La polémica vacuna del Papiloma

El mejor sitio, los mejores médicos

La mejor manera que tiene el Ministerio de Sanidad para ganarse a la opinión pública y su confianza en que la campaña de vacunación es necesaria y segura, es atender de inmediato el caso de la chicas afectadas de Valencia y vigilar de cerca al resto que están siendo inmunizadas, y aclarar los hechos de forma transparente..

Ciertamente, el hecho de que sean los familiares los que estén tomando la delantera a la hora de roponer y moverse para salvaguardar la vida de sus hijas no deja en buen lugar la actuación de la administración. Tanto la creación de un panel de expertos como la búsqueda de hospitales en EEUU, donde la vacuna lleva administrándose durante tres años y por tanto tienen más experiencia en estos casos, hubiera podido ser perfectamente una iniciativo del Ministerio de Sanidad. El padre de Carla, de 14 años, afirma que "Hay casos en Estados Unidos de hospitales donde se ha tratado este tema: el Johns Hopkins Hospital de Baltimore y el Hospital Universitario de Columbia, en Nueva York". Si el ministro realmente defiende la campaña de vacunación tiene que, no sólo atender a los efectos adversos (se supone que marginales) como si se tratara de sus propios hijos, sino implicar también a los laboratorios que tan buenas ganancias hacen de la vacuna y que ahora se quieren desentender diciendo que la reacción se debe “a la idiosincrasia de las chicas”. O sea, nada. La reclamación del padre de llevar a la chica a EEUU o traer médicos norteamericanos especializados a Valencia es justa. El ministerio no debe permitir que el desamparo de la familia (que se queja de haber "solicitado hablar con el ministro de Sanidad como máximo responsable de la sanidad de las niñas pero no tenemos respuesta", ocupe ningún titular de prensa). Y más teniendo en cuenta que la familia lleva viviendo las 24 horas del día en la sala de espera de la UCI del Hospital Clínico desde principios de febrero. Porque si realmente el equipo médico del Hospital no ha sabido ni podido controlar las crisis de convulsiones que afectan a las pequeñas, lo lógico es admitirlo y buscar otra solución. Si investigar estos casos permite avanzar en la evaluación de la eficacia y seguridad de la vacuna, pues habrá que afrontarlo, tanto si es para reconocer que la vacuna es la causante como si fuera únicamente un detonante de una condición previa. Ni puntos muertos, ni silencios. La vida de las chicas es definitivamente lo que puede rubricar el título de “Ministro de los Pacientes” al que opta Bernat Soria con ventaja respecto a muchos de sus predecesores..

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