Selección de prensa nacional

El ocaso de la Casa Botí­n

Vaya manera de tirar con bala la de Jesús Cacho en El Confidencial este domingo. De todos es sabido la «poca amistad» (por decirlo suavemente) que el periodista profesa a Botí­n -causa última de su salida de El Mundo, a raí­z de un artí­culo sobre el banquero censurado por la dirección del periódico, se sospecha que a instancias de aquel-, pero de ahí­ a pronosticar el «ocaso de la Casa Botí­n» parece mediar todo un abismo.

Y no orque le falten argumentos, sino por la rotundidad misma de un planteamiento que considera la suspensión de reembolsos de Banif inmobiliaria como “un punto de inflexión de difícil vuelta atrás”. Y como síntoma de que también en el Santander “las cosas están peor de lo que imaginamos”. Afirmación que, de ser cierta (y no hay motivos para pensar lo contrario, de hecho diversos indicios apuntaban a que algo así podía estar pasando), sería de una dimensión y de unas consecuencias hoy por hoy inimaginables. En España pueden quebrar hasta media docena de cajas de ahorro (y de hecho es previsible que lo hagan a lo largo de este año) sin que, en lo sustancial, esto afecte a la estructura económica del país. Pero hablar de serios problemas en el Santander son palabras mayores. Y no sólo porque sea la mayor institución financiera, con diferencia, del país, el mayor banco de la zona euro y el cuarto mayor del mundo por beneficios en 2008. Sino porque Botín se ha convertido en estos últimos años en el centro nuclear de un sistema de alianzas en el seno de la oligarquía financiera que le ha dotado de una hegemonía prácticamente absoluta en la clase dominante. Y como tal sector hegemónico de la clase dominante ha tenido la capacidad de imponer su proyecto y conducir tras él al conjunto de la sociedad española. Entre otras cosas a través de la privilegiada relación personal urdida entre Botín y Zapatero. Y si en el encabezamiento del artículo, el autor deja entrever que esta es una valoración compartida nada más y nada menos que con Rodrigo Rato, como remate final, una cita demoledora de Walter Bagehot, sobrino de banquero, economista, periodista y, sobre todo, célebre editor durante más de 15 años de The Economist, una de las grandes instituciones de la prensa económica mundial todavía hoy, 150 años después de que la fundara: “Las grandes crisis ponen al descubierto las especulaciones excesivas de muchas Casas de las que antes nadie sospechaba”. O la situación del Santander es realmente seria y delicada, o las tramas de corrupción del PP sacadas a la luz estos días son sólo las primeras escaramuzas de una auténtica guerra sin cuartel en la que se anuncia (o se amenaza con) la inminente utilización de munición verdaderamente gruesa. O ambas cosas a la vez. Opinión. El Confidencial EL OCASO DE LA CASA BOTÍN Jesús Cacho Pocas noticias han tenido un impacto tan demoledor en el inconsciente colectivo del homo economicus hispano como el anuncio efectuado por el Banco Santander el pasado lunes, 16 de febrero, suspendiendo durante dos años los reembolsos de su fondo Banif Inmobiliario. Un tipo importante en este país entre los años 1996 y 2004, que algo tiene ahora que ver con Emilio Botín, aseguraba al día siguiente en privado que “el 16-F es el 23-F de nuestra historia económico-financiera. Un punto de inflexión de difícil vuelta atrás. Cuando un banco como el Santander prefiere afrontar el coste reputacional que supone el hecho de no devolver su dinero a los partícipes del fondo, es que las cosas están peor de lo que imaginamos”. El 16-F de Banif Inmobiliario vino, además, acompañado por el reconocimiento oficial de la quiebra de Caja Castilla La Mancha, primera víctima del estallido de la burbuja inmobiliaria española en las filas de Cajas y Bancos, que ha obligado al PSOE y al Banco de España a orquestar una operación de salvamento con cargo a Unicaja. La Caja manchega, sin embargo, es apenas una anécdota, una gota de agua en el océano que representa el Banco Santander en nuestro sistema financiero. Fin de la grandeur de don Emilio Botín, el más listo, el más audaz, el hombre cuyo resplandor hacía palidecer los currículos de cualesquiera de los banqueros del mundo occidental (…) El relato escrupuloso de lo acontecido en los últimos meses en torno al Santander resulta demoledor. El 7 de febrero de 2008 (presentación de resultados ejercicio 2007) el banquero afirmó que “no necesitamos en absoluto hacer compras para crecer. Nos han llegado muchas propuestas, pero seremos más estrictos que nunca” (…) La realidad de lo ocurrido, sin embargo, se encargó de desmentir tales afirmaciones. En efecto, entre abril y octubre del año pasado, el Santander compró a Fortis las actividades de gestión de activos en Brasil por 209 millones de euros; firmó un acuerdo para comprar el negocio de crédito al consumo de RBS en Europa; anunció la compra de Alliance & Leicester por 1.575 millones de euros; adquirió (a través de Abbey) los canales de distribución y los depósitos de Bradford & Bingley por 612 millones de libras, y adelantó la compra del 75,65% de Sovereign que no controla por 1.400 millones de euros. Y todo ello sin necesidad de “asumir riesgos complejos” (…) El enganchón Lehman quedó pronto convertido en anécdota, porque el 14 de diciembre pasado a Botín le estallaba en las manos la bomba Madoff, el peor episodio que imaginar pudo su mayor enemigo: el “banquero más listo del mundo” había sido víctima de una vulgar estafa piramidal. Aquel día, el Santander reconocía haber generado a sus clientes pérdidas de 2.330 millones invertidos en fondos Madoff a través de su gestora Optimal, al tiempo que el yerno y el propio hijo resultaban gravemente cogidos en el mismo lance a través de Morenés & Botín (…) Lo peor, con todo, estaba por llegar. Llegó el 16-F. Sonaron los clarines del miedo de una economía que se deshace cual azucarillo, en medio de la más aguda crisis política que haya conocido el país desde la muerte de Franco. Miles de clientes del Santander quedaban encerrados durante dos años, como poco, en Banif Inmobiliario. Es muy posible que (…) hablar de “corralito” sea un ejercicio de demagogia y un error conceptual. Y es posible también que, en contra de la falta de diligencia mostrada en el caso Madoff, el banco tenga esta vez argumentos para defender la decisión adoptada (…) Sea como fuere, el cierre de Banif Inmobiliario ha tenido un efecto demoledor para el prestigio de la marca “Banco Santander”. Y ello porque la realidad incuestionable es que el partícipe que necesite su dinero no podrá disponer de él durante mucho tiempo, y porque, además, en la acera de enfrente hay un banco, el BBVA, que, en un caso similar, tiró de chequera comprando las participaciones de quienes deseaban salir del fondo. ¿Por qué no ha hecho el Santander lo propio? Tal vez porque no ha podido, sospecha que está en el epicentro de la oleada de pánico que el lunes pasado se apoderó del mundo financiero, aunque la entidad asegura disponer de liquidez para dar y tomar. Por primera vez un fondo de inversión suspendía pagos en España. Jaleado por una mayoría de los medios de comunicación (…) la aventura de este hombre ha terminado por convertirse en epítome de la fortuna cambiante de esos millones de españoles que creyeron acostarse ricos y un día se levantaron pobres, engañados por el oropel de una economía que llegó a imaginar poder vivir ad aeternum del ahorro ajeno, insensible a la degradación de una democracia que se cae a pedazos carcomida por la corrupción. Don Emilio es ejemplo esclarecido de un Sistema que le permitió absorber bancos como quien colecciona corbatas, y que, por salvarle del trance penal de las cesiones de crédito, no dudó en privar a los ciudadanos de un derecho constitucional (Artículo 125) como es la Acusación Popular. El episodio ha quedado acuñado en los anales de la vergüenza colectiva de todo un país como la “doctrina Botín”. La Justicia pervertida y la economía del revés. Las propias declaraciones del banquero sobre la crisis son paradigma de la gran mentira propalada desde la presidencia del Gobierno sobre la situación de la economía (…) El Santander se enfrenta a un futuro complicado. Seguramente don Emilio se ha metido en camisa de once varas, lejos de las viejas tradiciones bancarias de su padre que sentaron la fortaleza de la marca: comprar y vender, y coger dinero con una mano y prestarlo con la otra. Como hace tiempo escribiera Walter Bagehot, “Las grandes crisis ponen al descubierto las especulaciones excesivas de muchas Casas de las que antes nadie sospechaba”. Lo peor que le ha ocurrido al Santander es que ha perdido la confianza que antaño inspiraba la marca en una mayoría de sus clientes. Si lo decía el Santander, tenía que ser verdad. Ahora no. Ahora resulta que, cuando vienen curvas, la culpa es del cliente, que no se leyó la letra pequeña del contrato que firmó. Lo ocurrido en los últimos meses pone también en evidencia la existencia de un equipo de gestión obsoleto, que no estaba preparado para el desfile por la Quinta Avenida de la banca mundial. El relevo se antoja difícil. Botín junior ha quedado chamuscado, del brazo de su cuñado Morenés, en el caso Madoff. Como en Los Buddenbrooks, la genial saga que Thomas Mann relatara en 1901 sobre la vida de tres generaciones de una rica familia de comerciantes en Lübeck, que progresivamente se van distanciando del código de valores impuesto por el fundador, no va a ser fácil para los Botín retornar a las esencias (…) EL CONFIDENCIAL. 22-2-2009 Editorial. El Mundo LOS GOBIERNOS DE PAÍS VASCO Y GALICIA SE JUEGAN EN POCOS VOTOS A siete días de las votaciones en Galicia y en el País Vasco la encuesta de Sigma Dos para EL MUNDO ofrece un panorama más abierto de lo que han venido pronosticando los sondeos. Mientras el PP, contra pronóstico, rozaría la mayoría absoluta en Galicia, el PNV y sus aliados estarían hoy a un sólo escaño de poder reeditar su pacto de gobierno. Según nuestro estudio, la hipótesis de que el PP pueda recuperar la Xunta es real, ya que, aunque baja la expectativa de voto de los tres partidos mayoritarios, los socialistas y, sobre todo, los nacionalistas del BNG, son los que más la acusan. Dos factores podrían ser decisivos a la hora de inclinar la balanza. Uno, el voto por correo de la emigración, sobre el que tradicionalmente ha habido sospechas de manipulación. El otro, el número de votos que pueda restarle UPyD, el partido de Rosa Díez, a los populares. Sobre lo primero, poco puede hacer Núñez Feijóo, salvo exigir que se cumplan los procedimientos establecidos. Pero en cuanto a lo segundo, causa perplejidad que el candidato del PP haya hecho un discurso a la contra (…) Sería calamitoso que finalmente Feijóo se quedara a las puertas del Gobierno por los votos que pudiera restarle UPyD, que sí ha hecho bandera del modelo de Estado y de la libertad de elección de la lengua en los colegios. En el País Vasco, la formación que lidera Rosa Díez también podría ser decisiva, pero aquí por aportar uno o dos escaños clave, lo que permitiría conformar una mayoría constitucionalista junto a socialistas y populares. El sondeo vaticina las elecciones vascas más reñidas desde 1980. Señala una recuperación del PNV, que volvería a ser la fuerza más votada. Sin embargo, Patxi López, que llevaría al PSOE a los mejores resultados de su historia, podría arrebatar el sillón de Ajuria Enea a Ibarretxe con los escaños del PP y UPyD. Las campañas gallega y vasca han estado marcadas hasta ahora por la política nacional como consecuencia de la escandalera de la trama de corrupción en el PP, merced a la instrucción de Garzón. En el País Vasco, la exclusión del brazo político de ETA ha avivado el tono, con declaraciones como las del obispo de San Sebastián en contra de la ilegalización de sus candidaturas. (…) En Galicia, el secuestro de unos pensionistas para llevarlos a un mitin de Anxo Quintana ha sido lo más sonado. Aún quedan seis días para movilizar al electorado y lo apretado de los resultados hace pensar que se avivarán ambas campañas EL MUNDO. 22-2-2009 Madrid. El País EL HURTO DE LOS BANQUEROS I. de B. Entre los ejecutivos financieros españoles es habitual el comentario de que "el banco malo del que tanto se habla en Estados Unidos, ya se inventó en España cuando quebró Banesto". Entre las medidas que se estudian ahora está repetir el esquema de la intervención de la crisis de la entidad presidida por Mario Conde en 1993. Inicialmente el Banco de España dijo que el agujero era de 3.615 millones de euros. Se inyectó capital por 1.085 millones. Además, se metieron provisiones a fondo perdido por 1.715 millones, obtenidas con la venta de cartera industrial. Por otro lado, se facilitó un crédito a bajo tipo de interés por 1.900 millones, a cuatro años. Según los datos del Banco de España, el coste total inicial fue de 4.700 millones, aunque posteriormente el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) recuperó 1.885 millones con la venta de su participación en capital al Santander mediante subasta pública. En resumen, el Fondo de Garantía de Depósitos pagó una factura de 1.157 millones de euros, según estimaciones del Banco de España. De ellos, la mitad corrió a cargo de los bancos y el otro 50% lo pagó el Banco de España. En definitiva, ambas facturas recayeron sobre los clientes o los ciudadanos. Uno de los problemas de repetir este modelo es que desde el punto de vista político está mal visto ayudar a la banca. En Europa ya lo han comprobado. Como recuerda Juan Ramón Quintás, presidente de la Confederación Española de Cajas (CECA), los Gobiernos europeos se han quedado perplejos tras comprobar que los banqueros "han utilizado la primera oleada de inyecciones de capital público para cobrar enormes bonus, en una acción que puede ser calificada como algo parecido al hurto y que ha levantado la indignación social". EL PAÍS. 22-2-2009 Opinión. ABC EL CARNAVAL DE ENDESA M. Martín Ferrand Ya se ha consumado el desatino que -¡otro más para el catálogo!- viene a demostrar la inconsistencia de nuestros poderes públicos. Endesa ha pasado a ser una empresa pública… del Estado italiano. Así lo han forzado, por relevos, los gobiernos de José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero. Si alguien pensaba que entre ambos líderes no existen puntos en común, estaba en un error. Endesa es la historia de un despropósito en el que, como aquí suele ocurrir, el poder político turnante no desperdició oportunidad alguna para el disparate ni para el perjuicio de los intereses del Estado y de los ciudadanos que decidieron invertir en la que fue primera compañía energética española. Para poder entender el asunto, Rodrigo Rato debiera aclararnos las razones por las que, en sus días de responsabilidad, impidió, contra la razón económica y el deseo de las partes, la pretendida fusión societaria entre Endesa e Iberdrola. Aquí nadie explica nada y la oscuridad tiende a imponerse sobre la luz; pero resulta chocante que se impidiera, en mera exhibición de fortaleza gubernamental, lo que hubiera sido enriquecedor para la paupérrima realidad energética española y benéfico para los accionistas de las dos empresas. También Zapatero y su equipo de pensamiento económico -¡socorro!- tendría que ilustrarnos sobre el papel del Gobierno cuando, con su bendición, Gas Natural lanzó una OPA sobre Endesa que, rápidamente, fue superada por otra de E.On. Ahí entró en juego, como las liebres en las carreras de galgos, la constructora Acciona que obligó a la energética alemana a elevar notablemente su oferta anterior. A partir de ese momento, Endesa fue desmembrándose, E.On se vio forzada a un mutis en beneficio de Enel y, en la más pura praxis del pelotazo con ayuda gubernamental -algo fundamental en nuestro folclore económico-, se cerró el ciclo con la compra por parte de Enel de la participación de Acciona. Los polvos de Aznar son hoy lodos de Zapatero y, salvo la intervención de la CNMV, el 8 por ciento de pequeños accionistas que permanecen en el accionariado de Endesa se quedarán compuestos y sin una OPA de exclusión que, sin enmendar en nada tan poco ejemplar y promiscuo proceso, perjudicial para la independencia energética española, compensaría a quienes han sido comparsas en esta chirigota carnavalesca que encabeza José Manuel Entrecanales. ABC. 22-2-2009 Opinión. La Vanguardia CRISIS DE ANSIEDAD Enric Juliana (…) La crisis de ansiedad de Garzón (subida de la presión arterial acompañada de angustiosa opresión en el pecho) define el momento político. Todo está revuelto. Nada es seguro. Por fortuna, el juez valiente ya se halla fuera de peligro. De manera que ayer tomaron el relevo Zapatero y Rajoy, ambos con síntomas de asfixia en las encuestas. Zapatero, fascinado por el estilo Sarkozy y entregado a un gran activismo gestual, no puede permitirse esta vez el gran golpe de efecto que exige el momento narrativo: el cese fulminante del ministro de Justicia, por cazar sin licencia en Jaén y disputarle al difunto Rafael Azcona el ingenioso guión de La escopeta nacional (…) Zapatero quisiera destituir hoy mismo a Bermejo (…) Para dar ejemplo, recuperar la iniciativa y volver a colocar al PP a la defensiva (…) Reclutado gracias a su feroz dialéctica y a su férreo aguante ante las embestidas de la derecha judicial, el fiscal Bermejo y su rifle de repetición se han convertido en la contraimagen de ese socialismo sin colesterol que con tan estudiado porte encarna la ministra Carme Chacón. Bermejo es un quebrantahuesos, un defensa central, un campeón de lucha libre, un comisario político de los de antes. Y un hombre poco prevenido los fines de semana. Cuatro días después de la primera huelga de jueces en la historia de España, su cese significaría regalar a cada uno de los magistrados que secundaron el paro la hermosa cabeza de un astado. Un ciervo de 16 puntas. Al presidente del Gobierno le gustan mucho los gestos, pero poner a Bermejo en manos del taxidermista podría ser contraproducente para la causa gubernamental. Por primera vez en bastante tiempo, Zapatero no puede mover pieza al dictado de su astucia. Por ello optó ayer por otra gestualidad. Por un mensaje justiciero y acaso un poco justicialista. En un mitin en Vigo, la ciudad gallega más golpeada por la crisis, el presidente del Gobierno se erigió en defensor y garante de los jueces, fiscales y policías que investigan la corrupción, ante la manifiesta agresividad del PP y los medios de comunicación que le son más afines. Zapatero exigió a la derecha que se modere. Mariano Rajoy acusó recibo en Lugo y pidió "imparcialidad" a los jueces. La cacería de Jaén ha sido de gran alivio para el PP, pero no ha anulado la gravedad de los hechos investigados. Más que la corrupción en sí misma, el frame (el cuadro mental dominante) del 1 de marzo es la continua pérdida de prestigio de la política. Soplan aires de abstención, sobre todo en Galicia, lo cual alimenta la incógnita electoral. Todo se halla revuelto. Nada está claro. Galicia podría hundir a Rajoy, pero también puede ser su gran tabla de salvación. Dependerá de uno o dos escaños. Y el País Vasco puede devenir una endiablada partida de mus durante tres o cuatro meses, si de las urnas no surge una clara mayoría. Reina, por tanto, la ansiedad LA VANGUARDIA. 22-2-2009

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