Ha empezado ya la cuenta atrás de su despedida (temporal) de los escenarios. Sara Baras quiere ser madre, y los médicos le han aconsejado que pare: «Quiero ser madre -explica-, y los médicos me han dicho que para ello, y por mi tipo de baile, tengo que parar. Me hubiera gustado seguir, porque no hay nada más bello que una mujer embarazada bailando, pero el médico fue tajante. No sé cuánto tiempo tardaré en volver, pero seguro que habré crecido como mujer y como artista».
El domingo 25 de abril, día de su cumleaños, Sara Baras se despedirá en Cádiz, pero de momento pasará por Madrid. “Esencia” repasa los doce años al frente de su compañía desde una nueva lectura, ofreciendo una revolucionaria forma de entender el baile como forma de expresión. “Mi vida está pegada al baile; parte de mi persona es el baile o parte de mi baile es mi persona, y sólo podía dejar de bailar para algo tan grande como ser madre” La bailaora capaz de sostener el silencio con una mano y retener las más profundas verdades emocionales con tendones y tirones de piel, vuelve a la farruca con pantalones, al baile con José Serrano, a unos tangos con música de Paco de Lucía del montaje Carmen, o a la soleá embarazada de Juana la Loca. ¿El reto? “sentir la esencia” de cada espectáculo con la experiencia y capacidad corporal que le proporcionan más de 200 representaciones anuales con su propia compañía. Una artista matriarcal preñada de la pasión que hace nacer todas las cosas. Hasta el 11 de abril en el Teatro Häagen-Dazs, en el Auditoria de Palma de Mallorca el 17 y el 18, y del 21 al 25 en el Gran Teatro Falla de Cádiz. Vale la pena viajar para verla antes de su descanso.