El reto soberanista del presidente de Cataluña, Artur Mas, no había calado hasta el momento en los planes de inversión y en las estrategias de los analistas. Sin embargo, según se aproxima la fecha del 9 de noviembre fijada para la controvertida consulta las alertas parecen dispararse en el sector financiero.
El reciente informe del diario Financial Times sobre inversiones en España ya resalta que cada vez más aumentan las presiones secesionistas y que la situación de Cataluña es el mayor desafío desde el restablecimiento de la democracia.
Mientras, el departamento de análisis de Bankinter ya se prepara para incorporar esta variable a su estrategia de inversión según discurran los acontecimientos durante los próximos meses. La pretendida independencia de Cataluña se ha debatido desde su planteamiento en el terreno político, aunque en algunas ocasiones se esgrimieran los inconvenientes económicos de la separación del territorio catalán del resto de España. Los pronunciamientos del empresariado de Cataluña, en general, han sido tibios y más proclives a un entendimiento entre el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el presidente del ejecutivo nacional, Mariano Rajoy.
No obstante, con la aproximación en el calendario del 9 de noviembre, la fecha elegida por el presidente Mas y sus socios para la consulta independentista, las alertas han saltado en los ámbitos económicos y en los análisis de la inversión como el factor que podría paralizar la incipiente salida de la crisis y que muchos analistas ya comienzan a considerar como una recuperación a una mayor velocidad de la prevista hace tan sólo unos meses.
El reciente informe sobre inversión en España del diario británico Financial Times (FT) califica la situación de Cataluña como el mayor desafío que afronta el país en los actuales momentos, una vez superados los peores momentos de la crisis económica de los últimos años.
Pese a lo manifestado por el propio Artur Mas a la cadena de televisión CNN, el especial del FT indica que en Cataluña haya cada vez más gente que no quiere saber nada con el Estado español y aumentan las presiones secesionistas. Según su visión, se trata del principal riesgo de estabilidad desde el restablecimiento de la democracia en España, aunque estos temores aún no han calado entre los inversores.
“Espero que los mercados tengan razón y los españoles encuentren alguna fórmula de resolver las tensiones”, afirma Luis Garicano, profesor de London School of Economics, en declaraciones al prestigioso rotativo de información económica.
Efectos infravalorados
A punto de cerrar el primer trimestre del ejercicio, distintas firmas y casas de análisis avanzan sus previsiones de inversión para la segunda parte del año, con una mejora en sus previsiones macroeconómicas para España y sin que haya mención sobre los efectos que podría tener la consulta independentista en Cataluña prevista para dentro de unos meses.
Bankinter es, hasta el momento, la excepción, ya que en sus previsiones ya se habla sobre una polémica política que puede incidir de manera sustancial en la recuperación de la economía nacional. Según su último informe, el principal riesgo económico es “el cuestionamiento de la integridad territorial, cuyas consecuencias el mercado podría estar infravalorando, independientemente del desenlace”.
Los analistas de Bankinter parecen estar preparados ante lo que ocurra en el corto plazo. “Todavía es pronto para introducir esta variable en nuestra estrategia de inversión pero, dependiendo de cuál sea el desarrollo de los acontecimientos en los próximos meses, podríamos vernos forzados a hacerlo”, sostienen en su informe.
El director del departamento de análisis de mercados de Bankinter, Ramón Forcada, evita entrar en mayores detalles o análisis sobre el riesgo que supone el reto independentista de Cataluña. Eso sí, recuerda que este territorio representa el 23% del PIB nacional. “La posibilidad de una situación incómoda en un determinado territorio no es neutral para la economía”, sostiene Forcada.
La reivindicación independentista catalana comienza a cobrar el peso de un riesgo geopolítico, como puede ocurrir con el conflicto entre Ucrania y Rusia en el análisis de las economías de estos países, según sostiene el director de análisis de Bankinter. No obstante, desde su departamento se puntualiza que España se mantendría como la cuarta economía de la Eurozona si Cataluña alcanzara la independencia tan ansiada por algunos de sus políticos.
Desde luego, el proceso soberanista de Cataluña no se ha visto con buenos ojos por parte de la mayoría de empresarios y banqueros del país. Pero es ahora, en pleno ecuador de 2014 y a menos de cinco meses de la consulta convocada, cuando comienza a tomarse en serio. Ya se sabe, el dinero es miedoso.