Cargando...A seis días de que comience la retirada de las tropas norteamericanas de Irak, un sangriento atentado -el más grave de este año- ha golpeado el barrio chií de Ciudad Sáder en Bagdad, poniendo en entredicho la estabilidad de la zona y la capacidad de las fuerzas de seguridad iraquíes.
Al menos 72 ersonas perdieron la vida y otras 127 resultaron heridas al estallar una moto-bomba en un popular y concurrido mercado de Ciudad Sáder, un barrio chií de la capital iraquí. La semana pasada, un camión bomba acabó con la vida de 73 personas en la provincia de Kirkuk.No es casual el momento –poniendo en cuestión la retirada de las tropas estadounidenses-, ni tampoco el escenario. El barrio chií de Ciudad Sáder, donde las tropas norteamericanas transfirieron el control de la seguridad a las fuerzas iraquíes hace apenas cuatro días, ha sido el escenario de dos grandes atentados este mismo año. En el mes de abril, dos coches bomba asesinaron a 52 personas, y poco después dos mujeres suicidas mataron a 60 fieles en un templo chií, al hacer explotar la carga que llevaban adosada bajo los ropajes. Además, Ciudad Sáder es el feudo del clérigo Moqtada al Sáder, que guarda fuertes vínculos con Teherán. Después de los combates con las tropas norteamericanas en la primavera de 2008, este clérigo chií –acérrimo enemigo de las tropas ocupantes- parecía haber firmado algún tipo de tregua o pacto, quizá alentado por el distinto tono de la administración Obama hacia Irán. Su milicia, el Ejército del Madhi había cesado sus actividades. Después de unos meses en los que la violencia en Irak parecía remitir, permitiendo el repliegue del Pentágono, esta ola de terror puede reavivar los atentados sectarios en el país, obligando a las tropas norteamericanas a modificar o retrasar su salida, lo cual no dejaría de afectara a los planes del Pentágono para otros puntos calientes como Afganistán.