El nuevo secretario de Estado de Economí­a defiende recortar los salarios y abaratar el despido

El plan oculto de Zapatero

De cara a la galerí­a, Zapatero arremete contra la CEOE o el PP cuando éstos proponen una nueva reforma laboral. Pero el auténtico rostro de Zapatero se desvela con el nombramiento de José Manuel Campa como nuevo secretario de Estado de Economí­a, número dos del ministerio que preside Elena Salgado. Campa defiende abiertamente rebajar los salarios de los trabajadores, abaratar drásticamente el despido de todo tipo de contratos y reducir sustancialmente las pensiones.

David Vegara fue, como secretario de Estado de Economía, el resonsable, trabajando conjuntamente con los directores financieros del Santander y el BBVA, de redactar el decreto ley que daba luz al primer plan de rescate bancario, colocando en manos de la banca 250.000 millones de euros del erario público.El relevo de Solbes ha precipitado su dimisión, y Zapatero no parece haber optado precisamente por un “giro a la izquierda” con el nombramiento de su sucesor.El elegido para ser el próximo número dos del ministerio de Economía es José Manuel Campa. Los medios hablan de él como un “académico de primer nivel” y “un economista de prestigio internacional”. Pero su trayectoria tiene demasiados puntos negros.Forma parte, desde el año 2000, del equipo rector de la IESE Business Scholl, una de las escuelas de negocios mejor conectadas con los más alto círculos financieros, una auténtica fábrica de cuadros dirigentes para bancos y monopolios.Doctor en Economía por la exclusiva universidad de Harvard, Campa ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EEUU, donde ha trabajado para el FMI, el Banco Mundial y la Reserva Federal de Nueva York.Todo un currículum que demuestra sus privilegiadas conexiones con el capital norteamericano.No parece el personaje más indicado para capitanear “la política social” ante la crisis que Zapatero publicita.Pero no es cuestión de elucubrar. Campa ha expresado públicamente y con suficiente claridad cuáles son sus intenciones, y por extensión las de Zapatero al ficharlo.Para Campa, el crecimiento del paro “tiene su esencia en el problema importante: el funcionamiento de nuestro mercado laboral, excesivamente rígido”.Por eso Campa acaba de firmar un manifiesto público donde se exige “una reforma laboral integrar”, que consistiría en eliminar los contratos temporales e indefinidos para imponer un único tipo con un coste de despido mínimo.Es decir, convertir, por la vía de un despido prácticamente gratuito, a todos los contratos en temporales.Pero Campa va todavía más lejos. En un reciente artículo publicado en el suplemento de negocios de El Mundo, afirma que “lo deseable es una reforma del mercado laboral, pero esto lleva tiempo, así que más rápido aún es una reducción del salario real de los que trabajan, reducción que, a su vez, nos ayudaría a recuperar competitividad”.¡Toma ya! ¿Qué no te gusta la reforma laboral? Pues yo defiendo despido libre y reducción de los salarios.Este es el personaje que Zapatero va a convertir en número dos del ministerio de dirigirá “la política anticrisis”.Uno de sus primeros cometidos será negociar el segundo plan de rescate bancario, valorado en 90.000 millones de euros.Seguro que no será tan exigente con la banca como con los trabajadores. Seguro que no reclama “una reducción del salario real” del vicepresidente del Santander, que cobró el año pasado 21,3 millones de euros.Al fin y al cabo, Campa es “uno de los suyos”, un cuadro de la banca y de los grandes monopolios.Campa no hace otra cosa que desnudar las vergüenzas de Zapatero. Expresando en público lo que el presidente del gobierno habla en privado, en sus habituales confidencias con Emilio Botín.

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