El PCE ha dado otra vuelta de tuerca a la grave crisis que atraviesa Izquierda Unida en la Comunidad de Madrid. El Partido Comunista de Madrid decidió el lunes —con una resolución que se conoció este martes— romper con la dirección regional de IU y no reconocer su autoridad tras casi 30 años. Puso dos exigencias para rectificar esa decisión: que dimitan los portavoces de la federación en el Ayuntamiento y en la Asamblea de Madrid, Ángel Pérez y Gregorio Gordo, y que IU-Madrid acepte concurrir en las elecciones municipales en convergencia con la plataforma Ganemos, donde está también Podemos. Pérez y Gordo se oponen a esa convergencia si implica renunciar a las siglas de IU.
La resolución aprobada por la comisión ejecutiva del Partido Comunista de Madrid señala que este partido “no reconoce a la actual dirección de IU-CM [IU-Comunidad de Madrid] ni acudirá a los órganos que la misma convoque mientras no se ejecuten los acuerdos federales en el ámbito de la convergencia y de la dimisión de los portavoces del Ayuntamiento y la Asamblea de Madrid, y se facilite una estructura directiva plural, cohesionada y unitaria que posibilite la superación de la fractura actual”.
El sector que apoya a Pérez y Gordo, dos veteranos dirigentes, controla la cúpula de IU en la región. Esa dirección es colegiada desde el pasado diciembre, cuando el coordinador general, Eddy Sánchez, dimitió después de que Tania Sánchez y Mauricio Valiente —ambos del sector crítico, que defiende la convergencia con Ganemos— ganaran las primarias para ser candidatos a la Comunidad y el Ayuntamiento. Entonces se redoblaron las presiones para que Gordo y Pérez dejaran sus cargos. Una exigencia que secundó la Presidencia Federal de IU, que atribuyó a ambos “responsabilidades políticas” por el escándalo de las tarjetas opacas de Bankia, ya que Pérez y Gordo han ocupado puestos de relevancia en IU-Madrid en las dos últimas décadas. Ante sus resistencias, ese órgano les abrió expediente de expulsión el pasado viernes, y el PCE les suspendió de militancia hasta que se resuelva el caso.
Ni José Luis Centella, secretario general del PCE —partido fundador de IU en 1986 y nuclear en la federación—, ni Cayo Lara, coordinador federal de IU, quisieron valorar la resolución de los comunistas madrileños. Estos entienden que su decisión no supone una ruptura con los órganos federales de IU, sino solo con su dirección en Madrid. “Nos reclamamos parte de IU Federal y nos referenciamos en sus acuerdos en el ámbito de la convergencia, por lo que, a falta de un desarrollo más explícito del preacuerdo de Ganemos Madrid, seguiremos trabajando en dicho espacio y en espacios similares en las localidades donde se estén produciendo”, señala el texto.
La corriente que controla ahora IU-Madrid —el sector de Pérez y Gordo— volvió a insistir en que concurrirá a las municipales con sus siglas, al tiempo que el sector de Tania Sánchez —cuyo candidato municipal es Mauricio Valiente— se comprometía a integrarse en Ganemos. Gregorio Gordo se mostró “convencido” de que finalmente tanto Sánchez como Valiente concurrirán bajo el paraguas de IU. Este último, en cambio, advirtió que no va a “tolerar ninguna intromisión” de la dirección regional.
Como guinda, uno de los seis concejales de IU en Madrid Ángel Lara —un hombre de confianza de Ángel Pérez— entregó hoy su acta “por razones personales”. Hace unos días ya dimitió otro edil de IU, Jorge García Castaño, afín al sector de Tania Sánchez, que dejó también el partido.