Ex-directivos de las cajas se reparten el botí­n

El pequeño pillaje y el gran saqueo

Cada uno de estos altos ex-directivos que han conducido a sus cajas de ahorro a la quiebra y a la inyección de dinero público, de todos, cobrarán cada año de su vida una cantidad equivalente a la que cualquier viuda sólo alcanzarí­a con 60 años de pensión.

Como ha señalado agudamente algún analista estos días, “esto no va de los famosos mercados sin rostro, tantas veces invocados para ocultar las manos bien visibles de quienes se llevan el dinero. Esto va de personas de carne y hueso, que (…) se transformaron en nueva clase dirigente en algunas Comunidades Autónomas”. Si el anquilosamiento y la degeneración del sistema democrático ha llevado a muchos a hablar de una nueva Restauración, con Zapatero-Sagasta y Cánovas-Rajoy turnándose en el poder, era inevitable también que en provincias y regiones se repitieran a gran escala los mecanismos de poder y apropiación que entonces dieron lugar al caciquismo. Pero también como entonces, los nuevos caciques locales y regionales sólo pueden aspirar al pequeño pillaje, por más escandaloso, inmoral e indecente que éste resulte. Sin embargo, el gran saqueo, el saqueo a gran escala, se produce en otros lugares y tiene otros protagonistas. Que tampoco son “mercados sin rostro”, sino “manos bien visibles”. ¿O es que acaso es menos inmoral o indignante que los máximos dirigentes de bancos y monopolios españoles, se tengan autoconcedidos sueldos de 3, 5 o 10 millones de euros anuales y fondos de pensiones que alcanzan los 30, lo 50 o los 90 millones de euros? El pasado año, los altos directivos de los 35 mayores bancos y fondos de inversión de Wall Street, se repartieron en sueldos y bonus más de 100.000 millones de euros. ¿De dónde salen esos astronómicos sueldos si no es del saqueo permanente que supone el aumento de la prima de riesgo y los intereses cada vez mas altos que países como el nuestro nos vemos obligados a pagar por la deuda? Nos machacan con que hemos de resignarnos a sufrir recortes y rebajas de salarios y rentas porque la crisis “nos ha hecho más pobres”. Pero los mismos sueldos que ellos se conceden desmienten rotundamente esta afirmación: lo que pasa es que para que ellos sean cada vez más ricos, nosotros tenemos que ser cada vez más pobres.Frente a todo esto existe una alternativa, redistribuir los salarios. Que nadie cobre menos de 1.000 euros de salario mensual, pero tampoco nadie más de 10.000. Uno de los puntos esenciales del programa que defendemos en estas elecciones. Y que hace que unirse y apoyar nuestras candidaturas sea la forma más eficaz de luchar contra el pequeño pillaje y el gran saqueo al que unos y otros nos tienen sometidos.

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