EREs

El grupo de Leche Pascual quiere ver su futuro más blanco

El Grupo Leche Pascual se está replanteando el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que presentó el 9 de mayo ante el Ministerio de Trabajo, disminuyendo en un 30% el número de trabajadores a los que pensaba extinguir el contrato.

Con este nuevo lanteamiento se define una nueva reasignación de trabajadores, en la planta de Aranda de Duero verían extinguido el contrato 49 de los 70 empleados afectados con el actual ERE.En la fábrica de Outeiro de Rei (Lugo), serían 109 los que engrosarían las listas de desempleo, en vez de los 155 inicialmente propuestos. Así se lo ha hecho saber la dirección de la empresa a los representantes de los trabajadores, de lo cual han informado en asamblea al resto de los empleados de las dos plantas.El resto de empleados, 21 en Aranda y 46 de Lugo, sufrirían, según la oferta de la empresa, una suspensión temporal de trabajo durante, al menos, cuatro meses sin especificar el tiempo máximo. La propuesta también da la opción a negociar bajas voluntarias de los trabajadores que así lo deseen, ofreciéndoles indemnizaciones superiores a lo marcado por la Ley.Mientras que los empleados arandinos no se han pronunciado por el momento, los de Outeiro de Rei han rechazado de forma tajante la propuesta instando a su comité a lanzar una contraoferta a la empresa en la próxima cita que tendrá lugar el 12 de junio en Benavente (Zamora). Para los trabajares de Lugo, explica su abogado Alberte Xullo Rodríguez Feixoo, la propuesta de Leche Pascual "es una trampa", ya que la intención, han destacado los empleados, es reducir el ERE actual que engloba a las dos fábricas para que sea aprobado y más tarde plantear un nuevo ERE para la planta lucense.Los empleados han mostrado su enfado al saber que la empresa Nueva Rumasa dirigida por Ruiz Mateos, ha mostrado su disposición por adquirir la planta lechera de Lugo quedándose con la plantilla que allí trabaja. "Lo que se quiere hacer desde Leche Pascual es suna simple operación mercantil para obtener una plusvalía con la venta en lugar de pensar en las 155 familias", ha criticado Feixoo.El conflicto tiene como telón de fondo las importaciones de leche provenientes de Europa, en especial de Francia, a unos precios por debajo del de coste debido a un exceso de producción. Ese dumping encubierto es duro de acometer por el grupo Pascual y el resto del sector lechero español.

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