades más básicas están prohibidas de facto, pisoteadas en la calle y reprimidas en la vida cotidiana. Lo correcto es, y lo que el PP tendría que hacer, es criticar con firmeza las ideas y posiciones políticas existentes en la dirección del PSE, encabezada por Patxi López, que son conciliadoras con el nacionalismo nazifascista. Llevar una intensa campaña, con todas sus fuerzas, para exigir al PSE que deje de hablar de que necesita “libertad de decisión para después del 1 de marzo, y de que “quiere tener las manos libres” para decidir. Exigir, desde ya, el compromiso del PSE de tener un solo objetivo: desalojar a Ibarretxe y compañía del poder autonómico, y no firmar ningún pacto de gobierno con esa siniestra camarilla que recoge los frutos del árbol que otros sacuden.

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