«En este momento, tenemos un compromiso prioritario: reducir el déficit. No podemos incumplir nuestro objetivo de déficit. Cualquier posibilidad de desviación tiene que ser inmediatamente compensada. Lo que tendremos que garantizar es que el presupuesto sea también suficiente para llegar a ese 6% de déficit. No excluimos anticipadamente nada. Lo que debemos conseguir es que la suma de nuestros ingresos nos permita hacer frente a nuestros gastos con el déficit que tenemos previsto.» (EXPANSIÓN)
EL ECONOMISTA.- Las restaciones de paro han conjugado una espiral de gasto que succiona casi la totalidad de los ingresos que genera el IVA a lo largo de un ejercicio. Por ello, el Ejecutivo ha puesto sobre la mesa la reducción de la cobertura de paro y después de sopesar diversas fórmulas de recorte parece ser que la que más apoyo ha recibido es la disminución la cuantía de la prestación, según informan fuentes gubernamentales. CINCO DÍAS.- China no sólo es la economía más dinámica del mundo, es también el país que más reservas en divisas acumula, con un 29,8% del total. De hecho, Pekín es el principal financiador de EE UU con la compra masiva de bonos públicos e hipotecarios americanos. Esto significa que China es la última interesada en un eventual colapso del dólar y tiene la capacidad para impedir que eso ocurra. Pero al mismo tiempo, la fuerza de presión de Washington ha quedado sensiblemente disminuida en el transcurso de la última década. Cada vez tienen menos credibilidad las amenazas de sancionar comercialmente a China por la debilidad artificial de su tipo de cambio. Los estrategas de Washington han comprendido que el diálogo es el camino más adecuado y la táctica ya está dando resultados. Entrevista. Expansión Elena Salgado: “No podemos descartar más subidas de impuestos” ”No podemos incumplir nuestro objetivo de déficit”, declara la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda. Ese será el principal criterio que guíe las decisiones tributarias. El momento: en Presupuestos. Hay muchos rumores sobre impuestos… ¿Se subirá el IRPF? ¿Se recuperará Patrimonio? ¿Qué nos puede decir para dar confianza a quienes necesitan seguridad jurídica en el escenario fiscal? Primero, un inciso: ¿Qué significa la seguridad jurídica? Sobre todo, ¿qué quiere decir para quien tiene un patrimonio importante? ¿Que si le anticipamos que va a tener que pagar más va a dejar de tener este patrimonio aquí? Tampoco podemos alimentar eso, tenemos que contar con un comportamiento razonable y solidario por parte de todos los españoles. Y, por lo tanto, si en un momento determinado tenemos que pedir más esfuerzos, lo tenemos que hacer en el momento que creamos que se necesita. Es el momento para saber si hay que hacer más esfuerzo, si se necesitan más ingresos, es el momento en que se presentan los Presupuestos. Se dice que están trabajando con muchos modelos Sí, se dice que Hacienda trabaja con varios modelos de subidas…Yo pido todos los días simulaciones y tests de estrés internos de casi todo. Me parece lo razonable dado que, en este momento, tenemos un compromiso prioritario: reducir el déficit. No podemos incumplir nuestro objetivo de déficit. Cualquier posibilidad de desviación tiene que ser inmediatamente compensada. En 2010, según la Comisión Europea, son suficientes las propuestas que tenemos sobre la mesa. Y para 2011, todavía no tenemos los impuestos sobre esa mesa. Lo que tendremos que garantizar es que el presupuesto sea también suficiente para llegar a ese 6% de déficit. En este momento, vamos cumpliendo las previsiones de ingresos de 2010, incluso con un cierto margen positivo. Pero es en julio cuando tenemos mayor seguridad de que lo que planteamos con respecto a los ingresos se va a cumplir en su totalidad. Y, por tanto, cuando podemos hacer una planificación casi al céntimo. El IRPF es uno de los posibles protagonistas de subidas o sólo Patrimonio… Patrimonio ha desaparecido. Ustedes han manifestado la oportunidad de reformarlo.. Todo está sobre la mesa. ¿El IRPF también? No excluimos anticipadamente nada. Lo que debemos conseguir es que la suma de nuestros ingresos nos permita hacer frente a nuestros gastos con el déficit que tenemos previsto. Y ésa va a ser una condición. ¿Le preocupa la carrera fiscal que han emprendido las autonomías? ¿Se podría llegar a un modelo tributario dual? El modelo dual ya existía. En la Comunidad de Madrid se había dicho que el Impuesto de Patrimonio se reduciría a cero. Y la verdadera carrera fiscal ha sido en el Impuesto de Sucesiones. Ha sido el ejemplo más llamativo. Incluso algunas autonomías lo suprimieron aunque no estaba en su programa. Sí que es verdad que Sucesiones, en la medida en que lo que se exige es que el contribuyente tenga domicilio en esa autonomía desde dos años antes del hecho causante, puede ser objeto de una deslocalización importante. Una parte de las medidas de austeridad se enfocan en autonomías, ¿se prevé algún mecanismo por si no cumplen? Sí, un seguimiento mucho más estrecho en las autorizaciones de endeudamiento. El año pasado, se cifraban anualmente, pero no tenían un seguimiento. Ahora las iremos autorizando poco a poco, según vaya la ejecución presupuestaria. EXPANSIÓN. 22-6-2010 Plan de ajuste. El Economista El gobierno reducir la cuantía de las prestaciones por desempleo Inma Pardo Para 2010, el Ejecutivo destinó 30.612 millones de euros al pago de las prestaciones de desempleo, es decir, casi dos tercios del recorte de gasto que debe completar de aquí a 2012 y que se cifra en 50.000 millones. Por ahora, el ahorro vendrá por la reducción del sueldo de los funcionarios, la congelación de las pensiones, la paralización de inversiones públicas o la reestructuración de empresas públicas. No obstante, la presión de Bruselas para que España alcance el 3% de déficit en 2013 pesa mucho. Aunque el pasado jueves la Comisión Europea afirmara que, por ahora, las medidas de España son suficientes, el Ejecutivo está preparando nuevas vías para cuadrar sus cuentas, si fuera necesario, y una de ella es ajustar el desempleo. Las prestaciones de paro han conjugado una espiral de gasto que succiona casi la totalidad de los ingresos que genera el IVA a lo largo de un ejercicio. Por ello, el Ejecutivo ha puesto sobre la mesa la reducción de la cobertura de paro y después de sopesar diversas fórmulas de recorte parece ser que la que más apoyo ha recibido es la disminución la cuantía de la prestación, según informan fuentes gubernamentales. Actualmente, el parado cobra el 70% de la base reguladora durante los 180 primeros días de la prestación y el 60% a partir del día 181 y hasta que finalice el periodo de la ayuda. Pues bien, el Gobierno plantea reducir la cuantía durante los primeros seis meses del 70 hasta el 60% de la base reguladora, y hasta el 50%o a partir del sexto mes de cobro de la prestación. Eso sí, se mantendrán los límites máximos y mínimos de la prestación contributiva: desde 492 euros al mes hasta 1.076,44 euros, siempre que no hayan hijos a cargo. Así las cosas, el debate sigue abierto y parece que no todos están a favor. Altos cargos destacados socialistas no ven el ahorro que supondrá este recorte: "Ahorraremos un 10% como mucho", advierten. Por ahora, no está decidido que se vaya a poner en marcha ya este ajuste. Todo indica, según explican estas fuentes, que se incluirá en los Presupuestos Generales para 2011, si las cuentas no cuadran. En la fecha de aprobación de los Presupuestos, finales de septiembre, también se evidenciará otro recorte que el Gobierno lleva con gran reserva, pero que ya está decidido: la eliminación de la ayuda de los 420 euros, dotada ya en 430 con la revisión del IPC, que cubría a los parados sin protección, según fuentes de Trabajo. Después de doce meses, esta nueva ayuda, denominada Prodi, habrá costado unos 600 millones. Así que los parados que agoten su prestación quedarán a expensas de las rentas sociales de las autonomías. EL ECONOMISTA. 22-6-2010 Opinión. Cinco Días China impone su ritmo al mundo Fernando Martínez Badas En el mercado de futuros se prevé que el yuan, la moneda china, se revalorice nada menos que un 10,6%… Lo malo es que esa apuesta es para el año 2015. Muchos en EE UU y Europa lanzaron las campanas al vuelo el pasado sábado cuando el Banco Popular de China anunció por sorpresa, es su modus operandi, que iba a acelerar la flexibilización del renminbi (es la denominación oficial de la divisa; kuai es el tercer nombre con el que se la conoce). Pero que nadie espere un giro radical en el tipo de cambio, al estilo de los que está sufriendo el euro. La propia autoridad monetaria se encargó de dejarlo claro al día siguiente, al recordar que es "importante evitar fluctuaciones masivas y bruscas". La reforma del yuan será "gradual" y los límites máximos de oscilación del 0,5% respecto al nivel central de paridad están en vigor. El mercado reaccionó ayer en consecuencia, el yuan apenas se movió un 0,4% y cotizó a 6,7969 unidades por dólar. Aquí, el ritmo no lo marcan las economías occidentales. No decide EE UU y mucho menos la Unión Europea, prácticamente desaparecida en el concierto internacional. El paso se dicta desde Pekín. China no sólo es la economía más dinámica del mundo, es también el país que más reservas en divisas acumula, con un 29,8% del total. De hecho, Pekín es el principal financiador de EE UU con la compra masiva de bonos públicos e hipotecarios americanos. Esto significa que China es la última interesada en un eventual colapso del dólar y tiene la capacidad para impedir que eso ocurra. Pero al mismo tiempo, la fuerza de presión de Washington ha quedado sensiblemente disminuida en el transcurso de la última década. Cada vez tienen menos credibilidad las amenazas de sancionar comercialmente a China por la debilidad artificial de su tipo de cambio, el mismo que ha venido exportando deflación al planeta entero durante lustros. Los estrategas de Washington han comprendido que el diálogo es el camino más adecuado y la táctica ya está dando resultados. Este próximo fin de semana tendrá lugar en Toronto (Canadá) la cumbre del G-20 y el tema del yuan y su controvertido tipo de cambio, que ha pasado dos años anclado en el entorno de 6,82-6,83 unidades por dólar, acaba de desaparecer de la mesa. Las conversaciones volverán a centrarse sobre la recuperación económica mundial. En contraste con lo que sucede en Europa, el santo y seña de la política económica de China es un profundo sentido práctico. Los gestores del país han comprendido que hay que reorientar la estructura del país hacia un perfil menos exportador y, al mismo tiempo, conjurar las sombras de las crecientes burbujas hipotecarias y de activos. Todo ello debe hacerse de forma ordenada y no como consecuencia de un cataclismo, a diferencia de como se ha dado el ajuste en Europa y EE UU. La nueva flexibilización del tipo de cambio responde a ese objetivo. Desde 2005, la revalorización del yuan ha seguido un ritmo pausado pero constante, hasta sumar un 17,8%. Una política firme ha permitido a China sortear la crisis económica con holgura. El PIB creció un 9,6% en el año 2008, un 8,7% en el ejercicio de 2009 y la previsión es que este año vuelva a hacerlo a tasas próximas al 10%. Cuatro consecuencias El último paso dado por Pekín tiene cuatro lecturas, según el analista de M&G Investments Anthony Doyle. En primer lugar, al permitir una mayor fluctuación del yuan, Pekín aleja el peligro de una oleada de proteccionismo en distintos países. Se trata de una tentación que ha florecido por doquier al calor de la presión social alimentada por el avance del deterioro económico. Una segunda derivada es la relacionada con la deuda estadounidense. "La apreciación provocará que China tenga menos dólares para invertir en Treasuries, lo que resultará en una menor demanda de estos activos", expone Doyle. Esto implica un riesgo potencial de una caída del precio de la deuda estadounidense, pero que aún es difícil de evaluar. La tercera arista es la que toca a la inflación, medida en términos planetarios. La exportación masiva de manufacturas chinas a bajo coste ha redundado en el crecimiento disparado de la región, pero también en un entorno internacional de baja presión inflacionaria, lo que ha ayudado a la pervivencia de unos tipos de interés bajos. Si el yuan se hace más caro, la balanza puede llegar a invertirse. "Para la economía mundial es esencial saber si China se convertirá un moderado exportador de inflación. En un momento en el que el mundo está luchando con un volumen ingente de deuda y el drenaje de la liquidez, un poco de presión inflacionaria es bienvenida", valora Virginie Maisonneuve, responsable de renta variable mundial de Schroders. El último vector es la capacidad adquisitiva, para consumir (el grado de penetración de industria como la del automóvil es muy bajo) y para invertir. Sólo este año, las petroleras estatales han empleado 62.600 millones de euros en operaciones corporativas en el extranjero, un saldo equivalente a casi tres veces el valor de Repsol en Bolsa. China no es un mercadillo barato y su poderío económico tampoco es cosa de cuentos. El PIB de la Eurozona aún es más del triple que el del gigante asiático, pero éste ya supera al de cualquier país de la UE por separado. CINCO DÍAS. 22-6-2010