Jose Coronado de la Comisión Nacional de Enlace

El garrote del Tio Sam: La US Navy ocupa Costa Rica

Jorge Coronado es portavoz de la Comisión Nacional de Enlace de Costa Rica. Organización popular que nació en el 2005 en la lucha contra el Tratado de Libre Comercio norteamericano. Actualmente se ha convertido en punta de lanza de la organización popular costarricense, saliendo a la palestra para denunciar la «ocupación» militar norteamericana del paí­s en el marco de la ofensiva militar de EEUU en la región.

El gobierno costarricense se han emeñado en otorgar el permiso a la fuerza naval de los Estados Unidos para su ingreso en Costa Rica de naves de guerra, aviones, helicópteros y un enorme contingente de más de 13.000 marines y civiles. ¿Cuál es la posición de la Comisión Nacional de Enlace? Primero hubo un acuerdo de patrullaje conjunto con la guardia costera de EEUU, que resulta que antes del 11-S, la guardia costera tenía un rango independiente, y a partir del 11-S entre a formar parte directa del Departamento de Estado, es decir, del esquema directo del ejército estadounidense. Ahí hay una primera violación porque éste es un acuerdo de cooperación entre fuerzas policiales y no fuerzas militares. De esto hace diez años. En base a este acuerdo es que se autoriza la entrada de 46 naves del 1 julio al 31 de diciembre, 7 mil marines y un portaaviones. Esto viola flagrantemente la soberanía nacional, el mismo acuerdo de cooperación policial y además es un permiso que le concede impunidad a los marines cuando estén en territorio nacional. Establece que cualquier delito que cometan no puede ser juzgado por los tribunales en el marco jurídico nacional, sino por el estadounidense. Es decir, hemos renunciado a nuestra soberanía judicial. Además estamos planteando que la lucha contra el narcotráfico no pasa por colocar a los ejércitos como actores. Y hay ejemplos como en México y Guatemala más bien el narcotráfico se ha agudizado, y ha producido pérdidas humanas también porque el narcotráfico responde con mayor virulencia ante el ejército. Los ejércitos están acostumbrados a la guerra no a combatir policialmente a un fenómeno como el narcotráfico. Este acuerdo nos coloca en la estrategia militar de los EEUU hacia América Latina en un proceso de remilitarización y a un país desarmado como Costa Rica como objetivo militar dentro de su estrategia que no solo tiene que ver con América Latina sino con el Medio Oriente. Aquí está claro que la ofensiva militar está orientada contra Venezuela, Bolivia y todos los procesos de emancipación que se están planteando y nos pone de lado de la política estadounidense con Colombia a la cabeza. Para agravar la situación hace quince días el recién electo presidente de Colombia estuvo en una reunión con la presidenta Laura Chinchilla, y ella ratificó que la propuesta de Costa Rica para combatir el narcotráfico era seguir el ejemplo de Colombia. Esto cierra el círculo. Costa Rica dio ejemplo de su alineamiento político e ideológico con el golpe de Estado de Honduras. El gobierno de Oscar Arias después de una condena inicial formó parte de la estrategia para legitimar el golpe y las elecciones posteriores con las que los golpistas quisieron lavarle la cara al golpe. Oscar Arias fue punta de lanza en América Latina para que se reconociera el gobierno de Porfirio Lobo. Ahora nos colocan directamente dentro de la estrategia militar de EEUU para América Latina, como una ficha más. Los partidos de la derecha costarricense aliados con el gobierno son los que han votado esto en el Parlamento: el Movimiento Libertario y dos partidos fundamentalistas religiosos de carácter absolutamente conservador. Esto no es nuevo, ¿no?. En la década de los 80 la CIA y el Pentágono establecieron, a través de la DEA, la agencia norteamericana antidroga, estrechos vínculos con algunos de los más poderosos cárteles del narcotráfico centroamericano… Exacto. El tema del narcotráfico es para el 2000 la nueva estrategia de la contrainsurgencia de “baja intensidad”. Reeditar en nuevo escenario la estrategia de los 80 que fue abiertamente desestabilizadora. No es casual que Colombia vincule a Venezuela y Ecuador como santuarios de la “narcoguerrilla”, como llaman a las FARC. Además con un incremento de la ayuda militar en toda América Latina. Recientemente se ha firmado un nuevo acuerdo de ayuda militar entre EEUU y el ejército hondureño e incluso los ministerios de defensa, en el marco de la OEA, están convocando una cumbre de ejércitos de América Latina y EEUU para discutir la estrategia de combate al narcotráfico. Este es el carácter desestabilizador de la estrategia norteamericana contra los procesos de emancipación latinoamericanos. Con Bush avanzaron los gobiernos antihegemonistas, pero de la mano de Obama, la política del garrote y la cañonera del Tío Sam está de vuelta en Iberoamérica… Lo que decimos es que Obama se quitó la careta con la que triunfó y despertó hasta en sectores progresistas de la región la idea de que podía ser algo distinto a sus antecesores. Ahora ha demostrado que su apuesta y la del complejo militar industrial es arreciar la guerra incluso como elemento de acumulación de capital: aumento de ayudas, esfuerzos de desestabilización, incremento de tropas en Afganistan, Irak, Medio Oriente… la carrera armamentística con Obama tiene el mismo carácter que con los gobiernos republicanos. El Imperio es el Imperio independientemente de quién esté en la Casa Blanca. Ahora hay que combatir esta estrategia supuestamente basada en la lucha contra el narcotráfico, pero que lo que busca es recomponer la hegemonía imperial y de derechas en el continente americano, con sus diversos matices. La lucha contra el narcotráfico es lo que le abre las posibilidades de materializar las estrategias militares. ¿Cuál es la naturaleza, el nacimiento y la trayectoria de la Comisión de Enlace? La Comisión Nacional de Enlace se crea en el año 2005 en el marco de la lucha contra el TLC. Fue un espacio de coordinación de organizaciones sindicales, sociales, estudiantiles, indígenas, de mujeres, barriales y comunitarias que nos aglutinamos contra el TLC. A partir de ahí la Comisión tuvo un papel muy importante como aglutinador del movimiento social. Después del 7 de octubre del 2007, cuando se pierde el Referéndum eso golpea sensiblemente al movimiento. Desde la Comisión fuimos críticos con que la salida fuera el Referéndum porque era pelear en el escenario de la derecha, y finalmente los hechos terminaron por darnos, lamentablemente, la razón. Fue una de las luchas más emblemáticas. Fue una derrota estratégica que ha implicado dos años de recomposición de todo el tejido social que fue duramente golpeado. La Comisión ha seguido funcionando, aún sufriendo estos embates, y nos mantenemos en la lucha contra el TLC, el Canal de Panamá, las posturas más neoliberales del gobierno costarricense… y nos hemos convertido en un actor más de todo el movimiento social. Formamos también parte de la Alianza Social Continental de la que forma parte también el Bloque Popular de Honduras, el Movimiento Sin Tierra de Brasil, Tierra Campesina… es un espacio de lucha contra el TLC. La Comisión Nacional de Enlace somos un referente de este movimiento en Costa Rica. En la valoración podemos decir que se ha producido la aparición de gobiernos progresistas, algunos más a la izquierda, y la irrupción del movimiento social como actor político que hasta el 2000 no había sido posible. De hecho en el tránsito a estos gobiernos progresistas, como en el caso de Ecuador o Bolivia, está la mano de los movimientos sociales. El fenómeno de los movimiento sociales actúan como vanguardia, con actores nuevos como el movimiento indígena, cambió el escenario político de la región. Por eso la derecha en su apuesta por recomponer su poder se sirve de los poderes fácticos para tratar de imponer la dictadura de un solo discurso. Un elemento de apuesta de los movimientos sociales es cómo romper desde medios alternativos esta dictadura, que cuenta con la participación de medios de comunicación europeos, y particularmente españoles como el grupo PRYSA. ¿Con qué perspectiva trabajan en estos momentos? Estamos recomponiendo la unidad del movimiento social con diversos esfuerzos a nivel nacional, que fue el mayor logro de la lucha contra el TLC. También estamos impulsando un foro nacional de la izquierda costarricense, y aunque la Comisión no es un partido político sino organizaciones sociales, sí estamos siendo un factor de confianza para convocar a diversas expresiones partidarias de la izquierda costarricense. Creemos que apostar por este foro puede ayudar para proponer un programa de agenda nacional. A parte de articular diversas luchas como en la minería, en la defensa del agua y los recursos nacionales, contra las hidroeléctricas… combates que logren unir y construir un procesos de unidad. Y por último construir la unidad de los movimientos sociales en toda América Latina creando también una nueva arquitectura financiera, como el ALBA.

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