SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

El oro de Podemos

A la directora de Círculo de tiza, la editorial que renace de las cenizas de la industria del libro como un manzano florido en la lava enfriada, le interesa publicar mis artículos, entre ellos los que he dedicado a Podemos. Le pregunto si es simpatizante del meteoro. «No, no. Mis dos hijos van a votar a Podemos. Me parecen inevitables, pero que no ganen». Mucha gente no ve el arcoíris, sino los rayos.

Uno de los primeros actores de la Transición no se explica cómo los chicos de Podemos, con sus motos y sus chalinas de fraternidad, asustan tanto al respetable. No cree que se vayan a comer a nadie. «Son cangrejitos socialdemócratas; lo que quieren es recuperar la marca de la que se apoderaron los felipistas antes de ser casta». Le parecen inconsistentes, sin programa, sin infraestructura; además, están ya notando el resuello de Ciudadanos. Los ve como diletantes de pensamiento débil de oenegé. A las primeras bofetadas que les han dado los que confunden la rebelión con el caos, los de Podemos han renunciado a su programa máximo, aquello de no pagar la deuda; ahora hablan sólo de auditarla. Nacieron inmaculados, sin pecado original, con una flor en el culo, sin cunetas en el inconsciente, pero en pocos días el monstruo frío del Estado les ha desacreditado.

No descubrieron en sus cuerpos cinturones de marihuana, sino ojos brillantes con los desahuciados de la recesión. Se encuentran cara a cara con los mendigos y les parecen hermanos. ¿Por qué este linchamiento político, si evitaron que hubiera en España 50 gamonales?

«Corría -dice mi interlocutor- el año 1977. Sergei Bogomolov fue nombrado embajador de la URSS tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas en España. Se llevaba a matar con Santiago Carrillo, pero hubo una reunión y prometió alguna aportación al PCE. Para los alemanes y americanos, el PSOE era la última empalizada frente al peligro comunista; y también para los rusos el PCE suponía un mal hijo del socialismo real. ¿Sabes cuánto nos dio Bogomolov? 75.000 dólares, ése era el Oro de Moscú. Se portó mejor Luis Echevarría, el presidente mexicano, que soltó 300.000 dólares. Nos cruzábamos en los aeropuertos con los maletines de la Fundación Friedrich Ebert, de Gadafi, de México y de Moscú. Todos los partidos se financiaron con dinero extranjero y se siguen financiando de manera irregular».

Podemos no puede entrar tan pronto en el reformatorio. Si no explican con claridad sus cuentas, les van a hacer inspecciones a todas horas. Inspecciones en las que, como en los análisis, pueden encontrar hasta termitas. El linchamiento al que está siendo sometido Juan Carlos Monedero es parecido al que sometieron a El Lute. Él estaba en esto para cambiar la vida de la gente y ahora está dispuesto a dejarlo todo e irse de pinche de cocina, aunque está seguro de que no van a encontrar papeles que demuestren una financiación ilegal. Cree que su delito es pertenecer a Podemos. Pero si quiere seguir en esto tendrá que explicar el origen y el fin de sus euros.

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