Moscu da un golpe de mano al Nabucco

El poderoso abrazo energético ruso

La UE busca enconadamente escapar al abrazo energético Ruso y al mismo tiempo, el consorcio ruso Gazprom quiere controlar los suministros de gas provenientes de otros paí­ses del entorno postsoviético. Con este objetivo, el pasado 29 de junio, por primera vez, el consorcio ruso acordó la compra de gas a Azerbaiyán en una estrategia destinada a minimizar la viabilidad del proyecto occidental para la construcción del gasoducto Nabucco. Durante una visita relámpago del presidente ruso, Dmitri Medvédev a Bakú, Gazprom y la Compañí­a Estatal de Petróleo de Azerbaiyán (CEPA) acordaron la compra de 500 millones de metros cúbicos anuales de gas azerbaiyano para el consorcio ruso. Al comentar el convenio, el presidente ejecutivo de Gazprom, Alexei Miller, reconoció que para las posibilidades del consorcio se trata de un volumen insignificante, pero subrayó que de todas maneras es un momento importante porque marca el inicio de una cooperación de perspectiva.

En relación a esas erspectivas, el presidente de Azerbaiyán Ilham Alí­ev declaró que en 2009 su paí­s extraerá 27.000 millones de metros cúbicos de gas, y el año próximo la producción ascenderá hasta los 30.000 millones de metros cúbicos. Añadió que a medida que se aumente la extracción, se incrementarán los suministros de este combustible a Rusia. Actualmente, la mayor parte del gas producido por Azerbaiyán está destinado a Turquí­a y Georgia.El asunto no es que se están agotando las reservas de hidrocarburos de Rusia. Para Moscú lo importante es que ahora Gazprom quedó incluido en la lista de clientes prioritarios del gas azerbaiyano que se extraerá del yacimiento Shah-Deniz con una capacidad de producción de 16.000 millones de metros cúbicos al año y cuya explotación comenzará en 2014.Actualmente, algunos paí­ses europeos consideran el yacimiento Sha-Deniz como la fuente principal para llenar el gasoducto Nabucco. Según los planes previstos, Nabucco está destinado a trasegar el gas de la cuenca del mar Caspio hasta Turquí­a para Europa sin pasar por el territorio de Rusia. Según informaciones no oficiales, Rusia está dispuesta a comprar gas de Azerbaiyán a 350 dólares por mil metros cúbicos, un precio notablemente alto en comparación con los precios actuales. De esta manera, los compradores potenciales del gas de Shah-Daniz-2 para llenar Nabucco deberán proponer a Azerbaiyán precio más atractivos y de esta manera, desplazar a Gazprom.Hasta el momento, Azerbaiyán era el único paí­s productor de gas de la antigua Unión Soviética que no le vendí­a gas a Rusia. Teniendo en cuenta la situación actual, la ejecución y la conveniencia económica de este tipo de contratos plantean interrogantes. Como explicó la dirección de Gazprom, el gas azerbaiyano será destinado a consumidores del sur de Rusia y el volumen equivalente de gas ruso, será destinado a suministros a Europa. Pero a consecuencia de la reducción de la demanda de gas en Europa será muy difí­cil que Gazprom pueda aumentar las exportaciones de gas ruso en el futuro, y en consecuencia, la rentabilidad del acuerdo con Azerbaiyán puede ser nulo.A comienzos de año, Gazprom también propuso a Turkmenistán comprar gas a 300 dólares por cada mil metros cúbicos, pero la caí­da de la demanda y la baja del precio del gas en Europa, obligaron a Gazprom a suspender el trasiego de gas turcomano, sobre todo después de una explosión en un tramo del gasoducto en el territorio turcomano, que de paso, desató un contencioso entre Rusia y Turkmenistán. Por su parte, Azerbaiyán opta por la diversificación de sus clientes y tiene interés de conservar en sus yacimientos gas para Europa, y no obstante, se aplazó la firma del acuerdo intergubernamental sobre la construcción del gasoducto Nabucco.Los contratos que Gazprom tiene suscritos con sus clientes en Europa prevén que los precios del gas se someten a una revisión en función de las cotizaciones petroleras, pero con un retraso de 6-9 meses. Dicha fórmula impide al gigante gasista ruso inflar los precios. Con todo, las ventas no habrí­an caí­do tanto, si Gazprom hubiera otorgado descuentos a sus usuarios europeos. La estrategia elegida por la UE después de la congelación que sufrio en el mes de Enero tras la crisis del gas a llevado a Europa a movimientos claros para escapar de la dependencia de la energí­a rusa, movimientos alentados con entusiasmo por Washington. Rusia aclaro los matices polí­ticos que rodean el proyecto de construcción del gasoducto Nabucco, con patrocinio de Estados Unidos y de la Unión Europea (UE), sin la participación de Moscú. Al referirse a la cumbre energética «Corredor del Sur», celebrada en Praga, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Andrei Nesterenko, consideró contraproducentes los intentos de solucionar las cuestiones de la seguridad energética de Europa sin su paí­s. la Unión Europea cree que con ello reducirá su dependencia de los suministros del gas ruso. El paí­s euroasiático provee a los europeos de casi un 25 por ciento del carburante que consume.Rusia es, prácticamente, un monopolio de suministro para Europa del Este y del Sur. De esta manera, la compañí­a rusa tiene un claro dominio sobre el recurso: vende a quien quiere, cuanto quiere y al precio que quiere. Otro monopolio es, qué duda cabe, el transporte del gas. Para llegar a Europa, cerca del 80 por ciento del gas de Gazprom pasa por Ucrania, lo que convierte a Kiev en un actor principal en el juego geopolí­tico del monopolio y del tránsito de gas. Ucrania es una pieza clave en el gran tablero mundial y puede decidir la dirección de los recursos energéticos del espacio ruso. Por ello, se puede afirmar que Ucrania es el pivote que permite el control del corredor energético euro-asiático de la zona del Caspio. El avance de EE UU y la UE atrayendo a Ucrania y Georgia a la orbita de la OTAN, ponian en peligro el control de los gasoductos a Europa.Los últimos movimientos de la UE ante su dependencia de Rusia en el plano energético y el avance de Gazprom para monopolizar no solo el abastecimiento sino la distribución han sido significativos.La primera fue el denominado «tercer paquete energético» que el Parlamento Europeo aprobó la por mayorí­a abrumadora. La implementación de este plan, que apunta a liberalizar el mercado del gas y la electricidad en Europa, significa que el monopolio gasí­fero de Rusia difí­cilmente podrá acceder a los consumidores finales y hacerse con el control de las redes de distribución europeas. Es poco probable que Moscú consiga en un futuro previsible cambiar el gas por la influencia polí­tica en Europa.La segunda es el proyecto aprobado en la cumbre del proyecto energético Corredor Sur que se celebro en Praga. Impulsar la construcción del gasoducto Nabucco y otras tuberí­as que reducirán el protagonismo de Rusia como proveedora de combustible a Europa. El objetivo es «acabar con el monopolio de Rusia sobre la exportación de hidrocarburos desde el Asia Central, lo cual significa que la UE ya no aspira a lograr con Moscú una solución de compromiso en cuanto a la seguridad energética.

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