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Un año más el World Press Photo nos da la panorámica más certera sobre las imágenes que han marcado la actualidad. Y en esa actualidad, cada vez más el fotoperiodismo español es protagonista, aunque no en su tierra.
Desde 1955 la fundación World Press Photo ha servido de ventana independiente del fotoperiodismo, un ojo que todo lo ve, incapaz de ser cegado. Algo así como el último recurso a escala internacional para contar la verdad. Egipto, Libia, Yemén, Ucrania, Afganistán, Bolivia… allí donde ocurren las historias están los objetivos. Si en su día alguien quiso callarlos, siempre quedará el World Press Photo. El fotógrafo barcelonés, Samuel Aranda (www.samuelaranda.net), es el ganador este año del prestigioso galardón internacional. El premio es otorgado por un jurado formado por 13 profesionales independientes que ni si quiera pertenecen a la organización holandesa. Una madre consolando a su hijo en brazos después de una carga policial en una manifestación en Yemen. El día que Aranda hizo la foto murieron diez manifestantes y se atendieron más de 50 heridos. Una mujer vestida con el burka se refugió en una mezquita convertida en hospital de campaña improvisado, y mientras esperaba a que atendiesen a su hijo quedó retratada.
Aranda comenzó publicando en El País y El Periódico de Catalunya; ha trabajado para la agencia EFE, y AFP viajando por todo el mundo. Actualmente colabora como freelance con The New York Times y La Vanguardia. En una entrevista para RNE, Aranda afirmaba que: “hay muchos fotógrafos españoles haciendo muy buen trabajo y casi todos nos tenemos que buscar la vida fuera porque en nuestros medios no se apuesta por la fotografía». «No creo que sea un problema económico, porque luego se gastan mucho dinero en una producción de moda” «Desde su fundación hasta 45 españoles han sido premiados por la Word Press Photo»Desde 1971, hasta 45 españoles han sido premiados en las distintas categoría del concurso internacional. En los últimos dos años han sido hasta cinco los fotógrafos españoles premiados. Pero es que en el 2006 fueron siete, nada más y nada menos que el 25% de todas las categorías. Con un enorme grado de monopolización mediática, y creciendo a base de fusiones, no debemos engañarnos respecto a las razones que justifican el desprecio al fotoperiodismo en nuestro país. Es lo que tienen las imágenes, les cuesta más esconder la verdad. No es solo un problema de control, sino de cosas que contar al mundo y de querer contarlas los primeros. No existe esa voluntad en nuestros medios, aunque sí en nuestros profesionales.Cada vez son más los periodistas españoles que trabajan como freelance en todo el mundo, para los más prestigiosos medios de comunicación, con un granado grupo de ellos que ya ejercen en medios iberoamericanos en desarrollo.