Salón del Cómic de Barcelona

¿El mejor cómic del año?

Una inmensa obra, publicada sorprendentemente por un pequeña editorial como BD Banda, que se ha alzado con dos de los premios más importantes del salón: Mejor Guión, para el veterano Felipe Hernández Cava; y Mejor Obra del 2008, que compartirán el guionista y el dibujante valenciano Bartolomé Seguí­. La obra, que ya fue reseñada en este mismo periódico hace unos meses, bucea en las historias personales que rodeaban a la figura de los brigadistas internacionales durante la Guerra Civil, tejiendo una trama más cercana al género negro, en el que se combinan escenarios tan dispares como el centro de Barcelona, el frente de Aragón, y las calles de un Manhattan en el que todaví­a coleaban los estragos del crack del 29 y empezaba a perseguirse a los comunistas como delincuentes.

Una obra cargada de valor histórico, ero elaborada como un portentoso ejercicio de ficción, sin ninguna intención moralizante más allá de la de recrear escenarios y tramas propias del mejor cine negro de origen norteamericano, para combinarlos con los sucesos de la Guerra Civil, con sus heroicidades y sus canalladas, a la que acudían muchos hombres justos y revolucionarios, pero también peligrosos agentes o simples asesinos con sed de sangre. De tres hombres en concreto habla esta historia, tres hombres que un día estuvieron en el mismo bando, y que se persiguen mutuamente durante todo el relato, cargado de flashbacks, para ajustar cuentas. El jurado ha decidido este año otorgarle dos de los más preciados galardones, incluido el de mejor obra del año, que la convierten en la gran triunfadora del certamen más prestigioso de España. Algo que puede repetirse en breve en Francia, donde como es habitual fue publicada con anterioridad consiguiendo un mayor éxito de público, lo que le ha valido la nominación para el gran premio otorgado por el gremio de libreros, de entre las consideradas diez mejores obras del año. Sin embargo el título de “gran triunfadora” del certamen deberá ser compartido con el joven Pere Mejan. El autor catalán también se ha alzado con dos importantes premios, el de Mejor Autor Revelación y Mejor Dibujo, con su sorprendente álbum “La revolución de los pinceles”. Un siglo XVIII alternativo, en la que la sociedad ha evolucionado de modo que la historieta es una de las artes integradas en su cultura, y sus obras circulan como concierne a un medio de comunicación perfectamente asentado. Los personajes de la obra trabajan en los folletines de historietas por entregas, desarrollan obras de encargo para nobles y aristócratas, y los autores satíricos se granjean la enemistad de ciertos poderosos. El nudo de la obra es precisamente ese: un caricaturista ha sido ajusticiado por un editor sin escrúpulos que se ha sentido vejado en su honor y, a raíz de las muertes y las vendettas, las calles que transitan acaban tiñéndose de la sangre de dibujantes, impresores y editores. Dos obras a las que habrá que prestar especial atención en los próximos meses, teniendo en cuenta la repercusión mediática que empiezan a tener los cómics que cosechan premios tanto en España como fuera de nuestras fronteras, y las cifras de ventas que de ella se derivan, que suelen suponer un soplo de aire fresco para estos autores tan condenados al ostracismo y a la difícil supervivencia.

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