SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

El peor momento de Rajoy

El Gobierno y el PP hicieron mal los cálculos. Pensaron que, al menos sus afines, no acudirían a la hemeroteca para compulsar lo que dijeron entonces y hacen ahora. Se confundieron y Rajoy se ha tenido que comer sus palabras sobre el incremento de impuestos -IRPF, IBI y Sociedades- y sobre la amnistía fiscal. Creyeron a pies juntillas que iban a ganar por mayoría absoluta las elecciones andaluzas. Y resbalaron. Pensaron que la huelga general del 29-M sería escasa y, sin llegar a constituir un éxito, no fue un fracaso. Supusieron que, entroncados ideológicamente con los socialcristianos alemanes, los conservadores británicos y los neogaullistas franceses, los mercados confiarían con más facilidad en las recetas de su presupuesto que en las de cualquier otro. Y también han errado. Creyeron que el poder se adquiría sin esfuerzo y tras cien días de gobierno no han cubierto todas las posiciones sociales y políticas que se corresponden con una mayoría absoluta parlamentaria. Y por todo eso, el Gobierno del PP atraviesa por su peor momento: ayer la prima de riesgo se disparó y la Bolsa marca mínimos.Pero quizá lo peor no sean los datos sino las sensaciones. Y una sobre todas: ¿Qué hizo el PP durante su larga estancia en la oposición?, ¿hasta dónde alcanzó su previsión?, ¿cómo sus dirigentes fueron tan imprudentes de no medir sus palabras y acciones teniendo a la vuelta de la esquina una cita con el poder? En definitiva, ¿por qué el Ejecutivo de Rajoy ofrece esa inquietante impresión de fragilidad a tan poco tiempo de ganar las elecciones?

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