No necesitamos decirlo nosotros. Lo dicen ellos mismos. Y lo hacen abiertamente. En febrero de 2010, el New York Times, a través de su columnista, el premio Nóbel de Economía Paul Krugman, lanzó la consigna: «los españoles han de rebajarse un 25% sus salarios».
Una vez fijado el objetivo, bastaron sólo tres meses, hasta mayo de 2010, para que Zapatero recibiera el mensaje y anunciara en el Congreso el mayor plan de ajuste –hasta ahora– de los últimos 50 años. Aunque para ello hiciera falta un último empujón de Obama, llamándole a intempestivas horas de la madrugada y conminándole taxativamente a iniciar de inmediato el plan de recortes necesario para rebajar un 25% los salarios y rentas del 90% de los españoles. Orden que Zapatero no tardó ni 24 horas en cumplir fielmente.Casi dos años después, nuevamente Paul Krugman ha sido el encargado, pero este vez desde las páginas del diario francés Le Monde, de fijar el nuevo objetivo. Al Imperio no le basta con la rebaja inicial, ahora quieren otro 20% adicional de reducción de salarios. Y quien crea que Rajoy va a hacer algo distinto a Zapatero, ejecutar a pies juntillas el nuevo mandato, es que desconoce la relación de vasallaje que anuda a nuestra clase política con Washington. De llevar a cabo sus planes, 2012 será recordado por el 90% de la población como el año en que acabamos teniendo, casi exactamente, la mitad del dinero en rentas y salarios que al inicio de la crisis. Dicho de otro modo, algunos vivirán la mitad de bien que en 2008, mientras la mayoría estaremos el doble de mal. Todo lo justifican en nombre de la austeridad, de no gastar más de lo que tenemos y de volver a ser competitivos para acabar con el paro. Pero la única verdad de todo esto es que lo que nos quitan a nosotros se lo llevan ellos. La banca extranjera jamás había sacado tan suculentas rentas de España como ahora, gracias a las continuas rebajas de nuestra deuda por parte de las agencias de calificación yanquis. Alrededor de 30.000 millones de euros extras por el aumento de los intereses de la deuda se calcula que se llevarán este año la gran banca franco-alemana y los gigantescos fondos norteamericanos. ¿No dicen que no debemos gastar más de lo que tenemos? ¿Y por qué no atajamos de una vez esta auténtica sangría?«La única verdad de todo esto es que lo que nos quitan a nosotros se lo llevan ellos» Gracias a las sucesivas reformas laborales y la rebaja salarial, las filiales en España de multinacionales como Ford, General Motors, Citroen-Peuget o Vokswagen-Seat obtienen ya más beneficios anuales en nuestro país que el BBVA, el segundo mayor banco español. Y eso a pesar del hundimiento del mercado nacional del automóvil, algo que a ellos apenas les afecta porque dedican mas del 80% de sus coches a la exportación. ¿Pero entonces, como se atreven a decir que los trabajadores españoles somos poco competitivos y hay que recortar todavía más los gastos salariales? Mientras muchas familias españolas se han visto obligadas a malvender sus pequeños ahorros invertidos en acciones del IBEX-35, los fondos de inversión extranjeros han ampliado sus participaciones en las grandes empresas españoles a niveles históricos. Al acabar 2011, el capital extranjero está ya cerca de controlar el 50% de la bolsa española. Nadie se ha atrevido todavía a hacer un balance global de cuantas empresas nacionales, y qué cuota de mercado, han caído en manos de multinacionales francesas, alemanas, británicas o norteamericanas desde que empezó la crisis. Pero cuando se haga, el resultado será demoledor. Esta es la única razón de que sigan exigiendo una nueva vuelta de tuerca a la rebaja salarial y aplicando unos recortes que todos los economistas, sin excepción, advierten que van a incrementar el paro hasta una cifra cercana a los 6 millones y conducirnos a una recesión que se prolongará al menos hasta 2014. Nosotros tenemos que ser un 45% más pobres para que ellos se sigan forrando.Por eso es “imprescindible” otra reforma laboral, cuatro meses después de haber aprobado la anterior, y pocos días después del acuerdo de “moderación salarial” entre patronal y sindicatos.Por eso hay que aplicar un salvaje tijeretazo a la sanidad, a la educación, a los gastos sociales… Por eso tienen que subirnos los impuestos a los trabajadores, a los pensionistas, a los profesionales…El nuevo objetivo ha sido marcado desde Washington. Y ahora Rajoy, como antes Zapatero, se pliega sumisamente a las demandas del imperio. Ni uno ni otro dudan un momento en convertirse en los bomberos pirómanos del FMI y Merkel, reduciendo a cenizas el país a base de la gasolina de los recortes.¡Ya esta bien! Lo que nos estamos jugando ahora es nuestro futuro por mucho tiempo.Y frente a quienes dicen que no hay otra alternativa que resignarnos, nosotros decimos que claro que sí que hay alternativa. La de unirnos el 90% de la población en un frente amplio y luchar por la redistribución de la riqueza, la ampliación de la democracia y la defensa de la soberanía nacional. Otro premio Nóbel de economía, Joseph Stgilitz, acaba de reafirmarlo: para salir de la crisis no hay que aplicar la austeridad, hay que subir los impuestos a los más ricos. Es decir, redistribuir la riqueza y ampliar la democracia para que los intereses de la mayoría cuenten. Y nada de esto será posible, añadimos nosotros, si antes no echamos a los pirómanos del cuerpo de bomberos.