Las Cajas de ahorro en el punto de mira

El nuevo orden de la banca

Fernández Ordoñez pide» que, por lo menos, los responsables del desaguisado cesen en sus puestos y que no todo el dinero sea público. Que la nueva reforma de las cajas contemple la entrada del el capital privado», significa abrir la puerta a lo que Botin necesita empezar a absorber competencia y concentrar capital en un proceso de fusión Bancaria al estilo de los años 90.

En unas jornadas financieras organizadas or «ABC» y Deloitte, los consejeros delegados del SANTANDER y del Banco POPULAR Alfredo Sáenz y Roberto Higuera, respectivamente, apuntaron que el número de sucursales tendrá que ajustarse.Banco Santander y Banco Popular coincidieron con el gobernador del Banco de España que hizo especial hincapié en que la reestructuración del sector bancario pasa por que se produzcan fusiones «de todo tipo», aunque, eso sí­, «no dirigidas» desde las órbitas polí­ticas, sino decididas por las propias entidades implicadas y guiadas por «principios económicos». Frnández Ordóñez añadió un matiz importante: aclaró que cuando defiende la reestructuración del sector no sólo se refiere a las cajas de ahorros, sino a todas las entidades de depósito españolas.Miguel Sáenz, consejero delegado de Santander, quien auguró un menor número de entidades y de oficinas en un futuro no muy lejano. Y es que, no hay que olvidar que España es bien conocida por la tupida red de oficinas bancarias. Magreadas, cuando no abducidas, por las nuevas burguesí­as burocrático-administrativas las cajas de ahorros han repetido el modelo de los bancos en los años 80: participación excesiva en empresas, sobretodo del ladrillo, dirigiéndolas de acuerdo con los intereses de su proyecto y de las amistades y afinidades que ese proyecto pudiera levantar entre las «fuerza vivas» de la región. Multiplicando exponencialmente el credito. La crisis bancaria costó un billón de pesetas, ahora la crisis de las cajas puede costar bastante más: cien mil millones de euros.Fernández Ordoñez pide» que, por lo menos, los responsables del desaguisado cesen en sus puestos y que no todo el dinero sea público. Que la nueva reforma de las cajas contemple la entrada del el capital privado», significa abrir la puerta a lo que Botin necesita empezar a absorber competencia y concentrar capital en un proceso de fusión Bancaria al estilo de los años 90. La imposible pervivencia de las cajas en su configuración presente son cuestiones que se llevan oyendo desde hace semanas y meses. La novedad, en esta ocasión, es que quien lo dice es el hombre mejor informado de España y que durante mucho tiempo ha ocupado puestos de responsabilidad en la Administración del Estado un buen cuadro de Botin. A buenos entendedores este es un mensaje claro para navegantes.Sáenz afirmó que «la capacidad instalada del sistema tiene que ajustarse» debido a la caí­da de la actividad y de la demanda como consecuencia de la crisis económica.»Todos habí­amos abierto oficinas y ahora tenemos que cambiar el chip», dijo Sáenz, tras apuntar que hay que ir hacia un sistema «con menos entidades y menos oficinas».Por su parte, el consejero delegado de Banco Popular apuntó que existe en el sistema financiero español «un exceso de entidades bancarias». Higuera dijo que la entidad ha cerrado 114 sucursales en lo que va de año que han afectado a cerca de 130 personas.Ninguna burguesí­a burocrática regional o local está dispuesta a abandonar o ceder gratuitamente el formidable poder de control que le otorga su dominio sobre ellas. Lo que le preocupa todaví­a más es que en la inevitable reforma que ha de seguirse, no se cuente con «los órganos rectores de las cajas», es decir, con la más amplia representación de cada una de las burguesí­as burocráticas regionales. El fondo de rescate para el sistema financiero, que prepara el gobierno de Zapatero, fundamentalmente destinado a cajas de ahorros, contará con un volumen aproximado de 40.000 millones de euros, podrí­a aprobarlo en el Consejo de Ministros de este viernes, pero algunas fuentes señalan que la nueva vicepresidenta, Elena Salgado, quiere introducir modificaciones, lo que podrí­a retrasar su aprobación. Además, la tramitación irá separada de la reforma prevista para el marco regulatorio de las cajas de ahorro.Sin embargo, los bancos han rechazado de plano el rescate de cajas en dificultades, y mucho menos poner dinero para ello. Al final, la ronda les saldrá casi gratis. En el mismo encuentro, el presidente de la AEB, Miguel Martí­n, pidió que las aportaciones públicas de capital se usen «para fortalecer al sector en su conjunto, no para salvar entidades individuales».Es imprescindible reforzar al sector ante la segunda oleada de morosidad que se avecina: después de los inmigrantes y los promotores inmobiliarios, llegan los hipotecados nacionales que se han quedado en paro. Y dado que la primera oleada -que ha llevado la tasa de mora al 4,65% en las cajas y al 4,2% en los bancos- ya se ha comido la mayor parte del colchón de las provisiones genéricas, y que falta por provisionar el grueso de esa morosidad, que se dota al segundo año, va a ser imprescindible recapitalizar a numerosas entidades.La papeleta para el gobierno de Zapatero es como llevar adelante el plan de la banca de recapitalizarse absorbiendo a las Cajas de ahorro y contentar a las castas regionales que no están dispuestas a perder el formidable poder que el control de las cajas les confiere.Pero el tiempo corre en su cuenta el inminente «crujido», que se esperen peguen las cajas les puede saltar en la cara. La banca necesita recapitalizarse para hacer frente a la inmensa deuda asumida en el exterior y que tiene que abonar en un corto plazo. Un nuevo orden bancario se avecina. Y botin ya ha puesto su punto de mira en las Cajas.

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