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El motor de la F-1 se gripa

Si hasta ahora Ferrari encabezaba el desplante a la nueva normativa presentada por la Federación, la pasada noche, la Asociación de Equipos de F-1 – FOTA -, formada por BMW-Sauber, Brawn, Ferrari, McLaren, Red Bull, Renault, Toro Rosso y Toyota, se ha plantado, parece que definitivamente. La organización que aglutina a estas escuderí­as ha decidido estudiar la creación de un campeonato paralelo.

"Los derechos de la mayoría de los equios han sido ignorados. Decenas de millones de dólares han sido retenidos a muchos equipos por el titular de los derechos comerciales desde 2006 […] Tenemos otra alternativa para comenzar a preparar un nuevo campeonato que respete los valores de sus participantes y socios. Esta nueva competición tendrá un sistema transparente de gobierno y un solo tipo de reglas y animará a los nuevos participantes y escuchará los deseos de los aficionados, lo que incluye precios más bajos de las entradas. Los grandes pilotos, estrellas, marcas, patrocinadores, promotores, compañías que históricamente han estado vinculados con la F-1 tendrán su sitio en este nuevo campeonato”, según el comunicado.La situación ha llegado a un punto en el que parece que solo el patriarca Ecclestone puede mediar para resolverla. Entre las salidas habría de incluirse una renegociación de las condiciones económicas y la carta de renuncia de Mosley.Por su parte Max Mosley ha intentado un quiebro a la situación anunciando que incluiría a Ferrari, Red Bull y Toro Rosso, por el acuerdo de Concordia firmado en el 2005. Estos a rechazado la propuesta. En las listas de participantes, que se publicarán mañana es de esperar que aparezcan, entre otros, Adrián Campos, el equipo Epsilon de Joan Villadelprat, March, Brabham y Prodrive – según informaciones de El País -.Las principales escuderías parecen haber hecho ya movimientos de contacto con circuitos y cadenas de televisión para asegurar la ruptura y la fundación de una nueva competición.Mientras el dogal de la crisis continua apretando cada vez más, las principales escuderías pugnan con la dirección de la Federación por quién impone las condiciones, como sale cada uno en la foto y cuánto peso tiene. No solo estamos hablando de miles de millones en concepto de publicidad y derechos de comunicación, sino de quien se impone en el corazón de la industria automovilística, y el principal dinamizador del desarrollo tecnológico.Hasta ahora Mosley ha intentando articular un frente de freno a las principales escuderías, creando, al mismo tiempo, las condiciones para que otras de menor capacidad pudieran entrar a competir… y no solo en Fórmula 1, de eso se trata. Pero parece que ha forzado en exceso la máquina, sin cuidar “la lubricación” y ha gripado el motor. A partir de ahora… es de esperar varios quiebros en las próximas horas.

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