Unió Mallorquina, sin escrúpulos, envuelta en un nuevo escándalo de corrupción

El poder de una «bisagra»

Ninguno de los partidos del Govern se salva de los escándalos de corrupción y tráfico de influencias. Pero «la palma» se la lleva Unió Mallorquina, un «partido bisagra», condición que en Baleares le ha permitido negociar onerosos pactos con el PSOE y el PP interesados, a su vez, en obtener mayorí­as.

Unió Mallorquina tiene tan sólo el 6 or ciento de los votos, PP tiene el 47 por ciento y el PSOE el 32 por ciento. Pero gracias a nuestra ley electoral Unió se ha convertido en pieza clave en las tres principales instituciones de las islas Baleares. María Antonia Munar, ex líder de Unió Mallorquina y actual presidenta del Parlamento balear -imputada en dos casos de corrupción- apoyó a los socialistas en lugar de al PP. A base de “pactos” Unió Mallorquina se ha convertido en un auténtico monstruo corrupto; interesado única y exclusivamente –sin ningún tipo de ambages- en atesorar cada vez más poder y dinero aprovechándose de su condición de socio necesario de los partidos mayoritarios. Miquel Nadal (presidente de Unió y conseller de Turismo), copa los titulares en Mallorca por un nuevo –ya son decenas- escándalo que protagoniza esta fuerza política. Nadal se quedó con la Consellería de Turismo (que aglutina el 80% del PIB de la isla). Ahora la Fiscalía Anticorrupción de Baleares lo ha imputado por el caso Can Domenge y acusado de los delitos de prevaricación, malversación de caudales públicos y revelación de secretos. Nadal presentó su dimisión a su partido ¡pero el resto de la dirección de UM no se la aceptó! Todo esto salta después de que UM interpusiera una inexplicable moción contra la construcción de Son Baco. Nadie sabe que pedía a cambio de su “apoyo”. Justo después salieron a la luz los dos casos de corrupción relacionados con Nadal y su partido: la Operación Peaje, que envuelve al Consell de Mallorca de la pasada legislatura, también capitaneado por UM, y por la imputación de Miquel Nadal en el Caso Can Domenge. Pero lo realmente importante en este “culebrón” es que el destino de Mallorca no puede estar en manos de la auténtica banda de malhechores en que se ha convertido Unió, que lo único que buscan es el lucro personal utilizando su fuerza política en el Govern. Es un auténtico escándalo que indigna a la sociedad de la isla. Es necesaria una profunda regeneración democrática en el Govern. Expulsar a esta fuerza política, eliminar su calidad de “bisagra” e imponer a las fuerzas mayoritarias otro sistema de funcionamiento.

Deja una respuesta