Jose María Mollinedo. Gestha, Técnicos de Hacienda

El milagro de ser mileurista

Frente a los últimos datos publicados de la bajada del paro Gestha denuncia que el 47% de los trabajados ganan menos de 1.000 euros.

El número de trabajadores españoles que cobra menos de 1.000 euros mensuales ha aumentado de forma continuada en los últimos ocho años, alcanzando en 2015 -año de la última estadística disponible- la proporción más alta desde que comenzó la crisis, con el 47% de los trabajadores (8.160.172 personas) con salarios por debajo del mileurismo.

Además, los Técnicos de Hacienda alertan que, de no contar con otros ingresos familiares, casi 6 millones de trabajadores (un 34,4%) podrían encontrarse en riesgo de pobreza, al percibir un sueldo por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI, que son 9.080,40 euros en 2015, teniendo en cuenta que 8.010,90 euros era el umbral de riesgo de pobreza en hogares de una persona en ese año, sin considerar que el umbral de pobreza en hogares de 2 adultos y 2 niños era de 16.823 euros).

José María Mollinedo es el secretario general del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA).

Habláis en el título del informe del milagro de ser “mileurista”. ¿Los nuevos “mileuristas” son los “seiscientoseuristas”?

Ahora sí. Previo a la crisis económica, decir que una persona era “mileurista” era algo casi peyorativo, pero, tal y como están los salarios, ahora es casi una cifra ansiada.

Hay un 47% de trabajadores que cobran menos de mil euros, es decir, han aumentado 7 puntos desde 2007. Pero además, está la pérdida de 3 millones de empleos. Una parte del porcentaje será del nuevo empleo que se ha creado después y otra de rebaja de los salarios… ¿tenéis datos?

No los tenemos de la conversión de un tipo de contratos en otro. Pero lo que se ha producido es que muchas personas han entrado en el desempleo desde esas fechas hasta ahora, y a partir de ese momento la nueva contratación ya se produce en condiciones de mayor precariedad. Esto es bastante habitual y por lo que muchos economistas tratan el problema como “el mercado laboral”, como si fuera un bien más en la economía capitalista, donde la oferta y la demanda determinan el precio de la hora en ese trabajo. Con esta concepción generalizada en el empresariado español, no es difícil pensar que si hay muchos demandantes de empleo, las nuevas contrataciones van a salir a bajo precio, porque saben que van a tener otras personas candidatas a ese puesto. Esto va en detrimento de los trabajadores y de los derechos de todo tipo. Se puede ver a corto plazo desde la óptica del salario que perciben, pero a medio o largo plazo, según la edad del trabajador, también va a tener un impacto en la futura pensión de jubilación.

El empleo cae hasta 2014, y al mismo tiempo los trabajadores que cobran menos de mil euros no paran de crecer, especialmente en 2009, donde ya hay casi 2 millones de nuevos parados, y en 2013.

Se han producido varios aspectos encadenados. Por un lado, la destrucción de empleo de personas con mayores retribuciones, y su sustitución por salarios más bajos. Y por otro lado, están los efectos de las reformas laborales que han llevado a que en los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), muchos trabajadores hayan concedido una rebaja de sus retribuciones con tal de conservar el empleo. Con los datos no hemos podido analizar las causas en profundidad, pero seguramente esto es lo que ocurra.

La tendencia de la desigualdad salarial es al incremento, especialmente desde 2013, pero hay un ‘impasse’ entre 2010 y 2012, ¿a qué se debe?

Efectivamente, la tendencia estadística es hacia el aumento de la desigualdad, aunque no tenemos datos de 2016. Es verdad que en esos dos años parece que se haya reducido, pero viene motivado porque ha habido mayor reducción del número de personas con mayor cifra de ingresos (10 veces el Salario Mínimo Interprofesional – SMI -) no del ingreso medio. El cálculo de la desigualdad parece que se ha mejorado en esos años pero no porque hayan mejorado los salarios por la parte de abajo, sino por el demérito de que se han reducido por la parte de arriba.

El informe señala que hay un 34% en riesgo de pobreza que cobran menos del SMI, pero para muchos trabajadores y familias, menos de 1.000 euros al mes ya es una situación de extraordinaria dificultad.

El umbral de pobreza con un hogar con dos hijos menores está en torno a los 17 mil euros. Por eso decimos que es el 34%. También es verdad que no aparecen los datos de los declarantes de renta, que para hacer los cálculos sería más preciso, sino los de los trabajadores. Como sabes, los trabajadores con menos de 22 mil euros de ingresos no están obligados a presentar la declaración, salvo que sean dos pagadores, entonces la exención desciende a los 12 mil euros.

Como le decía, con las estadísticas de los declarantes sería más acertado calcular las cifras de personas por debajo del umbral de la pobreza. Porque conoceríamos estadísticamente las circunstancias personales y familiares, y si a parte del sueldo hay otro tipo de ingresos, si ambos miembros de una pareja trabajan… así una parte de las personas saldrían de la estadística. El INE (Instituto Nacional de Estadística) refleja un porcentaje más favorable, en torno al 21%, porque estas personas perciben otro tipo de ingresos o porque al compartir ingresos salen del umbral de la pobreza. Pero el valor del informe es que sin tener que esperar a la ayuda de otras personas, de la pareja o de cualquier otro ingreso, muestra que una persona con trabajo puede ser pobre. Y esa cifra va aumentando, por lo que no parece que este sea el mejor modelo de relaciones laborales.

Llama la atención que se reduzca la cantidad de ejecutivos en, aproximadamente, 70 mil, pero sus salarios no paran de incrementarse…

Hablamos de medias salariales que acaban en más de 10 veces el SMI. Es una estadística demasiado bondadosa para ese nivel de directivos. La relación que resulta es que, aproximadamente, cada directivo cobra como 42 personas con los ingresos más bajos. Estaría más claro si tuviéramos un mayor desglose de los datos estadísticos de la Agencia Tributaria, algo que seguramente con toda la intención no se facilita. Pasa igual con los declarantes de renta que acaban en más de 600 mil euros de ingresos, pero claro, no es lo mismo eso que más de 4 millones de euros de ingresos, y hay personas que esa cifra la superan. Nos gustaría que hubiera un mayor desglose. Pensamos que esa información no se quiere facilitar porque las conclusiones serían mucho más desalentadoras.

Una persona que ingresa 150 mil euros al año es alguien que tiene una economía muy saneada, obviamente, pero no podemos decir que sea una gran fortuna. Tendrá mayor consumo, gustos más caros, podrán ahorrar… pero con eso no podrán formar uno de los grandísimos patrimonios millonarios que existen en nuestro país. Tendrían que dedicar prácticamente los ingresos de toda una vida. Nos da la sensación que si tuviéramos mayor desglose, seguramente las cifras de las personas que tienen ingresos superiores al millón de euros, no habrían bajado tanto como los 70 mil ejecutivos de los que hablas.«No se facilita un mayor desglose de los datos de forma intencionada»

Por otra parte las cantidades que perciben se mantienen. Algunos de los grandes directivos del IBEX35, con sueldos millonarios y escandalosamente altos, han seguido cobrando lo mismo o más, pese a una situación mala de rentabilidad de la empresa. En ocasiones es porque blindan sus contratos, y en otras por los bonus que reciben, garantizando de esa manera una parte muy importante de lo que perciben. Los trabajadores no tienen ese tipo de garantías.

Es decir, que las cifras esconden que se mete en el mismo saco a un directivo que cobra 7 u 8 mil euros al mes y a los equipos de dirección de bancos y multinacionales.

Claro. El sueldo medio que aparece en las cifras es el de un ejecutivo de una mediana empresa. Desde luego no son los sueldos que hemos visto reflejados en las cuentas anuales de las empresas del IBEX35.

Ese mayor desglose que pedís pondría el foco sobre los sueldos de un reducido núcleo de ultra privilegiados en nuestro país, y cuáles han sido sus ingresos durante la crisis.

Claro. Han habido dos crisis, la laboral y la fiscal. Bueno, han habido más pero excede mi especialidad. Puede haber desigualdad en la distribución de las rentas salariales, pero podría existir una fiscalidad realmente progresiva que compensara los efectos de esa desigualdad.

Además, los datos de pobreza no son los mismos antes o después de las transferencias del Estado a los ciudadanos. Hay personas que salen del umbral de esa manera, teniendo en cuenta que es relativo. Si mantuviésemos el umbral del año 2007, personas que a día de hoy están por encima del umbral de la pobreza, estarían por debajo.

La reforma fiscal de 2014 no ha ido en un sentido progresivo. Los gravámenes extraordinarios que se aprobaron en 2012 y que estuvieron vigentes hasta 2014, que subían hasta en 7 puntos para los ingresos de más de 300 mil euros, imprimieron una gran progresividad a la tarifa de la renta, también a la del capital, porque los aumentaban hasta el 27% en el tramo superior. Con la reforma fiscal esos gravámenes se suprimen y la tarifa se rebaja, tanto para la renta del capital como para la general.

Además, si hablamos de los grandes beneficiados de la rebaja general para todos los tramos de la tarifa, es casi seis veces más beneficioso para las rentas altas que para las bajas, es decir, para ingresos de más de un millón de euros. Se ha perdido bastante progresividad con el IRPF después de 2015.

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