«El anuncio del plan de ajuste para reducir el déficit -el tijeretazo en el árbol de las políticas y las prestaciones sociales- ha añadido más plomo a las alas de un PSOE que experimenta un descenso demoscópico sostenido desde el mes de febrero del año pasado. El desplome es de tal magnitud que el PP no necesita ampliar lo más mínimo su base electoral para situarse en el umbral de la mayoría absoluta.»
El sondeo otorga al PP el 42% de los sufragios, con solo mantenerse, el artido de Mariano Rajoy logra multiplicar el número de diputados gracias al batacazo de los socialistas, que apenas llegan en esta ocasión al 34% de los apoyo. El PSOE ha perdido ya 9,6 puntos desde las legislativas del 2008. Los recortes sociales del Gobierno del PSOE empujan a los votantes de izquierdas a refugiarse en otras siglas. Ello explica el notable ascenso que experimentan IU e ICV, que se disparan hasta cosechar el 6,4% de los votos, lo que les permitiría ocupar entre 10 y 11 asientos en el Congreso (ahora solo tienen dos). El partido de Rosa Díez, UPD, consigue un apoyo del 5% (EL PERIÓDICO) ABC.- La crisis monetaria y las crisis nacionales están acelerando la marginación relativa de Europa, inquietando a Washington, que reconoce su propia incapacidad solitaria ante los desafíos emergentes. El presidente Obama intenta en vano un compromiso más activo de Europa en Afganistán sin conseguir gran cosa de unos aliados perdidos en su propio laberinto, sin dinero, voluntad, ni fe para incrementar su participación en una guerra indisociable de la lucha internacional contra el terrorismo. PÚBLICO.- Dicen que si usted debe 200.000 euros a un banco, tiene un problema; pero si debe 500 millones, el problema lo tiene el banco. Así debieron de discurrir la mayoría de los países latinoamericanos cuando decidieron independizarse del Fondo Monetario Internacional (FMI), y así tendrían que haber pensado países como Grecia, España o Portugal antes de aceptar los durísimos ajustes que les han impuesto Encuesta. El Periódico El PP, al borde la mayoría absoluta Rafae Tapounet En caída libre y sin atisbos de recuperación. El diagnóstico no se refiere en esta ocasión a la evolución de la economía española, sino a las perspectivas electorales del partido del Gobierno. El anuncio del plan de ajuste para reducir el déficit –el tijeretazo en el árbol de las políticas y las prestaciones sociales– ha añadido más plomo a las alas de un PSOE que experimenta un descenso demoscópico sostenido desde el mes de febrero del año pasado. El desplome es de tal magnitud que el PP no necesita ampliar lo más mínimo su base electoral para situarse en el umbral de la mayoría absoluta. Según el Barómetro de España elaborado para EL PERIÓDICO por el Gabinet d’Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP), de celebrarse ahora las elecciones generales, los populares obtendrían entre 173 y 176 diputados (de un total de 350), mientras que los socialistas se quedarían con entre 131 y 134. Más de 40 escaños de diferencia. En la estimación de voto, el sondeo otorga al PP el 42% de los sufragios. Es exactamente el mismo porcentaje que le atribuyó el Barómetro realizado en diciembre del 2009 (y tres décimas menos que el que alcanzaron los populares hace exactamente un año). Sin embargo, con solo mantenerse, el partido de Mariano Rajoy logra multiplicar el número de diputados gracias al batacazo de los socialistas, que apenas llegan en esta ocasión al 34% de los apoyo. El PSOE ha perdido ya 9,6 puntos desde las legislativas del 2008. LA FACTURA DEL PLAN / Los resultados del sondeo revelan la elevada factura electoral que el tijeretazo del Gobierno puede pasar a José Luis Rodríguez Zapatero. El Barómetro ha sido elaborado a partir de encuestas realizadas entre el 17 y el 21 de mayo. En esta última fecha, el Ejecutivo aprobó el decreto con las medidas del plan de ajuste, que habían sido anunciadas 10 días antes: rebaja en el sueldo de los funcionarios, supresión del cheque bebé, reducción del gasto farmacéutico, congelación de las pensiones… No era la mejor semana para que los socialistas hicieran amigos precisamente. Del descenso del PSOE no solo se beneficia el PP; también los partidos con menor representación en el Congreso ven mejorar sus expectativas. Uno de los casos más llamativos es el de CiU, que pasa del 3,3% de respaldo que le otorgaba el anterior sondeo al 3,6%, y con ese pequeño ascenso logra una estimación de escaños de entre 14 y 15 (en la actualidad, la federación nacionalista tiene 10 diputados en la Cámara baja). También es interesante observar cómo los recortes sociales del Gobierno del PSOE empujan a los votantes de izquierdas a refugiarse en otras siglas. Ello explica el notable ascenso que experimentan IU e ICV (el Barómetro las agrupa en una sola marca), que se disparan hasta cosechar el 6,4% de los votos, lo que les permitiría ocupar entre 10 y 11 asientos en el Congreso (ahora solo tienen dos). El partido de Rosa Díez, UPD, consigue un apoyo del 5%, lo que consolida su expectativa de llegar a los cinco diputados, mientras que el PNV y ERC mantienen los registros del sondeo anterior. VOTO EN BLANCO / Otros fenómenos dignos de atención son el incremento del porcentaje de indecisos (el 13% de los encuestados no saben a quién votar o prefieren no contestar) y el ascenso del voto en blanco, que se consolida como la tercera opción preferida de los votantes. Editorial ¿Puede tener el PP mayoría absoluta? Hace un año que el PP va delante en estimación de voto, según el barómetro de EL PERIÓDICO. El cambio es que ahora las tripas de la encuesta también le favorecen y que la distancia se eleva a ocho puntos. Ello le da al PP una horquilla de 173-176 diputados, al borde de la mayoría absoluta. Un 60,1% suspende al Gobierno, frente a un 10,8% que lo apoya. La oposición del PP tampoco aprueba (el 56,7% negativos contra un 14,2% de positivos), pero el margen es algo menos negativo. Rajoy obtiene mejor nota que Zapatero (4,1 frente a 3,6) aunque los dos bajan y quedan por debajo de Rosa Díez (5,4) y Duran Lleida (6,1). Pero la clave es que, por primera vez, Rajoy supera a Zapatero (34,3% frente a 31,3%) en las preferencias para que sea presidente de Gobierno. Estamos, pues, ante una clara inversión de las preferencias electorales. Está claro que tanto la gestión del Gobierno como el último plan de austeridad han dañado seriamente a los socialistas. Los electores castigan más los recortes del PSOE que los casos de corrupción del PP. Esto no implica que los populares tengan asegurada la victoria. Y menos aún, la mayoría absoluta. Primero porque la encuesta está hecha en un momento de fuerte conmoción por la congelación de pensiones para el 2011, que rompe uno de los mensajes fuertes de Zapatero. No es seguro que la intención de voto actual se mantenga. De hecho, si bien lo de las pensiones obtiene una censura amplísima (74,9% contra 22,4%), el resto de medidas tiene una recepción más matizada. El 60,2% está en contra, pero el 68,2% cree que son inevitables. Además, el voto del PP no sube (está en el 42% desde hace un año) y el aumento de la ventaja se debe al desplome del PSOE, que en un año ha bajado del 38,7% al 34%. Y mientras el PP no sube, si lo hacen otras fuerzas políticas como IU-ICV, que pasarían de 2 a 10 diputados, la UPD de Rosa Díez, que podría obtener hasta seis (ahora uno), y CiU, seguramente por el estilo constructivo y menos agresivo de Duran, que pasa de 10 a 14 o 16 diputados. El PSOE se desploma por la crisis y la pérdida de liderazgo de Zapatero. El PP se beneficia, pero no incrementa sus votos ni genera más confianza. Pero, salvo reacción rápida y contundente, está cada vez más claro que la victoria del PP es hoy la hipótesis más plausible. Y que si sintoniza co EL PERIÓDICO. 29-5-2010 Opinión. ABC El ocaso de Europa J.P. Quiñonero La crisis monetaria y las crisis nacionales están acelerando la marginación relativa de Europa, inquietando a Washington, que reconoce su propia incapacidad solitaria ante los desafíos emergentes. El presidente Obama intenta en vano un compromiso más activo de Europa en Afganistán sin conseguir gran cosa de unos aliados perdidos en su propio laberinto, sin dinero, voluntad, ni fe para incrementar su participación en una guerra indisociable de la lucha internacional contra el terrorismo. En Oriente Medio, ni la UE, ni España ni Francia han conseguido celebrar una difunta Conferencia euromediterránea. Ningún Estado influye de manera determinante en los actores regionales, Irán, Israel, Siria. Ante tal evidencia, el general David Petraeus, comandante en jefe del CentCom (Oriente medio y Asia central), ha pedido a Obama «luz verde» para preparar operaciones de carácter «preventivo»: proyecto que Europa contempla con verdadero espanto. Mientras el eclipse de Europa es evidente, en África, Asia y América Latina, países como Brasil, Rusia, China e Irán ocupan lentamente las posiciones que Europa ocupaba en otro tiempo. El ocaso estratégico coincide con el incendio monetario. Obama ha enviado a Londres y Berlín a su secretario del Tesoro, Timothy Geithner, con un mensaje de extrema urgencia: «Los europeos deben aplicar con rapidez el programa que ellos mismos han esbozado y no consiguen poner en práctica». Washington teme que la tormenta monetaria continúe causando estragos en Europa, donde Alemania no consigue imponer su propia disciplina a unos aliados envueltos en problemas domésticos. Ante la emergencia del nuevo mundo multipolar, Washington teme la fragilidad de sus aliados históricos, incapaces de asegurar su propia seguridad continental y de prestar una ayuda decisiva en Afganistán. ABC. 29-5-2010 Opinión. Público Latinización de Europa J. F. Martín Seco Dicen que si usted debe 200.000 euros a un banco, tiene un problema; pero si debe 500 millones, el problema lo tiene el banco. Así debieron de discurrir la mayoría de los países latinoamericanos cuando decidieron independizarse del Fondo Monetario Internacional (FMI), y así tendrían que haber pensado países como Grecia, España o Portugal antes de aceptar los durísimos ajustes que les han impuesto. Durante muchos años los países en vías de desarrollo han estado bajo la dictadura del FMI, que les forzaba a políticas inclementes como condición para prestarles los recursos precisos, recursos que iban íntegramente a cancelar deudas externas. Servían para salvar a los bancos acreedores mientras los países afectados se hundían más y más en el abismo. La conciencia de que el remedio era peor que la enfermedad llevó a estos a rechazar la ayuda del Fondo, de tal manera que la institución se quedó sin clientes. La paradoja es que con la crisis ha resucitado y que ahora sus absurdos mandatos se dirigen a algunos países europeos. Hay que remontarse más de 30 años atrás para encontrar una situación parecida. ¿Qué ha ocurrido? No es que, como algunos afirman bobaliconamente, estos países no hayan hecho sus deberes: el déficit y la deuda pública de, por ejemplo, Gran Bretaña son superiores a los de España, y sin embargo Londres no ha sufrido ataques especulativos. El problema es de toda la eurozona, puesto que se trata de defender a la Unión Monetaria, cuya coherencia es la que está en cuestión y cuyos principales beneficiarios son Alemania y Holanda. Es injusto, por tanto, que sean estos últimos estados los que, para que se instrumenten conjuntamente planes de salvamento que van en buena medida en beneficio de sus propios bancos, impongan a los otros miembros ajustes salvajes que acabarán hundiendo sus economías y, desde luego, no solucionarán el problema del euro. Y es indigno que los gobernantes de países como España hayan aceptado un trato tan humillante, hayan renunciado a la propia soberanía y se dispongan a hacer la política que les imponen desde el exterior, totalmente contraria, por otra parte, a los intereses nacionales. La Unión Europea, empujada por Alemania, se equivoca. La solución de sus problemas no radica en disciplinar, como pretende, las finanzas de los Estados miembros. Debe comenzar más bien por dotarse de instrumentos para controlar a los mercados y a las entidades financieras. PÚBLICO. 29-5-2010